Denunciados dos jóvenes en Málaga por presunta autoría de pintadas en comercios y mobiliario urbano

Efectivos del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local de Málaga han localizado e identificado a dos personas, un hombre y una mujer de 19 y 20 años respectivamente, a los que han denunciado por la presunta autoría de varias pintadas en establecimientos comerciales y mobiliario urbano. Se contabilizan hasta siete actuaciones de este tipo, tanto lugares y espacios públicos como privados, en el distrito Centro de la ciudad.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 03.00 de la madrugada del domingo al lunes 17 de junio, cuando la Sala 092 de la Policía Local de Málaga recibió llamada en la que se informaba de que jóvenes estaban realizando pintadas en paredes y aceras, indicó la Policía Local en un comunicado. Una unidad del GIP, compuesta por dos policías locales de paisano, se dirigió hasta el lugar, localizando a las dos personas presuntamente implicadas en Pasillo Guimbarda. Los agentes comprobaron que ambos llevaban guantes de látex y la cara tapada para evitar ser identificados por cualquier persona o cámara de la zona.

La mujer portaba una bolsa con cinco botes de pintura en spray de diferentes colores, además de una plantilla de cartón, que fueron intervenidos por los policías locales. Posteriormente, los agentes procedieron a realizar una batida por el recorrido que habían seguido las personas implicadas, localizando un total de siete pintadas en distintos lugares que incluían tanto mobiliario público como privado, estando pendiente de valoración la cuantía total de los daños ocasionados.

Grafitis en trenes de Renfe en Málaga

El vandalismo grafitero está protagonizando diferentes escenario en Málaga. Hace unos meses en Málaga Hoy se informaba de que este tipo de actuaciones estaban costando a Málaga alrededor de 100.000 euros. Durante el año pasado, el gasto que se tuvo que destinar a reparar los trenes afectados por estos actos en la provincia fue de 96.740 euros. Además, se vieron afectados casi 300 metros cuadrados de superficies de trenes.

Debido a este vandalismo, los usuarios sufrieron retrasos y supresiones de trenes por falta de visibilidad o porque los grafitis estaban en elementos de seguridad que impedían su circulación. Por otro lado, durante los trayectos, los pasajeros experimentaron diferentes retenciones y paradas de emergencia para que los trabajadores pudieran pintar alguna zona de la vía que estaba afectada por estas pintadas. Además, en aquellos trenes que tuvieron que utilizarse antes de que eliminaran la pintura, el olor del producto podía llegar a ser molesto para los viajeros.