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Málaga/La escasez de agua ocasionada por la falta de precipitaciones lleva perjudicando un tiempo a los cultivos de la provincia, en gran medida a los de la Axarquía, zona en la que se encuentra el embalse de la Viñuela, el cual es el que a día de hoy es el que se encuentra en una situación más crítica. El principal argumento para celebrar un desayuno coloquio, organizado Málaga Hoy y con el patrocinio de Acciona, con un enunciado preciso: Desalación para la agricultura, un modelo sostenible para el agua en Andalucía. El ejemplo de la Axarquía.
La cita ha servido para plantear las posibles vías con las que poder suministrar agua a los cultivos de esta comarca. Todas complementarias. Pero todas necesarias, como la construcción de una desaladora en Vélez-Málaga. La Junta tiene en su poder tres propuestas para realizar esta proyecto. Se espera que a final de año resuelva la concesión para que la iniciativa se convierta en una realidad a partir de 2026.
En la mesa redonda han participado Antonio Moreno, alcalde de Vélez-Málaga; José Ricardo Campos, presidente de la Junta Central Usuarios Sur del Guaro; Manuel Navarro, director de Agua para Agricultura de Acciona; y Joaquín Melgarejo, catedrático de Historia e Instituciones Económicas del Departamento de Análisis Económico Aplicado y coordinador de Relaciones Institucionales del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante, con la moderación de Antonio Méndez, director de Málaga Hoy,
La construcción de una desaladora en Vélez-Málaga se contempla como una infraestructura vital para suplir el déficit hídrico que padece de la comarca. Este proyecto ya ha sido declarado interés general por el Gobierno andaluz y el Plan Hídrico de la comarca ya contemplaba su construcción. El interés privado se concreta en que tres empresas o grupos han presentado sus alternativas, entre ellas Acciona. Hasta ahora no han trascendido las cifras finales de los costes de cada una de las propuestas, pero se estima que podría estar en torno a los 100 millones de euros por desalar unos 25 hectómetros cúbicos al año.
La Junta de Andalucía deberán pronunciarse sobre si otorga la concesión y en caso afirmativo decantarse por una de las tres propuestas que le han presentado. Desde el Ayuntamiento de Vélez a los agricultores, los más acuciados por la sequía, esperan una resolución en 2023. Cuando se produzca la adjudicación la empresa elegida deberá desarrollar en mayor medida el proyecto y pedir los permisos necesarios. Entre ellos a la Dirección General de la Costa y el Mar, ya que la obra se sitúa en suelo marítimo. Si todos los implicados aprecian la urgencia de la demanda, para 2026, en el plazo más optimista, la desaladora estaría aportando agua.
Todos los presentes en este coloquio han coincidido en que la construcción de esta desaladora sería una gran ayuda, no solo para los regantes, sino también para la población. En este sentido, Antonio Moreno, alcalde de Vélez-Málaga, ha apuntado que están impulsando “la construcción de una desaladora para dar una garantía y una solución a la comarca”. Asimismo, ha asegurado que están interesados en que el Gobierno de España invierta en este proyecto. De igual forma, el Ayuntamiento de Vélez-Málaga también ha solicitado 11 millones de euros en los Fondos Next Generation para poder reparar las tuberías de Vélez, ya que actualmente sufren pérdidas del 17%.
Por ello, Moreno ha remarcado que “todos los aportes al sistema de la Viñuela son importantes y necesarios desde los pozos del río Chillar hasta las aguas regeneradas” y considera que todas las instituciones públicas deben “remar en la misma dirección” para facilitar que este proyecto se construya cuanto antes. El alcalde de Vélez-Málaga también ha querido señalar que “las aguas desalinizadas no son el último recurso, sino uno de los recursos que puede hacer que sigamos creciendo y de alguna manera siga garantizando agua a la población y a los agricultores”.
De igual forma, Manuel Navarro, director de Agua para Agricultura de Acciona ha remarcado que “la desalación da seguridad ante la producción de agua”. En este sentido, ha añadido que con la desaladora “sabemos que vamos a producir ese agua para los próximos 20 o 30 años y podemos dar un precio reconocido a 25, 30 o 40 años vista”. Gracias a esto el agricultor “sabe que va a tener agua a 30 años y va a conocer el precio de esos 30 años, por lo que decidirá si planta aguacates o deja yermo el terreno”.
Acciona es una de las empresas privadas interesadas en construir la desaladora en Vélez-Málaga, pero Navarro ha remarcado que esta desaladora es necesaria en la Axarquía “la haga quien la haga”. De esta forma, ha señalado que “la agricultura es cada día más eficiente” y según datos que ha aportado, en España hay cuatro millones de hectáreas que se están regando con sistemas eficientes porque “los primeros interesados en usar el agua adecuadamente son los agricultores”.
En este sentido, ha incidido en que cada día hay menos agua y mirando los datos del embalse de la ViñuelaViñuela ha indicado que “está a un 12%, hace un año estaba al 15% y la media de los últimos 10 años es del 48%”. Estos datos son un reflejo de esa falta de agua, por lo que ha apuntado que la desaladora es necesaria y ayudaría en gran medida a los agricultores.
“El agua desalinizada es un complemento al resto de aguas” ha señalado el catedrático Joaquín Melgarejo. Además ha insistido en que “tenemos que ser inteligentes para usar estas aguas con la finalidad de conseguir un agua de calidad y a un precio que puedan asumir los agricultores”.
El catedrático ha explicado la situación con respecto al agua con la que vive la provincia de Alicante. Asimismo, ha señalado que “uno de los límites de la provincia en el desarrollo ha sido el agua”. Un ejemplo de ese problema de abastecimiento de agua, según ha contado, es lo que sucedió en el 79 en Benidorm: “la ciudad se quedó sin agua y se tuvo que abastecer con barcos”. A partir de entonces se ha ido desarrollando un modelo de acción en esta zona que ha permitido integrar las aguas regeneradas para el regadío y que según Melgarejo “podría ser en parte una buena iniciativa para la comarca de la Axarquía y otras zonas de la provincia de Málaga”, añadiendo “las nuevas tecnologías desalinizadoras que dan una seguridad hídrica”.
En este coloquio también ha estado presente José Ricardo Campos, presidente de la Junta Central Usuarios Sur del Guaro, que ha asegurado que “llevamos tres años que ha llovido muy poco y eso nos ha pegado un frenazo en la agricultura, se están arrancando plantaciones y las que quedan se están mal regando”. Actualmente, el agua que están utilizando para regar sus cultivos son las regeneradas que provienen de los terciarios que hay en la provincia que, cuando finalicen las obras del terciario del Rincón de la Victoria, podrían alcanzar hasta los 20 hectómetros cúbicos, según Campos.
Las hectáreas que necesitan agua en la comarca ascienden a unas 13.700, ya que son las que se pueden plantar, “que no quiere decir que se van a sembrar todas desde el principio”. En estos cultivos en los últimos años han comenzado a plantarse en la provincia cultivos subtropicales que le han añadido un valor importante a la producción de la Axarquía. Por lo que el conseguir agua para ellos es prioritario porque si no la consiguen se van a perder más cultivos y “se va a resentir la economía” de toda la zona. Además, a pesar de no saber cuánto podría costarle el agua que les llegaría de la desaladora, están a favor de utilizarla puesto que a día de hoy lo único que les interesa es tener la certeza de que van a recibir agua.
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