Desembalsan El Limonero para evitar atascos en los desagües y garantizar agua de calidad en Málaga

Desembalse controlado este viernes en la presa de El Limonero, situada en Málaga, con el objetivo de asegurar la operatividad de los desagües de fondo y evitar que se obstruyan, así como también de mejorar la calidad del agua embalsada.

Los técnicos de la Junta de Andalucía realizan este desembalse, que se ha iniciado alrededor de las 09:00, según ha sido comunicado a las administraciones de la zona a través de un escrito, en el que se explica que, debido a las fuertes lluvias registradas entre los días 27 y 30 de octubre, y esta semana, se ha producido un gran aporte de sedimentos.

Estos sedimentos pueden afectar negativamente a los órganos de desagüe de esta prensa e imposibilitar el abastecimiento de agua a Málaga en condiciones adecuadas, ha indicado la Junta en un comunicado.

Por ello, se debe evacuar todo el sedimento para no perder ni capacidad de regulación ni sufrir daños en los propios desagües de fondo. Este desembalse controlado y monitorizado por el servicio de Aguas de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, tendrá una duración aproximada de cuatro horas.

Se va a realizar a través de los desagües de fondo de la presa para eliminar parte de los sedimentos acumulados, mantener la funcionalidad de los órganos de desagüe de la presa y, al mismo tiempo, recuperar y habilitar la posibilidad de abastecimiento de agua a Málaga.

El caudal del desembalse al río Guadalmedina, a través de esta operación, se situará entre los 25 y los 37 metros cúbicos por segundo, durante el tiempo que dure el desembalse. Esta maniobra convencional, que no prevé ocasionar daños aguas debajo de la presa de El Limonero, finalizará una vez que comience a salir agua limpia de los desagües.

Los siete pantanos de la provincia aumentan sus reservas de forma desigual

Las lluvias torrenciales de esta DANA han supuesto un balón de oxígeno para los embalses de la provincia de Málaga, que en un solo día han ganado más de 21 hectómetros cúbicos de agua, lo que se traduce en 21.000 millones de litros. El nivel de los pantanos empezó a subir casi de forma inmediata al paso de las intensas precipitaciones, y con el paso de las horas han seguido una curva ascendente hasta situarse ayer, pasadas poco más de 24 horas desde que empezó la tormenta, en 163,8 hectómetros cúbicos, frente a los 142,4 que tenían hace una semana y los 113,8 de hace un año.

Supone, en concreto, un aumento de 21,2 hectómetros cúbicos de un primer golpe, a lo que se sumarán en las próximas horas y días las escorrentías que siguen llegando. Hay que recordar, además, que antes de la pasada DANA –la del 29 de octubre–, los siete pantanos de Málaga estaban con 94 hectómetros cúbicos. Lo que significa que en estos dos episodios de fuertes lluvias del otoño las reservas hídricas de la provincia se han elevado en cerca de 70 hectómetros cúbicos. Actualmente están al 26,8% de su capacidad total, que es de 611,48 hectómetros.