Un primer día muy movido en el desembarco de Uber en Málaga

Transporte

Hubo algunos problemas con la adaptación a la plataforma tanto por parte de los clientes como de los conductores. Algunos profesionales afirman que hubo presiones de los taxistas

Un primer día muy movido en el desembarco de Uber en Málaga / Javier Albiñana
Ángel Recio

06 de junio 2018 - 02:00

Málaga/El día del estreno suele ser difícil para cualquier empresa y la inauguración del servicio de la multinacional Uber en la provincia de Málaga no fue una excepción. Hubo algunos problemas de adaptación a la plataforma, tanto por parte de los conductores como de los clientes, fallos en rutas y en tiempos de espera o tensión con los taxistas, un colectivo que no está a favor de la implantación de estas empresas de vehículos de alquiler con conductor porque entienden que les hacen competencia desleal.

Este diario contrató ayer tres servicios. En uno de ellos el conductor se equivocó y fue directamente al punto de llegada, mientras que en los otros dos sí se prestó un servicio con normalidad, aunque con algún retraso al meter las direcciones en el GPS ya que hay calles en obras que no aparecen en el sistema de navegación. Las cosas del directo, que se suele decir, aunque mejorará con el rodaje.

Uber puso ayer en servicio una flota con 200 vehículos en Málaga capital y varias localidades de la costa. Todos los vehículos son iguales y el modus operandi es el siguiente. El cliente se baja la aplicación de Uber, pone su dirección y el destino donde se quiere dirigir, paga por adelantado con su tarjeta de crédito o PayPal y al confirmar el viaje le llega al móvil un mensaje con el nombre del conductor y la matrícula del vehículo. Durante el trayecto, el cliente puede elegir qué tipo de música quiere escuchar o tiene servicio wifi. Cuando finaliza el viaje, la plataforma le pide al cliente que valore la atención del conductor desde una hasta cinco estrellas y permite la posibilidad de darle una propina. El coste del trayecto se mide por kilómetros. Un viaje desde la Avenida Imperio Argentina hasta la puerta del hotel Málaga Palacio, con una distancia de 5,83 kilómetros, tuvo un precio de 8,79 euros. Otro desde Tabacalera hasta Cortina del Muelle, de 3,2 kilómetros, costó 5,50 euros.

Uber es una fuente de empleo porque se ha arrancado con una flota de 200 vehículos y en cada uno trabajan dos personas, por lo que se ha contratado a 400 personas. Hacen turnos de 12 horas, aunque tienen una hora para comer y pueden descansar el tiempo que necesiten simplemente apagando la aplicación.

Los empleados con los que se puso en contacto este diario están muy satisfechos con sus condiciones laborales. “Estoy más feliz que un niño con un chupete nuevo”, comentaba uno, destacando que tiene un contrato indefinido, un salario fijo respetable y la posibilidad de recibir incentivos extra. El salario es el mismo independientemente de los clientes que se transporten, aunque los conductores se tienen que comprometer a aceptar los pedidos que vayan entrando en la plataforma que les pillen cercanos siempre que no estén de descanso.

Uno de los empleados destaca que trabajó antes en la hostelería en Málaga y que las condiciones eran muy duras. “Estuve en una panadería desde las 5 de la mañana hasta las 3 de la tarde, me pagaban 800 euros al mes, tenía que pedirle todas las semanas al dueño que me pagara y solo me tenía dada de alta en la Seguridad Social dos horas”, explicó este profesional, quien ya había trabajado en otras empresas como conductor, en un taxi como asalariado y como taxista en Washington. “Este trabajo en Uber me gusta”, dijo.

Este empleado reconoció que el primer día no había sido fácil. Al hecho de acostumbrarse a la plataforma se le sumó la presión los taxistas. Este conductor de Uber aseguró que varias taxistas le zarandearon el vehículo en la estación María Zambrano o que no les dejaron estacionar en las zonas que tienen habilitadas para ello. En el transcurso de un viaje, este diario pudo comprobar que un taxista, de golpe y sin venir a cuento, cambio de vía y se puso delante del vehículo de Uber de forma brusca. “Llevan haciendo tonterías como esta todo el día”, dijo el empleado. Uber ya está en Málaga y tiene planes de crecimiento.

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