Desescalada Málaga: El centro comienza a recuperar con calma su actividad comercial

Las persianas cerradas de un buen número de locales, las mascarillas y las medidas de seguridad en las tiendas abiertas dan cuenta de la 'nueva normalidad'

Establecimientos como el Café Central recupera la actividad con sus mesas ocupadas

Varios camareros atienden las mesas ocupadas en el Café Central. / Javier Albiñana

Málaga/El centro de Málaga comienza a recuperar poco a poco su actividad comercial. En las terrazas de los bares abiertos la gente desayuna con tranquilidad, las tiendas comienzan a abrir sus puertas y los clientes a buscar entre sus estanterías el producto deseado. Aunque aún se ven persianas echadas y locales que explican con un cartel en su fachada que todavía siguen atendiendo on line, otros inician una actividad presencial que llevaba paralizada dos meses.

Las mascarillas y las viseras, los geles hidroalcohólicos, las distancias de seguridad y las miradas críticas ante acercamientos indebidos dan cuenta de que la realidad no es la misma que antes del 14 de marzo. Pero a medida que avanza la mañana, las calles se van poblando de gente para que regresen esas sensaciones de siempre que se habían quedado confinadas en casa.

"Necesitaba abrir, era una necesidad económica y mental", explica Rafael Prado, dueño del Café Central. Desde las 8:00 de este lunes están sirviendo desayunos y dos horas y media después hay personas esperando para poder coger una mesa. "Tenemos ocho mesas menos", comenta Prado y explica que está cerrando un acuerdo con el Ayuntamiento de Málaga para poder colocarlas también porque les falta espacio para la clientela que llega.

El veterano establecimiento de la plaza de la Constitución tenía 30 empleados, "ahora somos cuatro, tengo al resto en un ERTE y los iremos sacando poco a poco, en función de como vayamos viendo la situación", agrega Prado. "Un negocio cerrado es un saco de pérdida de dinero terrible, porque hay que seguir pagando el alquiler, el mantenimiento, el consumo eléctrico y todo eso sin un euro de ingreso", apunta.

Primeros desayunos en la Fase 1. / Javier Albiñana

Pero para este empresario también ha pesado mucho la preocupación, los dolores de cabeza por sus trabajadores, que son "mis compañeros". El volver a "sentirse útil" y a tener "ganas de trabajar, a tener solidaridad con la situación" le ha devuelto cierta tranquilidad.

También en DK Barber Shop están contentos de que el resto de negocios comiencen a abrir, así también ellos tendrán más clientela. Abrieron el 4 de mayo con cita previa y llevan dos semanas completos, aunque a los siete trabajadores les han tenido que reducir la jornada para que un grupo trabaje de mañana y otro de tarde.

"La verdad es que se nota que no hay turistas y que la gente no ha podido venir a pasear al centro", explica Jesús. "Pero tenemos mucha clientela ya hecha", comenta aliviado.

Una clienta es atendida por una dependienta en la tienda Pikolinos. / Javier Albiñana

En la tienda Nespresso hay colas para comprar café y en la calle Larios el grupo Inditex es el que tira principalmente de la actividad en esta primera mañana de la Fase 1. En Massimo Dutti tienen un aforo de 39 personas y tanto la sección de señoras como la de caballeros se han unificado en la planta baja.

"Hemos calculado mal el personal porque no damos abasto", dice una de las empleadas y asegura que tienen clientes desde primera hora. En la puerta dan la bienvenida, ofrecen gel hidroalcohólico y guantes y los probadores tienen uno abierto y otro cerrado para que se respeten las distancias de seguridad. Las vitrinas también están más separadas.

En todos los establecimientos se recomienda el uso de mascarillas y el público cumple la medida. Entran con cautela pero comienzan a entrar. "Mamá, es que no tengo pantalones", dice una chica en la entrada de Mango. Y es que ir de tiendas ya es posible. Málaga inicia su Fase 1.

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