La Rayuela
Lola Quero
El rey de las cloacas
Coronavirus
Málaga/Abrir un hotel este verano será una ardua tarea desde el punto de la rentabilidad. Se esperan pocos turistas y muchos gastos, por lo que numerosos establecimientos de la Costa del Sol optarán directamente por permanecer cerrados y esperar a que pase la tormenta. En cualquier caso, los hoteleros que sí quieren abrir su negocio necesitan unas reglas claras de juego desde el punto de vista sanitario para poder funcionar y, tras varias semanas de estudio, el Gobierno ha aprobado las medidas expuestas en un informe que ha sido elaborado por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) y que cuenta con el apoyo de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) y el Instituto Tecnológico Hoteleros.
Estas asociaciones han detallado centenares de medidas para cada departamento del hotel que serán de obligado cumplimiento para poder garantizar un servicio seguro a los clientes y a los empleados.
Los hoteles deberán tener un plan de contingencia con medidas concretas para reducir el riesgo de contagio, una evaluación de riesgos y protocolos de salud y habilitar un comité de seguridad y salud que defina las estrategias de los establecimientos y vigile que se cumplen las normas. Deben garantizar la distancia de seguridad entre empleados y clientes a través de la disposición física de los puestos de trabajo, la organización de los turnos, de la circulación de personas o garantizar que hay medios higiénicos.
Habrá un aforo máximo y, en caso de que no se pueda asegurar la distancia entre empleado y cliente, habrá que poner pantallas, así como el uso de mascarillas o gafas. Habrá marcadores de distancia en el suelo, se fomentará el pago con tarjeta -desinfectando el TPV tras cada uso-, las llaves o tarjetas se deben depositar en un recipiente con desinfectante y el ordenador de cada empleado debe ser desinfectado al principio y al final de su turno. No podrá haber aparcacoches. El personal, entre otras medidas de higiene, debe guardar su ropa de calle en una bolsa para que no haya contacto con el uniforme de trabajo.
Las camareras de piso no podrán entrar en las habitaciones si está el cliente en el interior. Utilizarán un equipo de protección individual que, como mínimo, debe incluir mascarilla y guantes desechables. Su vestuario, como el del resto de trabajadores del hotel, debe ser lavada a 60 grados centígrados en la lavandería del establecimiento o en su propia vivienda.
En la cafetería y el restaurante hay que reducir la manipulación y la intervención del cliente, por lo que habrá pantallas y platos individuales. Se eliminan elementos comunes como saleros o aceiteras y se marca un itinerario a seguir para evitar aglomeraciones. El personal de sala debe llevar mascarilla. En el servicio de habitaciones el camarero debe llevar guantesy mascarilla para entrar a la habitación, servir la comida y llevársela. En la cocina se sigue el protocolo establecido contra el Covid19.
Hay que ventilar las zonas donde se vaya a celebrar un evento al menos dos horas antes. Hay que reconfigurar la distribución de materiales en reuniones como papel, bolígrafo, aguas... Los eventos deben ser diseñados de forma que se pueda controlar el aforo y mantener las distancias de seguridad. En caso de no poder mantener la distancia aseguran que se utilizarán mascarillas. En el caso de la animación, se intentará que sea al aire libre, sin intercambio de objetos y desinfectando el material tras casa actividad.
El personal entra en la habitación cuando el cliente no esté con un equipo de protección individual. Si hay que hacer la reparación con el cliente dentro se le insta al cliente a que se ponga la mascarilla. Se evita cualquier contacto físico y se revisa periódicamente el aire acondicionado.
Las habitaciones quedarán prácticamente sin decoración, la papelera de baño será con accionamiento no manual, las mantas y almohadas deben estar protegidas, las perchas se desinfectan a la salida del cliente, se limita el servicio de plancha y se recomienda eliminar la papelería.
Se mantiene el aforo y se vigila que se cumpla la distancia de seguridad entre cada máquina. Las toallas usadas se dejarán en un cubo con apertura de pedal. Las clases colectivas deben garantizar un espacio de 2x2 metros al margen del profesor con posiciones marcadas en el suelo y evitando ejercicios de contacto. Debe haber un periodo sin actividad entre sesiones para limpiar y desinfectar, aireando además las instalaciones varias veces al día. Se precintan las fuentes de uso común y se limpian y desinfectan las máquinas que han sido utilizadas entre cada cliente.
Se aumenta la frecuencia de limpieza de esas áreas y los responsables del cuidado de los niños se lavarán y desinfectarán frecuentemente las manos.
Se limita la capacidad máxima y se informa a los clientes de cuál se aplica. Es necesario utilizar mascarilla si no son miembros de la misma unidad familiar para respetar la distancia de seguridad.
Los programas de gestión y mantenimiento del agua permanecen inalterados pero hay que respetar los niveles de ocupación máxima y disponer de un buen sistema hidráulico y de filtración. En la zona de tumbonas hay que mantener las distancias.
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