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Los despidos de trabajadores de las empresas que forman parte de la Plataforma de empresas y autónomos de la provincia de Málaga de los sectores jardinería, piscinas, viveros, socorrismo y apartamentos turísticos han comenzado a producirse, según su portavoz, Andrés Marín. Actualmente, están a la espera de que las restricciones actuales sean revisadas por el Comité de Sequía de la Junta de Andalucía para ver si su situación cambia porque a las rescisiones de contratos se le suma que hay empresas que no están contratando al personal para la próxima temporada y están sufriendo cancelaciones por el cierre de piscinas.
El agravamiento de la sequía hizo que las administraciones públicas tomaran la decisión de aumentar las restricciones para en consumo de agua en toda la provincia, lo que conllevó a la prohibición total de rellenado de piletas privadas. Esto ha hecho que más de 80 empresas de Málaga lleven unidas desde hace semanas para exigir un reparto equitativo de los recursos hídricos porque están perdiendo puestos de trabajo y podrían llegar a ir "a la ruina".
Con el paso de los días que hace que se acerque más la temporada alta, las empresas se están empezando a ver en un aprieto. En este sentido, Marín hace hincapié en que “casi todas las empresas están empezando a despedir” ante la falta de trabajo. Además, él mismo lo está viviendo en primera persona porque es propietario de una empresa de jardinería y está observando cómo su empresa “empieza a temblar” y va a comenzar con los despidos.
A su juicio, en las compañías de socorrismo la situación es más grave, ya que “no se está ni contratando”. Al no haber piscinas en las urbanizaciones privadas, la necesidad de contratar a un socorrista es inexistente y estas empresas se están viendo en la obligación de dejar en el aire la contratación de sus empleados. Domingo Jurado es el dueño de Benalsocos y habitualmente durante la temporada de piscinas tiene contratadas entre 33 y 40 personas. Señala que el trabajo en su empresa de socorrismo, normalmente, empieza en Semana Santa y se multiplica entre junio y septiembre cuando las comunidades de vecinos abren a diario su piscina.
“Este año todavía no he contratado a nadie”, asegura Jurado, que añade que por ahora solo tienen cerrado los contratos con las comunidades y está a la espera de que el comité permita llenar las piscinas para que sean necesarios los socorristas. Si finalmente se realiza la apertura de las piletas privadas, podría llegar a incorporara entre 35 y 37 personas.
“Ahora mismo tenemos pérdidas del 100%”, sostiene. Que su situación mejore o no depende de la actualización de las medidas que realice el Comité de Sequía, ya que “al ser obligatorio el socorrista en las piscinas, sin ellas no pueden realizar la apertura, ni trabajar”. De igual forma, explica que “las empresas de socorrismo de los hoteles sí tienen trabajo, pero las que se dedican a las comunidades de propietarios no”. A esta situación, según Jurado, se le suma el hecho de que todos sus trabajadores son fijos discontinuos. Por tanto, si finalmente las comunidades de vecinos no pueden abrir sus piscinas, ellos están “desamparados” y en ese caso tendrían que llegar a un acuerdo con sus trabajadores, “pero seguramente se llegue al despido”.
El perfil de los trabajadores de estas empresas lo protagonizan estudiantes que buscan, durante sus vacaciones de verano, tener un empleo para ahorrar algo de dinero. “Ellos es normal que quieran cobrar y trabajar, no van a entender que se den estas circunstancias”, remarca.
Por otro lado, las empresas que llevan los pisos turísticos también se están viendo afectadas en gran medida. Gapp Properties es una empresa que gestiona el alquiler de 55 pisos turísticos en Benalmádena y en la que las restricciones están provocando “bastantes anulaciones de reservas de clientes que vienen con nosotros cada año”, según su propietaria, Samantha Auesten. La noticia de que las piletas privadas no pueden llenarse en Málaga ha llegado al Reino Unido y “los clientes están preocupados porque si no hay piscina no quieren venir”.
Cabe recordar que muchas de las personas que se trasladan a Málaga durante el verano se hospedan en urbanizaciones o pisos turísticos, concretamente el 60% de los viajeros. Por ello, Auesten resalta que “esta situación da una imagen muy negativa de España y Andalucía porque si no hay agua y no se abren las piscinas, los turistas van a buscar destinos alternativos”.
En cuanto a sus trabajadores, durante la temporada baja son tres en total, pero durante la temporada alta incorpora en la plantilla dos personas más, las cuales son fijas discontinuas. “Si la situación no mejora y siguen anulando reservas, a esas dos personas no las voy a poder incorporar este año porque no va a haber trabajo suficiente”, incide Austen. Lo que ha hecho que estas empleadas “estén a la espera de una respuesta y es una situación bastante preocupante para este sector”.
Los miembros de las empresas y autónomos de la provincia de Málaga de los sectores de jardinería, piscinas, viveros, socorrismo y apartamentos turísticos se han unido para exigir nuevas restricciones que les permitan trabajar con la máxima normalidad posible dentro de la situación que se está viviendo. Para hacerse escuchar han convocado una concentración este viernes, 5 de abril, en la plaza de la Marina a las 18:00. Durante dos horas denunciarán que se sienten discriminados en relación a los grandes grupos hoteleros y alertarán de la pérdida de puestos de trabajo y el cierre de empresas por pérdidas e inactividad. Esta ya sería la segunda manifestación que organizan, ya que el pasado 21 de marzo recorrieron las calles del centro de la capital.
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