Varios detenidos en Málaga tras desmantelar el laboratorio más activo de Europa en la producción de billetes falsos de 500 euros
Habrían producido algo más de 8 millones de euros según los investigadores
El principal sospechoso de los hechos, quien ya fue detenido en 2009 por hechos similares
Detenidas una madre y su hija por vender droga desde su casa en el barrio de Miraflores de los Ángeles, en Málaga
Málaga/La Policía Nacional, en una operación conjunta con Mossos d’Esquadra y Europol, ha desmantelado el laboratorio más importante y activo de Europa de la última década en la producción de billetes falsos de 500 euros. Doce personas han sido detenidas, entre las que se encuentran el presunto impresor y los principales distribuidores. Además, se han realizado seis entradas y registros en domicilios y se han registrado dos naves industriales y una caravana. Todo ello se ha llevado a cabo en las provincias de Alicante, Barcelona, Málaga, Teruel y Valencia.
Las investigaciones policiales comenzaron a mediados del año 2021, al detectarse la circulación de billetes falsos de 500 euros de una gran calidad, cuya incidencia afectaba a gran parte del territorio nacional, han explicado desde la Policía Nacional en un comunicado
Por un lado, la Brigada de Investigación del Banco de España, como Oficina Central Nacional para la falsificación de moneda, tuvo conocimiento de numerosos hechos delictivos por todo el territorio nacional con billetes falsificados de este indicativo. Los agentes contaban, además, con la identificación del principal sospechoso de los hechos, quien ya fue detenido en 2009 por hechos similares. El nuevo billete falso tenía muchos nexos en común con el que se hizo en 2009, teniendo el impresor un alto conocimiento en artes gráficas.
Por otra parte, los Mossos d’Esquadra de la Unidad Central de Falsificación de Moneda, localizaron en una localidad cercana a Barcelona una bolsa que contenía en su interior algo más de 4 millones de euros en billetes falsos de 500. Tras el correspondiente informe pericial realizado por el Centro Nacional de Análisis del Banco de España, se pudo confirmar que se trataba de la misma falsificación.
Una de las primeras gestiones realizadas fue remitir los billetes hallados en Barcelona a los especialistas de Policía Científica, con la finalidad de identificar a las personas que pudieron tener acceso a los mismos. Esto permitió la identificación del impresor y de cinco personas más, muchos de ellos del entorno más cercano al impresor.
Los miembros del grupo criminal se conocieron en la cárcel de Picassent cumpliendo condena por diferentes delitos, continuando con su amistad a la salida de la cárcel. El impresor los volvió a reunir en una nave de la provincia de Valencia, donde habría vuelto a montar un nuevo laboratorio gráfico.
Durante el tiempo que duró la producción (alrededor de 3 meses), cada uno de ellos realizó diferentes funciones, como limpieza de máquinas, compras de diferentes materiales, etc., llegando a imprimir una cantidad de billetes falsos estimada en unos 8 millones de euros. Ese dinero era destinado presuntamente a la comisión de diferentes actividades delictivas, como la compra de droga.
El líder llevaba una vida normal y era un maníaco de la seguridad
El principal investigado vivía cómodamente con su mujer y la hija pequeña de ésta, llevando una vida ociosa desde que salió de la cárcel. Durante este tiempo hizo acopio de material y, cuando tuvo el laboratorio ya instalado, reunió de nuevo a este grupo criminal para iniciar otro proceso de producción de billetes falsos. Los billetes siguieron entrando en diferentes ciudades, pero en pequeñas cantidades.
Con la llegada de la pandemia a inicios de 2020, al no poder realizar nuevos pedidos de material a China, ya que se encontraba cerrada comercialmente, la producción siguió paralizada. En este punto, decidieron trasladar el laboratorio hasta una nave próxima al domicilio del impresor, cercana a Alfa el Pi (Alicante). Se trataba de una nave bastante discreta y que era utilizada únicamente para almacenar el laboratorio, a la espera de encontrar una nueva nave para la producción. Allí el impresor se sentía bastante seguro, y aparecía con cierta asiduidad, principalmente para reparar vehículos que posteriormente vendía en portales de internet.
Este grupo criminal buscaba de nuevo financiación con la idea de trasladar el laboratorio a otro lugar e iniciar el proceso de producción de billetes de 500 euros falsos. Inicialmente pensaron en Brasil, pero finalmente se decantaron por Francia.
Con toda la información recopilada y con la nave del material de impresión centrada, se decidió la explotación operativa de la investigación llevando a cabo las detenciones de manera simultánea en las provincias de Valencia, Alicante, Barcelona y Málaga, donde se registraron seis domicilios, dos naves industriales además de una caravana en Teruel.
La investigación ha sido tutelada por el Juzgado de Instrucción número 4 de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) y se han practicado entradas y registros en Xirivella, Sagunto, Altea, La Nucía, Terriente, Sant Cugat del Valles y Cervelló. Se calcula que este grupo criminal ha producido en nuestro país 8 millones de euros en billetes de 500 euros falsos.
Los detenidos pasaron a disposición judicial imputados por los delitos de la falsificación de moneda y pertenencia a grupo criminal, ingresando en prisión los principales investigados, incluido el impresor y el líder del grupo.
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