Una red con 10 detenidos en Málaga y Córdoba camuflaba hachís como tomates envueltos
La organización criminal, a la que se le han intervenido 22 toneladas de droga, se dedicaba al tráfico de droga entre Marruecos y Francia, para su posterior distribución por el resto de Europa
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Málaga/Una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional ha permitido la incautación de más de 22 toneladas de hachís, valoradas en 45 millones de euros, y se ha saldado con la detención de 10 personas en las provincias de Málaga y Córdoba.
La operación Califa supone desarticular una organización criminal dedicada al tráfico de droga entre Marruecos y Francia, para su posterior distribución por el resto de Europa.
La investigación, que sigue abierta, se ha desarrollado también en las provincias de Cádiz y Barcelona, aunque sin arrestados en ellas, han informado este viernes ambos cuerpos de seguridad y la Subdelegación del Gobierno en Córdoba.
La droga se camuflaba como tomates envueltos y la organización criminal operaba a través de empresas interepuestas, lo que les hacía un "entramado complejo", en la que había "gente a la que se le daba bien" operar como si "cultivasen tomates" y otros que eran "hombres de paja que prestaban su nombre como titulares de inmuebles y vehículos", según ha señalado en una rueda de prensa el coronel jefe de la Guardia Civil de Córdoba, Juan Carretero.
En una "operación sin precedentes", como la calificó la subdelegada del Gobierno en Córdoba, Rafaela Valenzuela, han participado las Unidades contra el Crimen y la Delincuencia Organizada (UDYCO) de Fuengirola y Barcelona y el Grupo I de Estupefacientes de la Brigada de Policía Judicial de Córdoba de la Policía Nacional y los Equipos de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Córdoba y Cádiz.
Las primeras detenciones, en Mollina
Aunque la cabeza de la red operaba desde la ciudad de Córdoba, las primeras detenciones se llevaron a cabo en Mollina, cuando "los investigadores decidieron con buen criterio explotar esta fase de la investigación", recalcó Carretero.
En ese momento, el pasado 10 de enero, se interceptó una furgoneta a la salida de una nave en un polígono industrial situado a las afueras de Mollina, donde había indicios de que se almacenaba la droga que entraba desde Marruecos por la costa de Cádiz.
La aparente carga de tomates de calidad que llevaba el vehículo eran en realidad 2.600 kilos de resina de cannabis, que se unieron a otros 19.700 que se intervinieron en el posterior registro de dos naves en la zona industrial del municipio malagueño, donde se arrestaron a otros dos miembros de la organización criminal que se escondían debajo de un camión.
Tras esta actuación, los pasados 11 y 12 de enero, en una operación simultánea llevada a cabo en varias ubicaciones de la provincia de Córdoba que los investigadores no han querido precisar, aunque sí concretaron que están tanto en la capital como en la provincia, los responsables la investigación de la Guardia Civil y la Policía Nacional, con apoyo de unidades especiales, procedieron a la entrada y registro de cuatro domicilios.
En esta fase de la operación Califa, llevada a cabo bajo la autorización de la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Córdoba, se detuvieron a otras siete personas y se ha intervenido numerosa documentación con la que se confían desentrañar la dimensión de la organización en Europa.
Además, se han incautado cierta cantidad de dinero a la que los investigadores no dan importancia, igual que a la pistola táser, y siete vehículos, cuatro de ellos camiones, "además de numerosos efectos", apuntó el comisario principal de la Policía Nacional en Córdoba, Carlos Serra.
Ocho de los detenidos han ingresado en prisión
Entre los detenidos hay ocho ciudadanos españoles, un marroquí y un búlgaro, de los que ocho han ingresado en prisión provisional y siete tenían residencia en Córdoba. De hecho, Serra afirmó que "algunos de ellos" ya habían sido investigados por la Policía Nacional en otras operaciones antidroga.
El comisario destacó que se trataba de "una organización fuertemente jerarquizada, con diferentes estructuras económicas dando apariencia de legalidad".
Fue el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado de la Secretaría de Estado del Interior (CITCO) el que alertó a la Guardia Civil y la Policía Nacional que estaban llevando a cabo investigaciones que podían tener relación, lo que ha permitido "un trabajo excepcional, ejemplo en investigación y coordinación", en palabras de Carlos Serra.
Esta operación es la que mayor volumen de droga ha aprehendido en una actuación conjunta de los dos cuerpos de seguridad en la provincia de Córdoba, puso de relieve la subdelega del Gobierno.
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