Las deudas y el Covid disparan las renuncias a las herencias
Las repudiaciones aumentan un 30% en un año, mientras que los legados aceptados sólo lo hacen un 17%
Los notarios aconsejan asumir la herencia a beneficio de inventario
Las renuncias de herencias registran un récord. La mortalidad provocada por el Covid y las deudas de los causantes (fallecidos) están detrás de un incremento cercano al 30% en estas repudiaciones. Se trata del dato más destacado del balance realizado por el Colegio Notarial de Andalucía, relativo a 2021, un año en el que, además, ha de subrayarse la subida en el número de testamentos y en la aceptación de herencias y legados, aumentos que también han de relacionarse con la situación pandémica que se ha sufrido.
Los datos aportados por la institución notarial conciernen a toda la comunidad autónoma. A nivel regional, el número de renuncias de herencias ha llegado a 11.036. Esta cifra supone un crecimiento respecto a 2020 del 28,7%. Aquel ejercicio las repudaciones alcanzaron las 8.575, un dato levemente inferior al de 2019 y 2018, años que continuaron con la tendencia alcista iniciada la década anterior. En este sentido, la serie se remonta a 2007, año en que estalló la crisis económica. En aquel entonces las renuncias no superaban las 1.465. Cuando han pasado 15 años, dicha cantidad se ha disparado más de un 650%. Porcentajes que, según Manuel Seda Hermosín, vicedecano del Colegio Notarial de Andalucía, son extrapolables a la provincia de Málaga.
Frente a estas renuncias, las herencias aceptadas alcanzaron en 2021 las 54.446, una cifra bastante superior. Sin embargo, el crecimiento interanual se limitó al 17,68%. Desde 2007 el aumento se queda muy lejos del registrado en las repudiaciones: 54,15%. Esta diferencia también se observa en el número de testamentos realizados ante notario en la comunidad autónoma. El año pasado concluyó con 124.407, una subida respecto a 2020 del 16%. Si el dato se compara con el principio de la serie, el incremento fue del 33,35%.
¿A qué se debe que las renuncias de herencias se disparen mientras las otras dos actividades muestran subidas hasta cierto punto contenidas? Manuel Seda Hermosín aporta las claves que están detrás de este incremento tan significativo. En primer lugar, deben tenerse en cuenta los motivos personales que pueden llevar a un descendiente, ascendiente o cónyuge al repudio. Hay quien lo hace para beneficiar a sus hijos o a un hermano o persona que ha estado al cargo del fallecido los últimos años de vida.
Por otro lado, se encuentran las condiciones fiscales, aunque aquí el notario Seda realiza una apreciación. Hasta hace relativamente poco las renuncias por parte de los descendientes directos (el grupo antes citado) se debía al impuesto de sucesiones que aplicaba la Junta de Andalucía y que en las herencias de poca liquidez resultaba bastante gravoso. Debe recordarse que se aplicaba con un coeficiente muy alto. Ahora, tras las últimas modificaciones introducidas, ese rechazo procede mayormente de beneficiarios y parientes indirectos, puesto que los descendientes, ascendientes y cónyuges están exentos de tributar el primer millón de euros de la herencia y logran una bonificación del 99% de la cuota en los siguientes.
En opinión de Seda –ya que en la repudiación no se especifica la causa– las deudas del fallecido son las que provocan el mayor número de renuncias. El temor del beneficiario de la herencia a tener que hacer frente al pasivo con su patrimonio explica el aumento. Conviene aquí hacer dos puntualizaciones. La primera es el incremento de las deudas de los causantes, una situación que se convirtió en permanente a partir de la crisis de 2008 y que aún no se ha logrado superar. La segunda es la necesidad de que la ciudadanía conozca la posibilidad de aceptar la herencia a beneficio de inventario.
Con esta figura, los beneficiarios sólo pagan el pasivo con lo heredado, sin comprometer sus bienes personales. Se trata de un procedimiento que se lleva a cabo ante notario desde 2015, cuando entró en vigor la Ley de Jurisdicción Voluntaria. Hasta entonces la competencia era esencialmente judicial, lo que alargaba los plazos y obligaba a contratar abogado y procurador. Ahora los fedatarios dan las indicaciones a los clientes para calcular el patrimonio heredado y qué porcentaje deben destinar para saldar los débitos contraídos por el causante. Para ello, los colegios notariales de España llevan años reclamando que puedan acceder al registro de las deudas bancarias, petición que ha caído en saco roto.
Seda anima a los andaluces a optar por esta fórmula antes que a la renuncia pura. “Muchas veces se desconoce que el valor de los bienes supera al de las deudas”, advierte el vicedecano de los notarios andaluces, que abunda en que cuando se repudia una herencia se llama a los siguientes parientes del finado hasta el cuarto grado colateral (primos hermanos). Si nadie la acepta, el patrimonio pasa a manos del Estado, que siempre recibe la herencia a beneficio de inventario, sin que le grave el pasivo. Algunas autonomías también obtienen parte de estos bienes.
“Los ciudadanos no deben tener miedo a acudir al notario. Además de fedatarios públicos, somos asesores para que se tome siempre la mejor decisión en las distintas circunstancias”, manifiesta Seda, que apunta a un cuarto factor en el aumento de las renuncias: la alta mortalidad provocada por el coronavirus. “Tras el fallecimiento se establece un periodo de seis meses para la liquidación de los impuestos, si se renuncia antes de este tiempo, no se gravan, de ahí la premura en este procedimiento, algo que no ocurre con las aceptaciones, donde se pagan los tributos y luego los herederos se ponen de acuerdo en el reparto”, explica el vicedecano de los notarios andaluces.
El estallido de la pandemia en 2020 apenas tuvo repercusión en las notarías malagueñas, pues durante el confinamiento se consideró una actividad esencial, por lo que siguieron prestando servicio, aunque para unas funciones muy limitadas, que incluían testamentos en situaciones comprometidas, pólizas bancarias de Covid y actuaciones notariales en situación de urgencia. Quedaron aparcadas durante ese periodo las firmas de compraventa y las herencias no contempladas en los supuestos anteriores.
Respecto a las previsiones de 2022, Seda estima que las renuncias continuarán al alza, al igual que la evolución de las herencias aceptadas y los testamentos: “Los números de los dos primeros meses del año coinciden con los de 2021. Con la pandemia, nos hemos concienciado de lo importante que es dejarlo todo dispuesto”.
“Una válvula de escape para las bodas pandémicas”
Una de las novedades más importantes que aportó el año 2021 a la actividad notarial fueron los expedientes matrimoniales. En este punto, el vicedecano del Colegio Notarial de Andalucía, Manuel Seda Hermosín, detalla que desde 2015 los fedatarios celebran bodas, pero no podían instruir el expediente previo, que acredita que los cónyuges reúnen los requisitos de capacidad y la ausencia de impedimentos para casarse. Hasta 2020 este expediente quedaba en manos del Registro Civil, pero a partir del año pasado se sumó a las competencias de las notarías, donde las solicitudes han llegado “a mansalva”, según recuerda Seda. Y ello, pese a que en el Registro Civil dicho documento es gratuito, mientras que en las notarías puede costar entre 150 y 200 euros. La clave de la demanda está en que el trámite se acorta en el tiempo. “Los novios están dispuestos a pagar con tal de no esperar, pues se trata de un requisito fundamental para la boda y para planear todo lo que la celebración conlleva”, explica Manuel Seda Hermosín. Las notarías también han acogido un importante número de enlaces matrimoniales durante el año 2021, debido a que las restricciones vigentes el año anterior impidieron la celebración de muchas bodas, que se pospusieron hasta que hubo una mejor situación sanitaria. La tasa a pagar en una notaría oscila entre los 100 y 150 euros. “Hemos sido para los registros civiles una válvula de escape”, añade Seda.
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