Cada día se detectan 27 nuevos casos de cáncer en Málaga, pero la supervivencia aumenta

El año pasado se diagnosticaron en la provincia casi 10.000 nuevos casos de cáncer. En la última década, esta patología no ha parado de crecer. Pero los oncólogos siempre insisten en el mensaje esperanzador de que también aumenta la supervivencia. 

Según datos de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), en 2023 se registraron en la provincia de Málaga 9.780 nuevos casos (5.590 en hombres y 4.189 en mujeres). Suponen 245 anuales más que en 2022 y 1.434 más que los contabilizados en 2015. “Pero también se eleva la supervivencia, que hace dos décadas era inferior al 40% y ahora está por encima del 60%”, enfatiza la presidenta de la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM), Ana Laura Ortega. Estos porcentajes se refieren a todos los tumores en general. Aunque hay unos cánceres con unos indicadores de supervivencia más altos (mama, colorrectal) que otros (páncreas, pulmón). 

El dato de nuevos casos en 2023 en la provincia del Observatorio del Cáncer supone 27 diagnósticos diarios. En términos absolutos las cifras se incrementan: de 8.103 en 2012 -año al que se remontan las estadísticas de la AECC– a los 9.780 de 2023. La tasa –que pone los datos en relación con la población– también crece. Entonces había 494 nuevos casos por 100.000 habitantes en la provincia y el año pasado ese indicador fue de 558.  

El oncólogo y director del Centro de Investigaciones médico-sanitarias de la Universidad de Málaga, Emilio Alba, explica que el incremento del cáncer está fundamentalmente ligado al aumento de la edad media de la población. Sin embargo, añade que también se debe a una subida de los casos de tumores digestivos en edades por debajo de los 50 años, que se presupone que está relacionada con la alimentación. 

Las estadísticas de la AECC muestran una cierta estabilización en la tasa de incidencia en los años 2020 (554 nuevos casos por 100.000 habitantes), 2021 (555) y 2022 (555). El facultativo aclara que se debió al parón en los diagnósticos provocado por la pandemia. “El sistema se cerró y la gente no iba al médico”, recordó. En síntesis, que no se puede achacar a una estabilización del cáncer, sino a un infradiagnóstico “porque lo que no miras, no lo ves”. 

La tasa de cáncer es superior en hombres –654 por 100.000– que en mujeres –468–. Alba precisa que en esta patología hay un “patrón bimodal”. Hasta alrededor de los 60 años, es más frecuente entre ellas. Pero en torno a esa edad, “se cruzan las curvas y empieza a ser muchísimo más frecuente en varones”. La mayor incidencia en la población masculina se explica por el tabaquismo que hace varias décadas era más habitual en los hombres. “Y cuyas consecuencias pagan ahora, después de 25 ó 30 años”, apunta Alba. También porque hay tumores no relacionados con el hábito de fumar cuya incidencia es mayor en varones y por el impacto del cáncer de próstata pasados los 60 años. 

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2023, el cáncer es la primera causa de muerte entre los hombres, seguida de las patologías cardiovasculares. En el caso de mujeres es a la inversa. 

Los oncólogos siempre destacan el avance que han supuesto los tratamientos personalizados que permiten atacar cada tumor con las terapias más adecuadas y por lo tanto, más exitosas. Pero también insisten en la importancia de la detección precoz. La presidenta de la SAOM resalta que “cuanto más precoz es el estadío en el que se diagnostica un cáncer, más posibilidades de curación hay; incluso en aquellos que tienen peor pronóstico”. Por eso insta a la población a hacerse las mamografías, citologías o test de sangre oculta en heces de los diferentes programas de cribado. Y también a vacunarse contra el virus del papiloma humano y la hepatitis. Porque, insiste, reduce el riesgo de sufrir un tumor. O, si se padece, éste puede ser detectado en estadíos iniciales y por lo tanto las probabilidades de superarlo son mayores.

Pero Ortega también apela a la responsabilidad individual de tener hábitos saludables: no fumar, reducir el consumo de alcohol, protegerse del sol, hacer ejercicio y llevar una dieta sana. En opinión de la presidenta de la SAOM, aunque en Andalucía “estamos avanzando en los programas de detección precoz”, hay margen de mejora. Y pasa porque la gente participe aún más en esos cribados. 

Ortega también destaca el salto que ha habido en investigación en Andalucía en los últimos años, con la importante participación de los centros sanitarios en ensayos clínicos que permiten a los pacientes acceder a “los fármacos más innovadores”. Pero echa en falta “mayor inversión de la Administración pública”. Además, hace hincapié en la necesidad de más investigación porque la detección precoz no llega a todas las enfermedades puesto que hay tumores para los que no existen cribados.    

El tumor colorrectal, el más prevalente

El Observatorio de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) incluye el ranking de la incidencia de tumores en la provincia de Málaga. El colorrectal está a la cabeza, con 1.360 nuevos casos, según las estadísticas de 2023. En segundo lugar se sitúa el cáncer de mama, que el año pasado sumó 1.259 diagnósticos. El tercer puesto es para el de próstata, con 1.187. Le siguen pulmón, con 1.057 nuevos casos; vejiga, con 750; otros de piel, con 464; el linfoma No-Hodgkin, con 317; el cáncer de riñón, que el año pasado sumó 307 nuevos diagnósticos; el de páncreas, con 302; y el de estómago, con 244. Sin embargo, cuando ese listado se hace en base a la tasa (100.000 habitantes por tipo de cáncer), el de pulmón es el que se pone en primer lugar (47por 100.000). Luego se sitúan el colorrectal (26), el de mama (26), el de próstata (21), el de páncreas (15), el de hígado (nueve), el de vejiga, el linfoma No-Hodgkin, el de cerebro y la leucemia (todos estos últimos con seis por 100.000).