La doble valla entre el puerto y la ciudad
El alcalde no precisa cómo se atravesarán los seis carriles del Paseo de los Curas
Al estilo de una muñeca rusa, que encierra en sí misma múltiples muñecas de menor tamaño, el debate sobre el puerto y su apertura no tiene fin. Apagado el fuego prendido en la esquina de oro ante la idea de hacer un edificio cultural de 19 metros de alto, lo que obligaba a modificar el plan especial, el debate sobre el supermercado y la eliminación o no de la verja siguen inflamando las llamas de la polémica.
Aparentemente despreocupado por lo que la concesionaria del proyecto comercial, Iniciativas Marina de la Farola, y Carrefour contemplan en la conexión de los muelles 1 y 2, el alcalde, Francisco de la Torre, optado por poner su atención exclusiva en la verja que recorre el muelle paralelo al Paseo de los Curas. Incluso, su partido, el PP, ha iniciado una campaña de recogida de firmas y apoyo ciudadano para reclamar la desaparición de dicha estructura. Hoy firman el alcalde y el presidente provincial de la formación, Elías Bendodo.
Lo que algunos se preguntan es ¿por qué el regidor pone sobre la mesa ahora esta cuestión? Especialmente, cuando el proyecto del arquitecto Jerónimo Junquera para la reurbanización del muelle 2, sobre el que se ultima la construcción del Palmeral de las Sorpresas, fue conocido, avalado y aprobado por el Ayuntamiento allá por 2005. Un documento en el que, como informó este periódico el 21 de noviembre de ese año, se constataba, de un lado, la elevación del palmeral en 1,5 metros, y de otro, el mantenimiento, sino de la verja tradicional, sí de una separación física entre el Paseo de los Curas y el muelle 2. Sin embargo, ante lo dicho por De la Torre en la última semana, pareciera que desconocía estos elementos.
Es decir que, acertada o equivocadamente, el diseño de Junquera, que dio lugar a la contratación de la obra por parte de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA), y sobre el que no se recuerda crítica alguna por parte del equipo de gobierno del PP, marcaba que no se suprimía íntegramente la verja y que el palmeral estaría elevado. Lo que sí hacía era fijar un par de puntos intermedios en el muelle 2 para garantizar el paso desde el Parque hasta el palmeral, no ejecutados hasta ahora y que, recientemente, exigió el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde.
Pero mientras el alcalde habla de "permeabilizar" el acceso al puerto, queda pendiente establecer el modo en que los ciudadanos puedan transitar desde el Parque hasta el Palmeral de las Sorpresas sin que ello suponga un riesgo para sus vidas. Porque a la verja del puerto hay que sumar otra separación: el Paseo de los Curas. Una frontera real que aumenta en anchura, dado que la avenida, por exigencia del equipo de gobierno, obliga a retranquear la verja algo más de dos metros para poder incluir un carril más de tráfico. Es decir, que lo que tendrán que sortear, no se sabe bien cómo, de momento, los peatones son seis carriles (tres en sentido este y tres en sentido oeste).
La respuesta a esta dificultad pasa por soterrar el paseo, de forma que los ciudadanos caminen por la superficie. Incluso lo apuntaba estos días el alcalde. Pero ¿el Ayuntamiento ha previsto acción alguna para avanzar en esta línea? No lo parece cuando, según el alcalde, que defiende la permeabilidad de la ciudad con el puerto, el prioritario es el soterramiento de Cánovas del Castillo.
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