Un domingo de perros (en el buen sentido)
Fuengirola celebra en el parque fluvial la cuarta edición del día del mejor amigo del hombre
Coco sólo tenía tres meses cuando fue adoptado por Rocío Núñez en un refugio de animales de Málaga. Desde entonces este pequeño perro, que no tiene una raza definida, se ha convertido en la alegría de la casa de la familia de Rocío, hasta tal punto que ahora que está a punto de cumplir tres años se le va a preparar una fiesta de cumpleaños. Coco es sólo un ejemplo de las decenas de historias que se podían ayer escuchar en Fuengirola, ya que esta localidad celebró la cuarta edición del Día del Perro, una jornada lúdica con la que se quiere rendir homenaje al que es, sin duda, el mejor amigo del hombre.
Por cuarto año consecutivo la localidad quiere reconocer la labor social que realizan estos animales, sobre todo en lo que se refiere al ámbito profesional y como acompañamiento. Por ello, y para comenzar el acto, cientos de personas se dieron cita a las 10.30 horas en la puerta del Ayuntamiento fuengiroleño para formar parte de un desfile de lo más canino. Los dueños y sus mascotas recorrieron el paseo marítimo hasta llegar al parque fluvial, lugar en el que por primera vez se ha celebrado la fiesta.
La comitiva estuvo encabezada por la alcaldesa, Esperanza Oña, que iba acompañada por su perro Pelayo, el cual casualmente fue adoptado por la regidora en la anterior edición de esta festividad. "Son animales muy sociales que ayudan a las personas en miles de facetas. Cuestionar su papel en la sociedad es algo completamente absurdo", argumentó Oña, al tiempo que adelantó que el Consistorio sopesa instalar una escultura para reconocer a estos mamíferos peludos.
Tras unos veinte minutos de caminata, los asistentes hicieron su entrada en el parque fluvial, que había sido especialmente acondicionado para la ocasión. De hecho, 13 asociaciones y empresas colaboradoras habían instalado expositores para dar a conocer su trabajo y además conseguir fondos para mantener su actividad. Incluso se habilitó un espacio especial para que los participantes pudieran ver exhibiciones y disfrutar si querían de una sesión de adiestramiento especial.
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