La 'Doña Manolita malagueña' vuelve a repartir la suerte: 1,2 millones en diez décimos

Hasta ultimísimos momentos del sorteo de la Lotería de Navidad se ha demorado el segundo premio que ha impedido ir a almorzar a Raquel Velasco, regente de la administración de lotería La Piedad, que ha vendido diez décimos del 40014 que han dejado 1.250.000 euros en El Molinillo. "Ha sido tan tardío que pensamos, espérate, que al final para un día que vamos a poder parar un rato nos vamos a quedar sin comer", relataba en tono risueño.

Finalmente, qué cosas, es lo que ha acabado sucediendo tras salir a las 13:30, pero coincide en que ha merecido la pena. Sobre todo en la medida en que esto significa que el establecimiento, considerado como la Doña Manolita malagueña, como ella misma ha deslizado, siga en racha tras dar El Gordo en 2022 y repartir dos quintos premios el año pasado, al que se suma una larga lista desde que fue fundada por sus padres en 1987.

"Llevamos dos años seguidos y no hay dos sin tres", comentaba. "Se ha hecho de rogar, pero uno siempre mantiene la esperanza hasta el final", añadía sonriente. Quizá por esas buenas últimas experiencias tenían "la botella" y todas las cosas preparadas por si llegaba a repetirse; entre ellas, el lema con el que han vibrado y demostrado su ilusión frente a las cámaras: Lotería La Piedad, la que más premios da. Aunque lo cierto es que un poco de suerte extra, por llamarla de alguna manera, ha habido, ya que el número premiado no ha sido uno que ellos controlen al no ser para abonados. "Nada más salir, porque estábamos viéndolo, recibimos la llamada de delegación ahí supimos que algo habíamos dado".

Por el momento, relata, ninguno de los premiados se ha puesto en contacto con la administración, por lo que no saben quiénes han sido los afortunados ni cuan repartido está al haber vendido un billete completo. Son detalles, junto al bocado que se llevará Hacienda, que habrán de ir sabiéndose con un poco más de tiempo. Lo que sí tiene claro Velasco es que está feliz de repartir el premio en un barrio como El Molinillo "de toda la vida, con gente trabajadora y humilde". Algo de lo que se daba cuenta mientras emitía estas palabras, con algunos curiosos acercándose a pie a la calle Duque de Rivas, 2, donde se encuentra el establecimiento, para interesarse por lo que había repartido, cuando no directamente las animaban pitando haciendo sonar sus bocinas desde los coches. "La alegría no nos la quita nadie", afirmaba Velasco.