El duro camino hacia la docencia
Unos 5.000 aspirantes e interinos llenaron ayer las facultades de la UMA para realizar el primero de los exámenes y optar a la oferta de empleo público convocada por la Consejería de Educación
Málaga/Tres horas después del inicio del examen, los que salían de la prueba de la especialidad de Lengua y Literatura en la Facultad de Derecho no tenían precisamente cara de felicidad. "El ejercicio de análisis sintáctico de una de las partes prácticas ha sido de muchísima dificultad", decía Raúl, todavía nervioso y un poco desanimado. Él es profesor interino desde hace un año y éstas son sus segundas oposiciones. "Las he visto más complicadas que la anterior", apuntó y destacó que los tribunales habían decidido una hora antes de iniciar el examen que no se podía escribir, subrayar o marcar nada sobre el texto y eso, consideró, "complicaba mucho el análisis". "Este curso he tenido tres destinos en tres provincias, me he tenido que adaptar a centros y grupos con maneras diferentes de trabajar, no es fácil compaginar las clases con el estudio de unas oposiciones", se quejaba.
Más lo hacía el marido de una de las opositoras. Con su bebé de dos meses en brazos, sin poder controlar su llanto, sabía que tenía que volver a llamar a su mujer para que amamantara a la pequeña. Una persona de apoyo externo sacaría a la aspirante del aula y velaría para que la pareja no tuviera contacto ni ella pudiese recibir ningún tipo de información. Eso sí, los minutos perdidos de cada toma no podía recuperarlos al final. "Esto supone una discriminación y me parece además poco humano", decía Juan, profesor funcionario de Francés que ayer servía de apoyo y acompañamiento a sus amigos. "Es un sistema obsoleto en el que se demuestran conocimientos pero no quien sabe o no dar clase", consideró.
Joaquín terminó pronto su examen de Intervención Sociocomunitaria, una especialidad que se imparte en Ciclos Formativos. "Me ha salido bastante bien el tema a desarrollar pero el supuesto ha sido bastante complejo", comentaba este aspirante que se estrena este año en las oposiciones. "Se dedica demasiado tiempo, todo un curso, para un examen de cuatro horas", consideró este trabajador social que siempre le despertó un gran interés el mundo de la docencia. Principalmente por enseñar a los demás, pero también por "la situación laboral, las vacaciones, el salario y la estabilidad", apuntaba ayer este aspirante que ha tenido en su mesa 69 temas que estudiar. "Es temario no es difícil, lo es más el supuesto práctico porque todo es muy subjetivo y depende de quien lo corrija, si le gusta más o menos", indicó.
En su especialidad, Intervención Sociocomunitaria, se dará una plaza cada 8,3 opositores. Alicia, que llegaba desde Almería, quiere optar a una de ellas. "Trabajo en un colegio pero no en la pública, quiero estabilidad, por eso me he presentado", dijo, exhausta, después de realizar el examen que cree haber aprobado. "Llevaba un año y siete meses estudiando, me ha salido bastante bien", adelantó.
En esta convocatoria de 2018, la oferta de empleo público realizada por la Consejería de Educación ha supuesto una cifra sin parangón en el territorio nacional. Había 32.000 personas inscritas en el proceso y 5.404 plazas para acceder a los cuerpos docentes de Enseñanza Secundaria, Formación Profesional (FP), Escuelas Oficiales de Idiomas, profesores de Artes Plásticas y Diseño, maestros de Taller de Artes Plásticas y Diseño y Catedráticos de Música y Artes Escénicas. Pero Jesús, que se examinó de la especialidad de Latín, tuvo "mala suerte". Este pasado curso ha trabajado como profesor interino. "Cuando estás trabajando aceptas que no tienes el mismo tiempo que los que se han dedicado exclusivamente a estudiar las oposiciones", destacó fuera de su tribunal, constituido en Filosofía y Letras. "Sabíamos a lo que veníamos, no nos ha sorprendido, los textos que había que traducir eran aceptables".
En torno a 220 personas en Andalucía se han presentado a Latín. Éstos tendrán que repartirse las 40 plazas ofertadas. "Soy consciente de que la parte teórica la he desarrollado con mis conocimientos previos, no porque me hubiese estudiado el tema, así que lo que aspiro es a tener una vacante el año que viene", decía este cordobés que se había preparado 15 de los 68 temas que entraban en la prueba. "Las oposiciones son más duras para el aspirante que depende totalmente de este examen, creo yo, hay gente que lleva todo el año para esto y que no le ha salido ninguno de los temas que ha estudiado", subrayó Jesús, dispuesto a remojar penas en el mar durante el resto de la jornada.
La cara contraria, pletórica de felicidad, es la que mostraba Inma tras terminar su ejercicio de Servicios a la Comunidad, una especialidad de Ciclos Formativos. "Estoy muy contenta, he estudiado muchísimo", indicó. A sus familiares le iba relatando todo lo que había podido poner en el ejercicio y el supuesto de inserción laboral. Los suyos eran 49 temas de los que se preparó una veintena. "Y bien, bien, 16 y me ha caído uno de los que mejor me sabía", comentó sintiéndose sonreída por la suerte y confiando en que la suya iba a ser una buena nota. Unas 700 personas para 70 plazas, esa es la ratio con la que Inma se enfrenta a sus compañeros de pupitre. "Llevo todo el curso trabajando como interina, estudiando y con dos niños pequeños de 2 y 3 años, a los que he tenido que quitar la siesta para poderlos acostar a las ocho de la tarde y dedicar tres o cuatro horas a las oposiciones", relató. Eso sumado a fines de semana de encierro. Si obtiene su plaza el sacrificio habrá merecido la pena.
Cuando faltaban unos minutos para las 13:30 el campus de Teatinos volvía a llenarse de vida. Ya no se veían solamente las caras preocupadas de los familiares y acompañantes, también se palpaba la excitación de todos aquellos que, durante cuatro horas y media, volcaron en el papel gran parte de sus sueños. Cristina abandonaba la Facultad de Medicina tras realizar el examen de Inglés. "Aspiro a aprobar, el tema teórico lo he desarrollado muy bien", consideró. De su temario de 69 unidades estudió 26 y de ellas salieron tres en las bolas. Pero "el práctico no me ha convencido, para mí no ha sido fácil por los ejercicios que había, no me ha gustado el tema que han puesto", detalló. Las de ayer fueron también sus primeras oposiciones. En 2012 se las preparó pero con su posterior retirada no pudo realizar el examen. "He trabajado todo el curso a jornada completa y ha sido difícil compaginar", concluyó.
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