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Una de las actuaciones señeras del proyecto para reconvertir los usos del puerto de Málaga queda en aguas de borrajas. El complejo de negocios que la Autoridad Portuaria quería levantar en Muelle Heredia tendrá que esperar después de que el concurso abierto hace ahora más de siete meses para la construcción y explotación de las oficinas aquí contempladas haya quedado desierto. Ni una sola oferta ha concurrido al procedimiento público, según admitió ayer el presidente del ente, Enrique Linde.
Linde, lejos de sorprenderse por el nefasto resultado del procedimiento, fue claro al admitir que era una de las hipótesis que se manejaban desde el inicio del concurso, "dada la actual situación económica". "Entrada dentro de lo probable, porque no es el mejor momento para la inversión", dijo. La intención del Puerto era obtener con la concesión a 35 años de este espacio (26.500 metros de techo de uso terciario) unos nueve millones de euros como canon global. La adjudicación incluía la ejecución de los inmuebles de oficinas (que permiten uso comercial en la planta baja) y de 600 plazas de aparcamiento, así como un edificio destinado a albergar a la Aduana, dado que sus actuales dependencias tienen que ser demolidas.
Ante este traspiés, Linde indicó que a partir de este momento, "con las mismas condiciones de la oferta", se buscará de forma directa alguna empresa o inversor que esté interesado en el proyecto. "Era una de las opciones contempladas claramente desde que se inició el concurso", insistió el presidente de la Autoridad Portuaria, que expuso que por el momento no hay ninguna opción a la vista. Lo ocurrido con el complejo terciario de Muelle Heredia se suma al complejo desarrollo en el que se han visto envueltas otras piezas del Plan Especial del Puerto, como fue el uso ciudadano de los muelles 1 (espacio comercial) y 2 (que actualmente ocupa el Palmeral de las Sorpresas).
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