Elecciones andaluzas: El cartero podrá recoger por primera vez en Andalucía el voto por correo

Tras la entrega en mano al elector de las 18 papeletas, podrá retirar el sobre con su voto

Elecciones andaluzas: La batalla por Málaga está servida

Un funcionario del Instituto Nacional de Estadísticas con cajas de papeletas para el voto por correo.
Un funcionario del Instituto Nacional de Estadística con cajas de papeletas para el voto por correo. / L. G.

Málaga/Por primera vez en Andalucía, el cartero que lleve a los electores las papeletas para que voten por correo en las próximas elecciones autonómicas podrá, en el mismo acto, recoger su voto. Es una novedad motivada por la pandemia, que ya se ha aplicado en otras comunidades, pero que hasta ahora no se había utilizado en esta región. "El sistema tiene todas las garantías y es comodísimo; ojalá dejen esta opción para siempre porque evitará luego las colas ante Correos", destaca el director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en Málaga y de la Oficina del Censo Electoral (OCE), Antonio Requena.

Cuando una persona solicita el voto postal, la OCE le envía por correo las papeletas de todas las candidaturas que participaban en los comicios, el sobre para meter la elegida y la certificación que acredita que está inscrito en el censo. El cartero debe entregar esta documentación en mano al elector (Si no está, le deja un aviso para que la recoja en la oficina postal). Luego, éste debe llevar el sobre con su voto al correo.

La novedad en estas elecciones es que, si el elector lo desea, tiene la opción de ahorrarse ese desplazamiento: tras recibir las 18 candidaturas de manos del cartero, elige la que desee, la mete en el sobre y se la devuelve. "El cartero no puede hacer un cambiazo, hay plenas garantías", aclara Requena. Si lo prefiere, la persona puede utilizar el sistema anterior e ir a Correos a entregar su voto.

La actividad es frenética en la Oficina del Censo Electoral de cara al 19J. Los 65 funcionarios ya trabajarán sin días de descanso hasta que pasen las elecciones. Cuentan con el apoyo para la ocasión de una quincena de trabajadores de una empresa externa. Ahora están trabajando contrarreloj para cumplir con todas las peticiones de voto por correo.

Empezaron con el Censo de Españoles Residentes Ausentes (CERA), los electores que viven en el extranjero y que han pedido el voto por correo. Las fechas suelen estar ajustadas para cumplir trámites y plazos. "Así que en cuanto recibimos las papeletas, calientes, las primeras las enviamos a los que están fuera de España, porque tienen que llegar hasta Australia si hace falta", explica Requena. En esta ocasión, ha habido 2.282 solicitantes.

Luego se dedican a remitirle esa documentación a los que han solicitado el sufragio postal desde cualquier punto de España o incluso desde la propia Málaga. En estos comicios, casi 30.000 electores.

"Llevamos prácticamente desde noviembre trabajando en este proceso electoral, desde que empezó a oírse el runrún de que podía haber elecciones", explica el director del INE. Y son muchas las tareas. Sus funcionarios depuran el censo y dan el visto bueno a los colegios electorales. Porque los ayuntamientos proponen lugares de votación, pero luego es la OCE la que les da o no luz verde. Además, remite las tarjetas censales a los domicilios para que cada elector sepa dónde tiene que votar. Si hay cambios, también debe comunicárselos. Otra labor es comprobar que los candidatos de los partidos cumplen los requisitos para serlo y darles el ok para que entren en liza. Y también acreditar a los interventores de las meses. En definitiva, una serie de trámites que no son burocracia, sino garantías para la limpieza del proceso electoral.

Incluso después que pasen las votaciones, el 22 de junio, en la Ciudad de la Justicia, funcionarios de la OCE tienen que encargarse del escrutinio oficial.

Así que durante varias semanas, unos 80 trabajadores -entre los del INE y los de la empresa externa que les da apoyo- trabajan intensamente para hacer posible el proceso electoral. Una tarea de la que Requena se siente orgulloso porque, aunque pasa desapercibida para la mayoría de los ciudadanos, es imprescindible para el ejercicio de un derecho fundamental: el del sufragio.

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