Las mejoras reducen los embarazos múltiples en tratamientos de fertilidad
Reproducción asistida
Los especialistas insisten en que siempre que sea posible debe ponerse sólo un embrión
El objetivo es evitar riesgos para ella y su posible descendencia
Málaga/Dos bebés de la misma edad en un cochecito por la calle resultan muy simpáticos. Pero Carmen Segura, embrióloga del Centro Gutenberg con tres décadas de experiencia en reproducción asistida, advierte que siempre un embarazo múltiple entraña riesgos tanto para la madre como para los niños.
De ahí el empeño de estos especialistas en cambiar la mentalidad de las parejas de tener dos hijos a la vez, ahora que con la mejora de los tratamientos se consiguen mayores tasas de embarazo incluso con un único embrión. “Hay parejas que llevan mucho tiempo anhelando la maternidad y les da igual que vengan dos. Dicen ‘que sean dos y hemos terminado’. Siempre tenemos en cuenta los deseos de la pareja, pero el equipo médico debe velar por la salud de la madre y de sus posibles descendientes”, señala Segura.
Afortunadamente, los tratamientos de reproducción asistida en los que se transfiere a la madre un solo embrión han aumentado. Ello a su vez implica una reducción del número de embarazos múltiples, con los riegos que conllevan. El avance se ha logrado “sin penalizar la tasa de embarazo en los tratamientos, que roza el 90%”, según la clínica.
Los riesgos para la madre en un embarazo múltiple son diabetes, hipertensión, más posibilidades de cesárea y de complicaciones en el parto. Para el bebé son prematuridad, bajo peso e inmadurez pulmonar.
De ahí que a la hora de un tratamiento de reproducción asistida, Segura insista: “Tenemos que concienciar a las parejas que hay que intentar evitar los embarazos múltiples siempre que sea posible”. La especialista aclara que si los embriones son de buena calidad y han alcanzado un desarrollo avanzado, poner dos no aumenta las probabilidades de embarazo, y sí las posibilidades de una gestación múltiple, con los riesgos que acarrea.
Los resultados varían según se haga la fecundación in vitro (FIV) con óvulos propios o de donante. De acuerdo a los datos de la clínica, el 23% de los ciclos de FIV con ovocitos de la propia madre se hacen transfiriendo un solo embrión y la tasa acumulada de embarazo es del 87%. En el caso de fecundación in vitro con óvulos de donante, el 66% de los ciclos se llevan a cabo con un único embrión, siendo la tasa de embarazo del 94%.
En mujeres de 40 años o más, los resultados con óvulos propios son peores porque debido a la edad de la madre, los embriones suelen estar alterados cromosómicamente. Para aumentar las probabilidades de conseguir un embarazo, en estos casos los especialistas tienden a poner dos embriones. Pero cuando la paciente tiene 44 ó 45 años y recurre a óvulos donados –como estos son de mujeres jóvenes y de calidad–, siempre que sea posible se transfiere un solo embrión. El Centro Gutenberg detalla que la tasa de gestación múltiple ha descendido en la clínica un 15% en los últimos años y que en la actualidad se sitúa en el 17%.
Dado que los avances permiten ahora transferir menos embriones, pero con más éxito; la tendencia de los centros de reproducción asistida es poner sólo uno –siempre que sea de buena calidad– y criopreservar el resto.
En tres décadas, los avances en reproducción asistida han sido revolucionarios y cada vez más llevan alegría y niños a miles de hogares.
Un registro nacional de donantes para dar más seguridad
La Ley de Reproducción Asistida, por razones médicas, estipula que los donantes de esperma, óvulos y embriones como máximo pueden tener seis hijos nacidos vivos, incluidos los suyos. Pero hasta un año no había un registro nacional que garantizara que esa obligación legal se cumplía ya que cada centro tenía sus propios listados. Desde finales de 2017, las clínicas paulatinamente se están incorporando al Sistema de Información en Reproducción Humana Asistida (Sirha) por el que se crea el Registro Nacional de Donantes de Gametos.
“El Ministerio de Sanidad va marcando la entrada de cada centro. Es más trabajo administrativo, pero cuando se le coge el pulso no es tan complicado. Nosotros vamos sobre ruedas”, señala el director médico de la Unidad de Reproducción del Centro Gutenberg, Claudio Álvarez. La clínica fue la primera de la provincia en incorporar el Sirha.
El registro tiene dos ventajas. Por un lado, ahora los centros sabrán si un donante ya ha cumplido su tope. Antes, al no haber un registro nacional podía donar en varias clínicas, mentir y exceder del límite. Por otro, también dará más seguridad en caso de que sea portador de enfermedades genéticas, dado que si es rechazado en un centro por esta razón, quedará asentado en el registro. Álvarez aclara que el anonimato de donante y receptor se mantiene. “Todo sigue igual en ese aspecto, pero mejora la seguridad”, precisa.
La demanda de un registro nacional de donantes era una reivindicación que la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) enarbolaba desde hacía más de 10 años. Finalmente se ha creado por imperativo de la Unión Europea. “El Ministerio se puso las pilas cuando lo obligaron”, apuntó el ginecólogo. Álvarez defendió que los centros trabajan de forma legal y seria, pero insistió en que para dar más seguridad a usuarios y profesionales faltaba este registro.
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