Los empleados de hostelería barajan hacer varias huelgas en agosto

Huele a huelga en la hostelería malagueña en pleno agosto. Aún no ha sido convocada de forma oficial pero, si no cambian las divergentes posturas de empresarios y sindicatos en las próximas semanas, será difícil que haya un fin distinto. Por ahora, los sindicatos CCOO y UGT han convocado dos concentraciones de protesta por la falta de acuerdo en el convenio colectivo. La primera tendrá lugar el viernes 18 de julio a las 11:00 en la puerta de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), en Torremolinos, y la segunda será el jueves 24 de julio en la entrada de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), situada en Málaga capital.

La asamblea de delegados que se celebró ayer no puso reparos a esta opción defendida por Lola Villalba y Mónica Palomo, dos dirigentes provinciales de CCOO y UGT que han estado en la mesa de negociación, pero cuando acabó la reunión, que apenas duró una hora, se oyeron gritos de "huelga, huelga" entre los asistentes. Salvo que haya un cambio de postura radical por cualquiera de las dos partes, se da por hecho de que va a haber huelga en agosto e incluso en fechas distintas. "Como se nos pase julio y agosto ya hemos perdido la presión", destacó uno de los asistentes, a lo que Villalba y Palomo respondieron que "no se descarta" la realización de la huelga. De hecho, ya tienen una idea bastante definida de cómo irán los tiros. Tienen claro que harán "dos o tres días de huelga consecutivos" a principios y a mediados de agosto. En Huelva, por ejemplo, tampoco han suscrito el convenio y los sindicatos han convocado huelga los días 1, 2, 3, 15, 16, 29 y 30 de agosto. Málaga no sabe aún si la hará en los mismos días, pero la intención de CCOO y UGT es que, en caso de que finalmente haya paros en la Costa del Sol, solicitar el permiso a la Subdelegación del Gobierno en Málaga en julio para coincidir con la huelga en Huelva. Granada y Jaén están en la misma tesitura.

La mesa de negociación del convenio colectivo de hostelería se rompió el pasado miércoles, tras diez meses de reuniones. Las representantes sindicales esgrimieron ayer los argumentos que ya narraran a este diario el pasado 2 de julio. Uno de los principales conflictos viene motivado por la jornada laboral. Los representantes sindicales aseguran que la patronal les ha exigido trabajar más de 40 horas a la semana durante los meses de verano, algo que, en su opinión, supondría una carga extra a una plantilla ya saturada y que no tengan cabida los temporales y los fijos discontinuos. "No estamos dispuestos a que revienten al trabajador y volver a las jornadas maratonianas de los años 60", aseguró Palomo.

El salario es otro de los puntos espinosos. Los sindicatos piden una subida acumulada en tres años del 4,5% y los empresarios ofrecen el 2,5%. Hay también disparidad de criterios sobre los ascensos, los días de asuntos propios, los derechos de las parejas de hecho o la acumulación de jornadas por lactancia.

"Es verdad que la rentabilidad no es la de antes y que los costes sociales son altos, pero no estamos dispuestos a poner en el convenio barbaridades porque la patronal quiere legalizar en el convenio todos los abusos que se están dando en el sector", dijo Villalba. La crisis está abierta y, si no hay acuerdo en los próximos días, habrá huelga en la Costa del Sol en agosto.