El comité de empresa de Emasa rechaza su posible privatización

Los representantes sindicales critican que las declaraciones del alcalde de Málaga sobre esta posibilidad conllevan "la incertidumbre de la plantilla sobre su futuro"

R. Garrido / Málaga

22 de julio 2011 - 01:00

La reacción de los sindicatos representados en el comité de empresa ante la posible privatización parcial de la Empresa Municipal de Aguas de Málaga (Emasa) no se ha hecho esperar. Tanto CCOO como UGT mostraron ayer su rechazo a la posibilidad que el pasado martes planteó el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, ante el interés manifiesto de alguna empresa privada como Aquagest para hacerse con la gestión del servicio municipal.

El anuncio del regidor malagueño no ha sido bien acogido por los trabajadores después de que los representantes sindicales del comité de empresas -que forman CCOO, UGT, CSIF y USO- hayan estado manteniendo varias reuniones en los últimos meses con la dirección de Emasa dada la elevada deuda que arrastra y que supera los 192 millones de euros. Según CCOO, en estos encuentros se perfiló un plan de viabilidad en el que se recogían varias actuaciones "que ayudaban a la contención del gasto, fomentaban los ingresos y garantizaban el mantenimiento de todos los puestos de trabajo".

Por este motivo, el sindicato solicitó que se barajen "todas las alternativas posibles" con el comité de empresa antes de recurrir a la privatización parcial de Emasa, de la que se quejó por la escasez de información ante las posibles negociaciones que el Ayuntamiento haya podido mantener con el grupo Agbar, al que pertenece la empresa Aquagest.

Esta situación, denunció CCOO, "sólo conlleva a la incertidumbre de la plantilla sobre el futuro de sus puestos de trabajo". El sindicato defendió que la gestión municipal "debe partir siempre desde el servicio de gestión pública, máxime cuando se trata de un bien esencial para la ciudadanía como es el agua", por lo que advirtió que no se puede gestionar una administración pública como si de una empresa privada se tratara porque el servicio público "es una garantía de democracia si la gestión también lo es".

UGT también desaprobó la intención del Ayuntamiento de la capital de apostar por la participación público-privada en la gestión del agua "cuando de todos es sabido que ha agotado su capacidad de endeudarse teniendo que ser Emasa, como sociedad anónima creada con el 100% del capital municipal, la que tiene que pedir y pagar los créditos para abonarlos al Consistorio".

Los responsables sindicales criticaron que los avances realizados por parte del ayuntamiento de la capital para privatizar Emasa "a espaldas de la representación legal de los trabajadores nos hace sospechar lo peor" e insistieron que a la larga "repercutirá en el bolsillo de los ciudadanos".

Para evitar suspicacias, el sindicato UGT consideró necesaria "una rectificación pública" por parte del alcalde de la ciudad y que apueste por el sector público para seguir prestando este servicio.

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