Empresarios y agricultores de Málaga reclaman una negociación con EEUU por la guerra arancelaria
La CEM alude a una “diplomacia inteligente” y Asaja cree que la medida coloca a la provincia en una posición de “debilidad” frente a países ajenos a la UE, con aranceles más bajos
Así afectan los aranceles de Trump a Andalucía

Málaga/Málaga exporta a Estados Unidos productos por valor de 291 millones de euros anuales, 247 de ellos son alimentos y bebidas. Todos van a sufrir la imposición de aranceles del 20% a partir del 19 de abril después del anuncio del presidente norteamericano, Donald Trump, que ha convulsionado al mundo. Los empresarios malagueños aconsejan usar la diplomacia inteligente y los agricultores, que se negocie, porque lo que puede suceder, según los expertos, es que los productos malagueños y de la Unión Europea (UE) sean sustituidos por otros que provengan de países que no arrastrarán aranceles tan altos.
La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) ha reaccionado hoy por boca de su secretaria general y vicepresidenta ejecutiva, Natalia Sánchez, ante la guerra arancelaria. "Entramos en una nueva fase de este pico de tensión comercial, a nivel global. Evidentemente, nos preocupa el efecto que puede producir en la economía española, la andaluza y, por supuesto, en nuestra provincia. EEUU es el cuarto destino al que más exportamos desde Málaga, por detrás de Francia, Italia y Portugal”, dice, y añade: “2024 ha sido, además, un año con buenos resultados, aumentando nuestras exportaciones en más de un 30%, ya que es un país con un gran potencial de crecimiento comercial para nosotros”.
“En este contexto, tenemos como protagonista al aceite de oliva, que concentra la mayor parte de los productos exportados a EE.UU. Habrá que ver qué grado de afección va a tener el sector. Un sector, el agroalimentario en general, que lo ha pasado mal estos últimos ejercicios, debido a la sequía pero también al endurecimiento de la regulación normativa y al continuo aumento de los costes sociales y laborales para las empresas. Precisamente, venía tomando oxígeno gracias al aumento constante de las exportaciones. No olvidemos que arrastra, además el arancel que ya se impuso en 2018 a la aceituna de mesa”, declara, para indicar que habrá que estar también atentos al sector tecnológico, que “guardaba perspectivas de crecimiento muy positivas en el mercado de EEUU”.
La UE ya ha anunciado medidas. “Y, más allá de los aranceles que se le puedan aplicar a EEUU, pensando en esa diplomacia inteligente, que desde las organizaciones empresariales venimos demandando. Al mismo tiempo, buscando nuevos destinos comerciales, trabajando para ampliar y diversificar los países que importan nuestros productos, con un alto valor cualitativo y competitivo”, precisa, para pedir luego cautela, por la gran tensión internacional existente. “Debemos mantener el equilibrio y defender nuestros intereses, pero desde la proporcionalidad", ha dicho.
El presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores (ASAJA), Baldomero Bellido, ha deseado que se haya negociado todo lo posible para intentar evitar los aranceles, que afectan a todo el mundo. “La guerra arancelaria va a perjudicar a todos, a los ciudadanos del mundo y a los americanos. En este caso para España, que está dentro de la UE, no se ha hecho un trato diferenciado como sí ocurrió con el tema de la aceituna negra y española”. Ello no ocurrió con las aceitunas negras portuguesas, italianas o griegas. “Nos deja en una situación de debilidad, si bien es cierto que el aceite de oliva, el producto alimentario que más se exporta, ha bajado de precio, con lo cual este incremento no se va a ver repercutido en un incremento de precio para el consumidor final americano, pero nos sitúa en una situación de debilidad porque, al igual que Europa nos han impuesto un 20%, a países competidores como Marruecos, Argentina o Turquía se le ha impuesto sólo un 10%, o a Egipto”, ha dicho.
“Ese 10% sí lo vamos a tener de merma, estos países ya de por sí con unos menores costes de producción y menores garantías alimentarias, están pudiendo poner su producto allí con menor precio”, ha destacado. “El sector se plantea negociar dentro de lo posible para adaptarse a esta nueva situación, que es generalizada”, ha reseñado, reconociendo que la UE y España “han reaccionado rápido” anunciando, indica, compensaciones a todas las compañías que van a tener pérdidas en el mercado. Especialmente afectado se verán la aceituna de mesa y el aceite de oliva, reclama, aunque será menor la afección al sector del vino, explica, sobre todo porque estas ventas al exterior no superan los seis millones de euros anuales. Ha recordado que, en el caso del aceite, buena parte de los aranceles, al menos en esta coyuntura, serán absorbidos por la enorme bajada de precio que experimenta el oro líquido en los últimos meses.
El Colegio de Economistas, por su parte, destaca los datos de exportación de aceites a EEUU: 221,9 millones en 2024, 913 millones en Andalucía y 1.149 en España. En el primer trimestre de 2025 se ha exportado en aceites 20,8 millones en Málaga a EEUU (65 millones en Andalucía y 76,8 en España). Se observa una disminución de este capítulo en el primer trimestre.
El total de exportaciones agroalimentarias es de 247,6 millones de euros (de Málaga a Estados Unidos), por lo que la aplicación de los aranceles supondría el pago de 49,5 millones de euros en este concepto, lo que incrementaría, en la misma proporción, los precios.
Dcoop, por su parte, ha indicado hoy que, “a falta de conocer más detalles, el anuncio de imposición de aranceles supone un encarecimiento de los productos agroalimentarios, que acabarán trasladándose a los clientes y está por ver cómo puede afectar al consumo”. La firma, además, ha recordado que el incremento de precios de alimentos “no es una buena noticia para el ciudadano de EEUU, país donde no se producen muchos o en suficiente cantidad. Tal es el caso del aceite de oliva, donde este mercado consume cerca de 400.000 toneladas y solo produce 10.000. La imposición de aranceles por igual a la Unión Europea sitúa a todos sus países productores (España, Italia, Portugal, Grecia) en igualdad de condiciones. Esperamos que ese incremento del precio del 20% suponga la menor caída posible del consumo estadounidense partiendo de los actuales niveles bajos del aceite”, subraya la entidad olivarera, que añade: “Está por ver qué ocurre con el vino, si se queda en el 20% o llega al 200% como anunció el presidente Donald Trump hace unos días”.
Precisamente esta es “la preocupación que trasladamos, que nuestras Administraciones (europea y española) no defiendan nuestros intereses. La UE debe responder a esta nueva situación contundentemente y defender los intereses de todos los productores europeos. Y no debe caer en la tentación de dividirse según los intereses de cada país o según qué producto. Estamos ya hartos de que el sector agroalimentario sea el pagano de los acuerdos comerciales donde se prima el interés de otros, como el siderúrgico o el automovilístico”.
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