Casi 10.000 enfermeros de Málaga prevén protestas este otoño por reivindicaciones “históricas”

Más plantillas, actualización de la bolsa y desbloqueo de la carrera profesional, entre las demandas

Málaga tiene la mitad de enfermeros por habitantes que la media europea

Cartel colocado por Satse en el Hospital Regional en el que se advierte de la falta de enfermeros. / Javier Albiñana

Creación de puestos para cubrir déficit estructurales que arrastran desde hace años, medidas para evitar la fuga de profesionales, desbloqueo de la carrera profesional, actualización de la bolsa, “correcta” clasificación de la categoría en el nivel A, implantación de la enfermera escolar en “todos” los centros educativos, desarrollo de las especialidades de la profesión... El listado que hacen los enfermeros suma en torno a una decena de reivindicaciones “históricas”. La mayoría frente el Servicio Andaluz de Salud (SAS), pero también alguna para el Gobierno central. 

“Reclamamos mejoras para el colectivo que son económicas, profesionales y de competencias”, explica el presidente del Colegio de Enfermería de Málaga, José Miguel Carrasco. En la provincia, hay unos 9.700 enfermos colegiados a los que afectan estas demandas “desoídas” por las Administraciones. 

Esta semana, finalizado prácticamente el periodo estival, el Consejo Andaluz de Enfermería (CAE) y el Sindicato de Enfermería (Satse) volvieron a alzar la voz para reiterar las reivindicaciones pendientes. “Esto es el Día de la Marmota, son demandas históricas a las que la Administración no pone remedio. La nueva consejera tendrá que darnos respuesta y si no, retomaremos las movilizaciones”, advirtió el secretario provincial de Satse, Juan José Sánchez.  

Entre ellas, la actualización y unificación de la bolsa. “El compromiso era que estuviera actualizada en marzo y todavía sigue pendiente”, apunta Carrasco. 

Otra demanda es la “necesaria creación de puestos de trabajo estructurales” que hacen falta para afrontar el incremento de población. El Colegio, el CAE, Satse y los profesionales llevan años denunciando los déficit. En el Hospital Regional, por ejemplo, el sindicato estima que faltan unos 300 enfermeros. Y en Atención Primaria de la provincia, el SAS tiene aprobada la creación de 83 plazas de enfermeros para descargar los centros de salud más saturados, pero igual que los médicos –que van en tándem en el equipo– aún no han llegado. Los últimos datos sitúan a Málaga como la penúltima provincia de España en la proporción de enfermeros por población. Según el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2022, la ratio europea se sitúa en 8,5 profesionales por cada 1.000 habitantes. España está peor, puesto que la relación es de 6,4. Y Andalucía se sitúa aún por debajo, con 5,4. Pero es que Málaga se posiciona más bajo todavía, con una ratio de 5. Según estimaciones del Colegio, en la provincia, entre la sanidad pública y la privada, faltan unos 6.000 enfermeros, lo que se traduce en sobrecarga de trabajo en los centros.  

El colectivo también pide el “desarrollo efectivo” de la carrera profesional que está “paralizado”, pese a que fue aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía en diciembre de 2023. Este bloqueo supone una merma económica que varía según el nivel de cada profesional. 

Otra demanda es la implantación de la enfermera escolar en “todos” los centros educativos andaluces. Carrasco recuerda que la inexistencia de esta figura –creada ya en otras comunidades autónomas– obliga con frecuencia a los padres a dejar sus trabajos para acudir al colegio a poner un tratamiento o incluso a los niños a ausentarse de clase. 

Al Gobierno central, le reclaman la correcta reclasificación en el grupo A. Los enfermeros están en un subgrupo (A2) que, además de suponerles un ingreso salarial menor, les impide acceder a cargos de gestión y dirección (limitados al A1). Para el CAE y Satse, se trata de una “discriminación profesional y laboral”. Pero es más. Denuncian que de hecho realizan esas labores. De manera que se dan “situaciones aberrantes ya que hay enfermeras y enfermeros que dirigen unidades de gestión clínica, pero tras su nombramiento son denunciados”. Por ello reclaman al Gobierno central –que es el que tiene la competencia– esa reclasificación. A la Junta le piden que inste al Congreso a modificar el Estatuto Básico del Empleado Público que contiene esa clasificación profesional que, argumentan, quedó “obsoleta” tras la reestructuración que supuso el Plan Bolonia.

También urgen a que se acabe con la precariedad laboral que espolea la fuga de profesionales. En el primer semestre, el Colegio malagueño perdió unos 200 enfermeros que tramitaron el expediente para trasladarse fuera de Andalucía. Una realidad que desde el colectivo se achaca a la corta duración de los contratos y la falta de estabilidad. 

Entre el listado de reivindicaciones, los enfermeros también incluyen la plena implantación de las especialidades enfermeras y la de aquellas que siguen pendientes, “con el consiguiente desarrollo del mapa competencial”. 

El colectivo lleva mucho tiempo enarbolando estas demandas. Ya la pasada primavera los profesionales se concentraron ante el Ministerio de Función Pública por la reclasificación en el grupo A. Y a principios del verano, participaron en un paro parcial para exigir al SAS el cumplimiento de acuerdos firmados. Ahora advierten que volverán las protestas en otoño si no hay respuesta a sus reivindicaciones.  

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