"Los equipos de fútbol son muy pejigueras, pero les hemos cogido el truco"

andrés roldán. empresario

El fundador de Football Impact destaca el liderazgo de la Costa del Sol en turismo deportivo

En invierno traerán a unos 180 equipos de fútbol para entrenar y jugar partidos amistosos

Andrés Roldán posa en uno de los campos de fútbol de Marbella. / Fotografías: Elisa Moreno
Ángel Recio

20 de noviembre 2016 - 02:08

Iba a ayudar a un amigo gestionando unos campos de fútbol en Marbella durante, como máximo, dos meses y no solo lleva más de 11 años en el sector sino que se ha convertido en uno de los principales expertos del país en la atracción de equipos nacionales e internacionales a España para realizar concentraciones y partidos amistosos. Solo en esta temporada de invierno vendrán a la Costa del Sol más de un centenar de equipos profesionales, entre los que se encuentran el Inter de Milán o el Borussia Dortmund, entre muchos otros, contribuyendo así a aumentar la oferta turística de esta provincia y reducir la estacionalidad.

-¿Qué le llevó a dirigir una empresa ligada completamente al fútbol?

-Fue por casualidad, como suelen pasar los cosas. En Marbella había unas instalaciones deportivas llamadas MPF-Marpafut en las que captaban a equipos de fútbol extranjeros en invierno. Buscaban a un director y me ficharon porque hablo tres idiomas. Quería estar un par de meses y todavía sigo. Lo que pasa es que un par de años después de llegar decidí montar una agencia para llevar equipos no solo a Marbella sino a varios sitios de la Costa del Sol. Lo hice con Enrique Pérez, que lo conocía de Marpafut, porque estaba convencido de que íbamos a triunfar porque había necesidad. Había equipos que querían venir a entrenar a Málaga pero no había infraestructuras ni nadie que diera un buen servicio. A raíz de eso montamos Football Impact y está siendo un éxito desde el primer día. Ya hemos traído unos 2.000 equipos y vamos a más.

-Empezaron con dos equipos en 2005. El crecimiento ha sido espectacular.

-Sí. Empezamos con muy poco dinero. Mi socio Enrique dice que cuando empezamos pedíamos un café con dos cucharas para compartir [se ríe]. Lo importante es que se ha ido corriendo la voz y que los entrenadores vienen con los diferentes equipos en los que estén.

-¿Cómo atraen a todos esos equipos ante una competencia mundial?

-Vienen a Málaga por confianza y seguridad, porque saben que están bien las infraestructuras, el servicio, los partidos que organizamos porque pueden jugar con muchos rivales. La Costa del Sol ofrece un gran clima y se han hecho en los últimos años bastantes campos de fútbol, municipales o privados, de un nivel alto para equipos profesionales. El aeropuerto de Málaga es además clave porque vienen equipos de todo el mundo. Hemos tenido equipos americanos, asiáticos, europeos o africanos. La semana pasada tuvimos a la selección absoluta de Costa de Marfil que vino aquí a preparar un partido contra Francia.

-¿Qué plantilla tiene su empresa?

-Empezamos dos y ahora somos 45 fijos, aunque en invierno aumentamos hasta 80 empleados.

-¿Qué competencia tienen en España?

-Una de la que tenemos es La Manga (Murcia), donde tienen dos centros. La Federación de Noruega tenía allí una concesión de 25 años que cumple en 2017 . Nosotros ya lo tenemos encaminado para que esa concesión venga a la Costa del Sol a partir de 2018. Ha sido fácil convencerles y vendrán unos 50 equipos de primera y segunda división. Han sido ellos mismos los que nos lo han pedido. Nos invitaron a participar en un concurso donde también estaba Turquía, Dubai o Portugal y hemos ganado nosotros.

-Habla usted de Turquía. Me comentaban hace unos días que este país había ofrecido a los dos equipos de Manchester avión y alojamiento gratis para que hicieran allí su pretemporada. La competencia es voraz.

-Gratis y encima pagándole millonadas para que fueran allí. El Manchester United o el City, como el resto de equipos de ese nivel, transmite y es imagen para un país. Turquía no es ahora un destino seguro. Nos da lástima porque el sector lo está pasando mal allí. A nosotros nos ha ayudado a aumentar un poco las reservas, pero la verdad es que estamos creciendo desde el primer año. Con Turquía segura e insegura. Turquía tiene una planta hotelera enorme, moderna y más barata, pero no tiene el entorno que hay en la Costa del Sol. Allí fuera del hotel no hay nada, mientras que en Málaga los equipos salen a pasear, comen fuera, hacen compras... Es un plus que nos da ventaja.

-¿Qué nuevos proyectos tienen en mente? Han hecho campos en Alicante.

-Tenemos una clientela muy fiel y cuando ya llevan cinco o seis años seguidos en Málaga nos piden variar, por lo que tenemos que sacarlos un año fuera. Hay un hotel nuevo en Alicante que nos interesaba, les hemos construido unos campos de fútbol anexos que están prácticamente acabados y vamos a trabajar allí. Es una estrategia comercial, pero nuestra base sigue siendo Málaga.

-¿Son muy pejigueras los equipos de fútbol?

-Muchísimo, pero les hemos cogido el truco. Se han convertido en amigos. Todos los equipos son iguales, solo que unos piden más lujos y otros menos. Lo que quieren es un campo de fútbol en perfectas condiciones, un hotel al lado del campo o que no esté a más de 15 minutos en autobús y hay que darle muy buena comida. Les decimos a los hoteles que, al menos el primer día, pongan mucha comida y lo decoren todo porque si la primera comida no les gusta por algo ya empiezan los futbolistas a quejarse. Una pretemporada puede durar una semana, dos y hasta más. Por ejemplo, el nuevo equipo de Pellegrini, uno chino, va a venir a Marbella 26 días y esos son muchos días por lo que si el primer día ya no están contentos se complica. También nos piden que les organicemos muchos partidos amistosos con rivales similares o mejores que ellos para ver en qué nivel se encuentran. La mayoría pide dos partidos.

-¿Qué equipo le ha llamado más la atención en todos estos años?

-En 2002 vinieron el Lokomotiv de Moscú, que tenía que jugar Champions contra el Madrid, y el Dinamo de Kiev, que debía jugar contra el Oporto. Llegaron una semana antes para prepararlos. Yo acababa de empezar en esto y aprendí mucho con el Lokomotiv, cuyo entrenador entonces es curiosamente el mismo que hay ahora. El presidente de ese club no pudo viajar, pero como era un magnate le tuvimos que hacer una producción televisiva solo para él para que pudiera ver los partidos de preparación. Un canal de televisión solo para él. Ese año recuerdo además que el Lokomotiv quería ir a un hotel de Marbella en el que ya estaba el Dínamo. El entrenador se enfadó, pero los tuvimos que alojar en otro hotel en Estepona. No querían pero no había otra cosa. Hicieron un buen partido contra el Madrid, aunque perdieron, y les trajo suerte, por lo que ya siempre pidieron ir al mismo hotel de Estepona. Hay miles de anécdotas porque el fútbol es una gran familia.

-¿Cuál ha sido el equipo más problemático?

-Ninguno, pero sí es verdad que muchos cuando vienen por primera vez piensan que van a obtener mejor servicio si dan mucho la lata. Luego se dan cuenta de que está todo organizado y se tranquilizan. Los más difíciles de tratar son los equipos chinos, porque para lo que nosotros es verde para ellos es amarillo y viceversa. Tienen otras costumbres y muchas veces chocamos.

-¿Los grandes equipos son más sibaritas?

-Los equipos grandes tienen una organización perfecta de arriba a abajo y nos facilitan mucho el trabajo.

-¿Es la primera vez que traerán al Inter de Milán?

-Sí, pero hemos trabajado mucho con equipos italianos. Hemos tenido a la Fiorentina en varias ocasiones cuando la entrenaba Prandelli, que ahora está en Valencia. Este año nos hace gracia que viene el Nantes, un equipo francés a cuyo entrenador, René Girard, le encanta venir a Málaga esté en el equipo que esté aunque sea para dos días. En esta ocasión viene del 1 de enero hasta el 5. Estuvo aquí con el Lille, con el Montpellier que ganó la liga francesa ese año... Es un encanto de persona, con mucho carisma.

-Esta temporada de invierno prevén traer a la Costa del Sol a 112 equipos de 29 países con casi 5.000 futbolistas. Debe ser una locura organizar todo.

-El año pasado llegamos a 120 en invierno y este año creo que vamos a llegar a los 180 equipos porque en enero empezamos a vender para la ocupación en marzo. En marzo hay parón de selecciones que juegan amistosos y ahí siempre metemos varias. La semana pasada, por ejemplo, hemos tenido a la vez 10 equipos (cinco selecciones sub 19, dos absolutas, dos sub 21 y un equipo de segunda división). Pinta muy bien.

-¿Qué repercusión tiene eso en el sector turístico? El presidente de la Diputación, Elías Bendodo, hablaba esta semana de 6,5 millones de euros.

-En enero, febrero y parte de marzo se hicieron 44.000 pernoctaciones hoteleras y nos sentimos muy orgullosos. Hay hoteles que se mantienen abiertos en invierno gracias al turismo deportivo que les llevamos. A los hoteles les gusta estar abiertos, en la medida de lo posible, porque si cierran se quedan fuera del circuito comercial y el personal así no va al paro. Nosotros ponemos nuestro granito de arena, pero si entre todos sumamos muchos granitos la famosa estacionalidad turística en la Costa del Sol se puede evitar. El turismo deportivo va aumentando año tras año.

-¿Se plantean captar a equipos de otros deportes?

-No hemos tenido tiempo pero sí es verdad que nos lo estamos planteando. Nos han llamado equipos de baloncesto y creo que deberíamos abrir un poco la mente. Es muy interesante el atletismo, la natación cubierta y descubierta con piscinas olímpicas, donde Torremolinos y Málaga tienen buenas instalaciones. Es un volumen menor porque son equipos pequeños, ya que en el fútbol pasaron de tener 30 integrantes por equipo a un mínimo ahora de 45 e incluso algunos vienen con 60 personas. El de Pellegrini, por ejemplo, trae seis traductores porque tiene muchos jugadores de varios países.

-Ustedes también hacen lo contrario, es decir, organizar las pretemporadas y concentraciones de equipos españoles en verano.

-Llevamos a muchos fuera. Hemos estado con el Celta de Vigo en Italia, con el Eibar en Austria y ahí vemos lo bien que van en la liga [se ríe], con el Sevilla o con el Betis hemos estado en Alemania... Con el Málaga también hemos trabajado mucho.

-¿Quiénes son más fáciles de llevar: los equipos españoles o los extranjeros?

-Ninguno es fácil, pero los españoles son más exigentes.

-¿Qué falta en la provincia para seguir creciendo?

-Hay que aumentar las infraestructuras deportivas profesionales. Un equipo alemán me decía que si salían de su país era para encontrar algo mejor de lo que tienen allí y le respondí que me parecía muy bien pero que el clima de Málaga no lo tienen en Alemania. Los campos municipales están bien, pero las exigencias son distintas. Nosotros como empresa estamos invirtiendo continuamente para crecer. Si hay más equipos, habrá más volumen, más marca y más imagen. La Costa del Sol se ha convertido en un destino y somos líderes en España en turismo deportivo.

Un 'sevillano-alemán' que se enamoró de Málaga

Andrés Roldán nació en Gelsenkirchen, la localidad alemana en la que jugó Raúl con el Shalke 04. Sus padres nacieron en Sevilla y emigraron a Alemania. Estudió Ingeniería Industrial allí pero, explica, "quería volver a España porque aquí estaban mis raíces". Su idea inicial era ir a Sevilla, pero no había vuelo directo a Sevilla y sí a Málaga. Bajó aquí, le recogió una amiga que le enseñó toda la costa y se enamoró de esta provincia, por lo que decidió quedarse a vivir aquí. "Me encantó y me vine a residir con dos maletas y sin trabajo, pero hablo tres idiomas y me busqué la vida", recuerda. Empezó en una radio alemana en 1997, luego en una inmobiliaria en pleno boom y posteriormente entró en Marpafut, hasta que creó Football Impact. Está casado y tiene un hijo.

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