Un escalador muere al caer al Tajo de Ronda cuando bajaba con un grupo
El joven, vecino de Marbella y de 37 años, iba con un grupo organizado de turismo activo Al parecer se soltó el arnés que lo protegía
Un joven de Marbella de 37 años, M. F. G., se convirtió ayer en la primera víctima del cañón del río Guadalevín a su paso por Ronda, una vez que la entrada en servicio de la depuradora de Ronda hizo posible desde hace varios años que este cañón, que cruza el conocido Tajo rondeño y pasa bajo el Puente Nuevo, entrase a formar parte de las ofertas de las empresas de turismo activo en la Serranía de Ronda.
El joven accidentado ayer, sobre las 14,30 horas, se encontraba realizado este descenso junto a un grupo de siete u ocho compañeros, precipitándose a vacío por motivos que se desconocen cuando realizaba el primero de los rápel de importancia, situado a pocos metros de la base del Puente Nuevo, que une la ciudad nueva con el casco antiguo, y que tiene unos 20 metros de desnivel.
De momento, las causas que provocaron la caída no están claras, ya que, según indicaron fuentes próximas al operativo de rescate, los compañeros no se habrían percatado de la caída hasta que sonó el golpe. Además, se bajara como hipótesis que se soltase el arnés de sujeción a la cuerda, aunque ahora se investiga qué pudo provocar este hecho.
La complicada zona en la que se produjo el accidente hizo que tuviese que emplearse una gran cantidad de medios humanos y técnicos para realizar el rescate, participando 10 miembros de Consorcio Provincial de Bomberos, un helicóptero de la Guardia Civil y otro del 061. Precisamente, el difícil acceso al lugar hizo imposible que los sanitarios pudiesen acceder a la pequeña playita a la que los equipos de rescate y sus propios compañeros habían podido trasladar al accidentado, lugar al que fue llevado todavía con vida. Ante la imposibilidad de acceso de los servicios sanitarios, fueron los propios bomberos los que trataron durante unos 20 minutos de reanimarle, mientras se esperaba la llegada del helicóptero de la Guardia Civil de Montaña para su traslado. No obstante, a pesar de los esfuerzos, el joven terminó muriendo, siendo trasladado su cadáver hasta el campo de fútbol de Ronda, lugar a que se desplazó parte de su familia.
La dificultad para recuperar el cuerpo hizo que transcurriesen casi cuatro horas desde el aviso de emergencia hasta el momento que pudo ser trasladado vía aérea, lo que viene a reflejar la complejidad de la operación que se desarrolló.
El rescate del joven fallecido no fue el único que se produjo ayer en la Serranía de Ronda, ya que miembros de la Guardia Civil también tuvieron que evacuar a una joven que sufrió una bajada de tensión y se despistó del grupo con el que viajaba en la Sierra de las Nieves. Tras conseguir localizarla, los agentes tuvieron que trasladarle a mano durante más de un kilómetro, ante la imposibilidad de acceder vehículos a la zona.
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