Escalas militares de descanso en el puerto de Málaga

En la jornada de ayer lunes, el muelle número dos recibió al buque de guerra alemán Grömitz M-1064 que llegaba a aguas malacitanas para cumplimentar una breve escala de descanso. Luciendo la insignia de la OTAN, este barco integrado en el 5º Escuadrón de Cazaminas de la marina militar germana, según ha podido saber este diario, tiene previsto efectuar una corta estancia que lo mantendrá atracado junto al Palmeral de las Sorpresas hasta este jueves. Formando parte de una serie compuesta por una docena de unidades similares, este buque de 54,5 metros de eslora que embarca a una dotación de 37 marinos, abrirá un periodo de tiempo, el correspondiente a los meses estivales, en los que según previsiones las aguas malacitanas recibirán a varios buques de guerra de diversas nacionalidades. 

Convertido históricamente el puerto de Málaga en un lugar de primera elección para la realización de escalas de buques de guerra, en lo que llevamos del presente año, la presencia de este tipo de barcos no ha sido muy abundante en comparación con ejercicios anteriores. En lo que hace referencia a barcos de la Armada española, la nómina de buques llegados se resumiría en la estancia conjunta de las fragatas: Santa María, Numancia, Reina Sofía y Navarra que el último fin de semana de enero descansaron en los muelles malagueños realizando jornadas de puertas abiertas. Tras aquella visita, efectuando una escala técnica a principios de abril, la fragata Navarra F-85 volvió a atracar a Málaga. 

Frente a estos amarres, hasta el momento, las unidades militares de países extranjeros han superado a las visitas de los barcos españoles. Cumplimentada en enero la escala del buque escuela de la marina militar de Perú Unión, en abril, el muelle de levante recibía la visita conjunta de la fragata alemana Hessen y la del buque de apoyo anfibio de Países Bajos Karel Doorman. Llegado en mayo el histórico velero francés Belle Poule dedicado a la instrucción de oficiales, a principios del presente mes de junio el buque de la marina militar estadounidense Hershel "Woody" Williams comenzaba una larga estancia que se prolongará hasta el 7 de julio; una escala a la que habría que añadir la que hace unos días efectuó en el muelle de Heredia la corbeta alemana Ludwigshafen am Rhein. 

Unos atraques, los de los barcos militares que, según previsiones se verán incrementados durante el trimestre veraniego.