La escasez de agua en Málaga eleva los precios de las naranjas y pone en alerta a los supermercados

Un campo de naranjos en el Valle del Guadalhorce.
Un campo de naranjos en el Valle del Guadalhorce. / M. H.

Uno de los sectores más afectados por la sequía es el de la agricultura. La falta de agua está haciendo que algunos productos no terminen de cuajar y las cosechas sean menores. La situación es tal que ya se han visto afectados diferentes supermercados, en el sentido de que tienen cada vez menos productos que vender, por lo que han tenido que subir el precio a sus clientes ante la demanda. Una de las frutas que más se está solicitando estas últimas semanas es la naranja debido al incremento de contagios de gripe y Covid.

La naranja, según los datos de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Málaga (Asaja), facturó en la provincia 15,4 millones de euros y el kilo se vendió a 0,35 céntimos. En este sentido, Benjamín Faulí, técnico de Asaja, asegura que las últimas campañas no han ido como preveían y han sido bajas, lo que ha supuesto una subida de precios, sobre todo las últimas semanas debido al incremento de la demanda de naranjas para zumos.

En este punto, incide en que el 90% de la zona productora de naranja de Málaga se encuentra en el Valle del Guadalhorce y la falta de agua está siendo uno de los grandes problemas para los productores. El naranjo, según este técnico, necesita riegos continuados, por lo que la falta de precipitaciones y el no tener acceso a las reservas de los pantanos está mermando los árboles en gran medida.

Asimismo, sostiene que “en zonas productoras como Málaga hay suministro para mercados locales, pero para las grandes superficies no es que haya desabastecimiento, pero faltan mercancías”. Por tanto, muchos supermercados se han visto obligados a recurrir a naranjas importadas de Egipto para poder suplir los productos que les faltan.

A raíz de estas importaciones, Faulí asegura que surge otro problema para los agricultores y es que al compensar la falta de producto con otros de terceros países “el precio no acompaña”. “Los bajos niveles de producción podrían suponer una subida de precios por un exceso de demanda para los agricultores, pero no”, explica. Como resultado, los regantes no obtienen beneficios “concordes” a lo que necesitan para hacer frente a todos los gastos que tienen que cubrir, pero el precio final del producto sí sube para los clientes.

Al hablar con supermercados sobre la alta demanda de naranjas, Sergio Cuberos, fundador y director general de Maskom, asegura que en las últimas semanas uno de los productos que más están pidiendo y más se están llevando los clientes es el zumo de naranja recién exprimido por el aumento de los casos de Covid. Cierto es que no les faltan naranjas, pero sí que tienen menos cantidad, ya que trabajan con proveedores locales desde hace años y no con productos importados.

Esa falta de productos ha hecho que tengan que subir los precios. Cuberos incide en que no han tenido otra solución que incrementar el coste porque “todo está más caro”. Actualmente, el precio del kilo de naranja en su supermercado se encuentra a 1,48 euros el kilo y a 4,98 euros el litro de zumo de naranja recién exprimido.

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