La escasez de sangre puede obligar a aplazar operaciones programadas
Aunque las donaciones se han triplicado en dos décadas y en 2008 se alcanzó un récord histórico con más de 48.000, el incremento de la actividad quirúrgica deja en ocasiones las reservas al límite
La sangre es una materia prima fundamental en los hospitales. El problema es que no puede comprarse, sino que su suministro depende de la donación altruista de la gente. En las últimas dos décadas, las donaciones se han triplicado e incluso el año pasado se alcanzó un récord histórico con 48.132 bolsas de sangre donadas. Pero no es suficiente debido a la intensa actividad quirúrgica de la provincia.
Ayer el Centro Regional de Transfusión Sanguínea (CRTS) lanzó una llamada de urgencia: se necesitaban 600 donaciones entre el lunes y el martes para no tener que aplazar operaciones programadas. Hasta ahora estos toques a la población funcionan y no ha llegado a faltar sangre, pero cada vez se trabaja más al límite debido al incremento de la demanda, tanto desde los hospitales públicos como privados. "La sangre que llega hoy, sale mañana", resumió el coordinador del CRTS, Mariano Lozano.
El aumento del número de trasplantes es una de las causas de que se necesite más sangre. Sobre todo, de los de hígado que pueden llegar a consumir unas 200 bolsas, el equivalente a todo lo que dona la población malagueña en un día. El año pasado se hicieron en torno a medio centenar sólo de estas intervenciones.
Las fiestas y el frío tampoco han ayudado. Generalmente, por Navidad el CRTS debe redoblar sus esfuerzos para mantener las reservas porque las donaciones bajan. Pero al descenso habitual de estas fechas, se han sumado este año las bajas temperaturas: las colectas programadas en pueblos del interior no han tenido la respuesta esperada debido a las bajas temperaturas.
Lozano apelaba a la solidaridad y reflexionaba: "Las donaciones de sangre nos benefician a todos. No podemos permitir que haya una donación de un hígado y que el trasplante no pueda hacerse por falta de sangre".
Para atender a los donantes que respondan al llamado de urgencia, el Centro de Transfusión ha reforzado su personal. Además de los trabajadores habituales, ha establecido un dispositivo que incluye un médico, cinco enfermeras, un conductor y personal administrativo. Para facilitar las donaciones, también ha dispuesto un horario ininterrumpido de 9:00 a 21:00, lo que supone tres horas diarias más de apertura. "No queremos que la gente que viene a donar tenga que esperar", apuntó el coordinador.
Lozano, que lleva muchos años trabajando en el CRTS, recordaba que en 1988 sólo tenían que cubrir las necesidades de sangre del Carlos Haya y el Clínico. Con 13.000 bolsas era suficiente. Pero por aquellos años no había hospitales comarcales y no existían tantos centros sanitarios privados, a los que también abastece el CRTS.
Desde entonces, el tirón de la demanda obligado a impulsar constantemente las donaciones. La población ha respondido. En 2008, con 48.132 donaciones de sangre, se alcanzaron los objetivos y se logró un récord histórico. También se consiguieron 919 donaciones de plasma, 839 de plaquetas y 190 autotransfusiones. En total, 50.080 donaciones. El dato supone que éstas se han triplicado, pero aún así hay periodos de escasez como el de estas fechas.
El director del Centro Regional de Transfusión Sanguínea, Isidro Prat, apuntó que el hecho de haber alcanzado cifras tan altas de donación complica ahora poder mejorar ese techo. El CRTS ha desarrollado iniciativas muy llamativas para impulsar las donaciones. Desde regalar pascueros, CD de villancicos grabados por los propios trabajadores del centro o bufandas del Málaga, hasta obsequiar la oportunidad de donar en un vagón del AVE.
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