El espectáculo lila que brinda la jacaranda en la Plaza de la Merced de Málaga
La belleza que ofrece esta especie sólo tiene un inconveniente: la capa resbaladiza que deja en el suelo
Málaga o el arte de amar
Málaga/“La plaza está más bonita que nunca”, comentaba Mari Carmen, una mujer que se había sentado en uno de los bancos de la Plaza de Merced, junto con su amiga Conchi. Ambas tenían la vista elevada, mirando hacia los grandes árboles morados que cubren la plaza, las jacarandas, donde un cielo de flores color lila cubría el espejo azul. Si giraban la vista hacia el suelo, la estampa no era muy diferente, ya que la belleza de este árbol no quita que sea una especie trabajosa. Sus flores se desprenden con facilidad, dejando el suelo cubierto de estas y formando una capa que llega a ser resbaladiza.
La especie referida se denomina Jacaranda Mimosifilia y a pesar de que se adapta a las condiciones climáticas de la ciudad, es un árbol alóctono, que procede de América del Sur. Así lo explica Andrés Vicente Pérez Latorre, doctor en botánica en la Universidad de Málaga. “Es un árbol que solo puede sobrevivir en lugares donde no hiela en verano, por lo que nunca se va a ver en ciudades de interior, lo que da exclusividad a las ciudades que lo pueden conservar”, indicaba el experto.
“Es un árbol polémico, porque cuando florece es espectacular, pero emite gran cantidad de flores que se acaban cayendo y acumulando en coches, aceras y carreteras”, anuncia Pérez Latorre. La Jacaranda florece en abundancia, es por esto por lo que las flores acaban desprendiéndose ya que se reemplazan por flores nuevas en poco tiempo. Según el experto de la UMA, esta característica es común de las especies tropicales. Este prevé que la floración se prolongue hasta mitad de junio, ya que afirma que suele darse a primeros de mayo, aunque este año se ha retrasado un par de semanas debido a la sequía de primeros de año.
Además del riesgo de resbalones que se da por la aglomeración de flores en el suelo, existe otra problemática relacionada con esta planta y es el líquido pegajoso que desprenden, que puede llegar a corroer la pintura en los coches. Tal y como explica Pérez Latorre, esta sustancia está causada por un pulgón que se puede llegar a instalar en el árbol. El parásito, que suele aparecer en la etapa de floración, excreta esta sustancia azucarada. “Es probable que el árbol también excrete alguna savia al sentirse picado por el pulgón, por lo que se junta el hambre con las ganas de comer”, indicaba.
“Un problema es que haya hambre en el mundo, no que esté todo cubierto de flores”, indicaban Conchi y Marica Carmen, las dos vecinas de la Plaza de la Merced eximiendo cualquier polémica. En el emplazamiento era difícil encontrar a personas que no fueran extranjeros. “Es una parada obligatoria y se quedan fascinados”, indicaba Antonio Sánchez, guía turístico que le enseñaba a un grupo de alemanes la plaza. Estos, cámara en mano, se retrataban frente al manto de flores lilas.
Unos metros en dirección noreste se encuentra la Plaza Victoria donde las jacarandas dominan el paisaje. En este lugar, también conocido como Jardín de los Monos, se encontraba Sofía, vecina de la zona que admiraba la belleza del paisaje. A su vez, José Carlos despachaba a la clientela en su negocio de comestibles que se ubica en la misma Plaza. En la puerta del local había restos de flores. “Es verdad que se mancha el suelo cuando entra la gente y que se queda pegajoso, pero esto es vida y el Jardín está precioso”, explicaba el trabajador quien señalaba que no le molestaba en absoluto.
Esta idea también la compartía Aida, una dependienta de una tienda de la Calle Julio Mathias, en El Ejido. Su negocio se encuentra cobijado por una gran jacaranda que se hace notar en la fila de coches que hay aparcados bajo esta. “Son dos semanas al año las que estamos liadas limpiando el suelo, no es ningún problema”. La mujer también señalaba el esfuerzo que realizan los servicios de limpieza: “todos los días pasan a limpiar más de una vez y utilizan el soplador, el cepillo e incluso la máquina de agua a presión”.
Los encargados de la limpieza de las calles son los que más sufren la floración de esta especie. “Terminas de limpiarlo y al momento ya vuelve a estar todo el suelo lleno de flores”, explicaba Antonio José, un operario del servicio de limpieza. Este indicaba que algunos vecinos de la zona de Lex Flavia se le dirigían para pedirle que recojan las flores. “Es bonito para los que vienen, pero no para los que lo sufrimos”, explicaba uno de sus compañeros que en esos momentos barría la Plaza de la Merced.
El problema causado por la sustancia pegajosa podría solucionarse con un tratamiento antiplaga, ya que se trata de un pulgón. Sin embargo, el experto de la UMA considera que no sería lo más conveniente convivir con estas sustancias químicas. “Tener estos árboles en las aceras lo considero un reto difícil. Sería mejor conservarlo en jardines porque la flor se caería en el césped, este crecería y acabaría desintegrándola”, consideraba.
En Málaga se pueden encontrar jacarandas en muchas zonas de la capital como puede ser Pedregalejo, Teatinos, El Ejido o algunos lugares del centro histórico. Bajo la opinión de Pérez Latorre esta especie ha sido instalada en tantas inmediaciones ya que son de crecimiento rápido. “La rama puede crecer un metro en un periodo y plantando un arbolito puedes llegar a tener una floración de tres metros en doce meses”, explicaba el profesor de la UMA quien volvía a señalar las ventajas visuales y el espectáculo que supone esta especie.
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