Estreno en Málaga de una compañía de cruceros de lujo para el turismo francés
La Compagnie Francoise de Croisiáres efectúa su primera escala al recuperar un veterano buque que ya había visitado el puerto
El buque de crucero fondeado en la bahía pasará todo el invierno en Málaga
Málaga/Este pasado domingo, el puerto de Málaga recibía a un barco de turistas que, cumplimentando su primera escala, llegaba luciendo los colores de una empresa crucerista de nueva creación. Realizando una ruta de 10 días con inicio y final en Marsella, el buque Renaissance consignado por la agencia Pérez y Cía., se estrenaba en aguas malacitanas bajo los colores de la Compagnie Francoise de Croisiáres (CFC), una naviera que, con un solo barco comenzaba a operar en julio de 2023.
Fundada esta compañía de origen francés en septiembre de 2022 con el respaldo de un fondo de inversión británico, una serie retrasos debidos a diferentes problemas internos fueron demorando la puesta de largo de esta naviera; una empresa que se presentaba al mercado crucerista internacional ofertando el viaje inaugural de su único barco en el verano del año pasado.
Calificada como una firma premium dedicada casi en exclusividad al turismo galo, los primeros pasos de esta naviera se han centrado en una serie de itinerarios europeos de entre una y dos semanas; una planificación donde se han cancelado unas navegaciones de mayor duración que ya estaban programadas.
Y si bien el arranque de esta compañía crucerista parece que no está resultando demasiado exitoso, el gran acierto de CFC se centra en la compra del barco con el que está operando; un veterano que durante muchos años mantuvo un alto crédito en la industria de los buques de turistas. Ordenado en 1992 por Holland America Line a los astilleros italianos de Fincantieri, un año más tarde y bautizado como Maasdam este buque comenzaba su biografía tildado como uno de los barcos más elegantes y eficientes de la por entonces flota crucerista internacional.
Centrado en rutas destinadas al mercado norteamericano con incursiones europeas donde en algunas ocasiones visitó el puerto malagueño, la crisis del Covid propició su venta; una operación que lo llevó a manos de un armador griego que tras tenerlo dos años parado lo revendía en 2022 a la Compagnie Francoise de Croisiáres. Después de sufrir una significativa reforma de 30 millones de dólares centrada fundamentalmente en sus interiores y tras ser rebautizado como Renaissance, este veterano que ya conocía las aguas malacitanas ha regresado mostrando la contraseña de una nueva naviera. Un estreno por partida doble que se convierte en lo más destacado de la actividad crucerista de diciembre de 2024.
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