El estudiante malagueño Alberto García se proclama campeón mundial de oratoria

Se ha hecho con la Liga Española de Debate Universitario cuya final se ha celebrado este jueves en Buenos Aires

Alberto García, un estudiante malagueño con mucho don de palabra

García recogiendo el reconocimiento.
García recogiendo el reconocimiento. / M. G.

Alberto García, estudiante malagueño de 22 años, se ha proclamado campeón mundial de oratoria de la Liga Española de Debate Universitario (LEDU) en una final que se ha celebrado este jueves en la Universidad de Belgrano de Buenos Aires. Un logro que, se excusa tras decirlo, toma como un "reconocimiento a su esfuerzo y trayectoria". No tendría por qué. Para llegar hasta él ha tenido que superar a más de 600 candidaturas de más de 80 universidades y 20 países diferentes. Y, antes de conseguir este desafío, para el que ha estado preparándose dos meses, el mismo tiempo que sus contendientes, este alumno de quinto de Derecho y Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia Comillas ya había plantado su pica en esferas más altas. Por no hablar del plano de las competiciones. Hasta el arranque del curso político, sin ir más lejos, se había venido desempeñando como asesor en el Senado.

En la final, García, natural del Rincón de la Victoria, se batió a otro español, Óscar Rodríguez de Vivero, perteneciente a la Universidad Carlos III de Madrid. Aunque también hubo representación de otros países de mano Stefanía Fossa, de la Universidad de Belgrano, en Argentina; y Stefanny Diana Gamarra, de la Universidad Nacional de San Marcos, en Perú. El tema a debatir fue: ¿Es admisible que los países menos avanzados contaminen en mayor medida hasta alcanzar el nivel de progreso de los más desarrollados?

García, en la final.
García, en la final. / M. G.

Respecto a la preparación, García explica que ha sido "más intensa de lo normal", toda vez que él acostumbra a participar en torneos de debate, que no de oratoria, que aunque comparten características, no son lo mismo. Ante un reto de este calibre todas las fuentes ha sido pocas, pero reconoce haber tirado sobre todo de internet, de donde ha podido obtener el contexto general; de consultas a expertos, que le han aportado datos precisos; y, por último, de sus propias artes, es decir: de su estilo retórico.

Interrogado sobre cómo gestiona el miedo a quedarse en blanco (una pregunta que le hacen "mucho") afirma que no lo sufre. Y da dos claves a tener en cuenta. "El control de los nervios y el conocimiento". Si se controlan esas dos cosas, asegura, todo irá bien. "Parece básico, pero se trata de saber administrar los nervios, porque sí que se tienen, siempre; y saber de lo que se está hablando". Logrado el campeonato mundial, este estudiante malagueño que está a punto de acabar su etapa universitaria planea, ahora sí, descansar un poco, así como aprovechar su último año de estudios. Espera que este reconocimiento pueda servirle de cara al futuro, cuando ingrese al mercado laboral que, si todo va según lo planeado, irán por los caminos de la docencia. Aunque también le apasiona la política.

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