La Rayuela
Lola Quero
El rey de las cloacas
Málaga/Adherirse al mercado laboral al finalizar los estudios universitarios supone uno de los principales miedos de los jóvenes malagueños. De hecho, la tasa de paro juvenil se sitúa en torno al 40% en la provincia. Sin embargo, los datos que muestra la Universidad de Málaga son bastante positivos. Esta fija en un 72,1% el porcentaje de antiguos universitarios empleados a los tres años de finalizar su grado.
Estos números forman parte del Informe General de Egresados 2016-2017 que realiza la Universidad de Málaga. En este, se examina la situación laboral de los alumnos que finalizaron su formación una vez transcurridos tres años de su salida de la universidad. De esta forma, los datos para el estudio de inserción laboral referido se recogieron a fecha de 30 de septiembre de 2020 y es el más reciente. El Observatorio de Empleo de la UMA viene realizando este examen desde el curso 2012-2013.
Poniendo el foco en el 72% de esta promoción que finalizó la carrera en el curso 2016-17 y estaba empleada, cabe destacar que el 67% lo hacían en un trabajo relacionado con su titulación. Respecto al ámbito, el 49% se encontraba en el sector privado y el 16% el en ámbito público. Por otro lado, cabe destacar que el 50% poseían un contrato indefinido, frente al 38% cuyo contrato era temporal.
El estudio también revela que el salario medio de estos empleados se fijaba en 1.404€, que tardaron alrededor de 13 meses en encontrar un trabajo relacionado con la titulación y que el 34% disfrutaba de una duración media de un contrato de más de dos años.
En el contra punto de estos datos esperanzadores, se encuentra la comparativa anual. De esta forma, al transcurrir tres años, el 77% de los egresados graduados en 2015-16 se encontraban trabajando. Por lo que la cifra decayó 5 puntos para la siguiente promoción. Además, el porcentaje de empleados de la promoción anterior (2014-15) también era mayor, con un 78,9%. En esta cara negativa también se podría señalar que el 57% de estos antiguos alumnos realizan su actividad en más de un empleo.
Además de los empleados, el estudio pone el foco en los jóvenes que se encontraban en búsqueda de empleo y en los que seguían estudiando a los tres años de finalizar su carrera. Así, un 7,7% formaba parte del primer grupo y un 15,9% del segundo. La mayoría de los egresados que decidieron continuar con la formación lo hacían para superar una oposición. El 56,8% de ellos lo hacían por esta razón, un porcentaje que creció mucho respecto a la promoción anterior, cuando solo era el 34%. Entre los otros motivos para seguir estudiando se encontraba el desarrollo profesional (23,2%), el tratar de lograr un puesto de trabajo específico (9,5%) y el no haber encontrado trabajo (6,3%).
El 72% de empleados que se mencionaba al comienzo, mejora significativamente si se trata de egresados de máster y doctorado. De esta forma, el 82% de los alumnos de máster tenían un empleo a los tres años de finalizar el posgrado. Una cifra que se situaba en 78% para la promoción graduada en 2015-16 y en el 85% para la promoción anterior.
La situación es más ventajosa aún para los estudiantes de doctorado. Atendiendo a la promoción de 2016-17, solo el 4,7% de ellos estaba buscando empleo, ya que el 92% ya estaba trabajando. Estos datos han sido similares en las promociones anteriores.
El estudio universitario desglosa estos datos por ramas de conocimiento. Como ya viene siendo habitual, los alumnos de la rama de Ingenierías y Arquitectura tienen más facilidad de inserción en el mundo laboral. De estos, solo el 6,3% se encontraba buscando trabajo a los tres años de finalizar y el 86% estaba empleado. Por otro lado, la media que tardaron estos estudiantes en encontrar empleo era de 5 meses, aunque la cifra general se fija en 10 meses.
Todos los datos señalan a que los ingenieros y arquitectos tienen una gran acogida laboral. A los apuntes ya señalados, se le sumaba que era el grupo con mayor porcentaje de contratados indefinidos, con un 63% y superando con creces a la media que se fijaba en el 45%. En términos monetarios también destacaban, ya que su salario medio superaba en 240 eurosal valor total medio de los grados. Por último, destacaba el pequeño porcentaje de autoempleo que presentaban, ya que solo el 2,9% operaban como autónomos. Una cifra que choca tanto con la media, 6,6%, como con otras especialidades, un 8,2% en Ciencias de la Salud y un 7,8% en Ciencias Sociales y Jurídicas.
Seguidos del antiguo alumnado de ingeniería y arquitectura, se encontraban los egresados de Ciencias de la Salud, con un porcentaje de empleados del 77%, después estaban los de Ciencias, de los que el 71% estaba en esta situación. Este último grupo cuenta con el mayor porcentaje de egresados en el extranjero, con un 13,6%. Además, la cifra es significativamente mayor que para los egresados de la promoción 2015-16, cuando eran el 8,1%.
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