El eterno debate sobre la jornada completa en los colegios vuelve a estar sobre la mesa

Un estudio revela que el horario partido beneficia el rendimiento académico y favorece la conciliación

Sindicatos se muestran contrarias a este modelo y las AMPAS a favor

El eterno debate sobre la jornada completa en los colegios vuelve a estar sobre la mesa
El eterno debate sobre la jornada completa en los colegios vuelve a estar sobre la mesa / Rosell
María Ramos · Diego J. Géniz

18 de mayo 2022 - 07:04

Málaga/En los años 80, Andalucía propuso la opción de convertir el horario escolar en jornada continua. La propuesta se trasladó a los consejos escolares y se decidió que se impartirían clases en horario de, aproximadamente, 9:00 a 14:00. Siete de cada diez colegios en España funcionan así. Un estudio del Centro de Políticas Económicas de la Escuela de Negocios Esade ha reavivado este debate. Según este, la jornada continua es negativa para el alumnado, supone una pérdida de ingresos para las familias e incrementa la brecha de género, ya que afecta a la conciliación.

La investigación que pone en entredicho la eficacia de este sistema se titula Jornada escolar continua: cómo la pandemia está acelerando un modelo social y educativo regresivo. Sus autores (Marta Ferrero, Lucas Gortazar y Ángel Martínez) concluyen que, además del perjuicio en el desarrollo académico y socioemocional de los niños, la jornada continua acarrea graves consecuencias económicas para las familias, que se traducen en una pérdida salarial de la madre, lo que acaba aumentando "la brecha de género".

Sobre el primer aspecto, el de la afección académica, la investigación parte de la base de que no existen pruebas definitivas sobre las consecuencias que un tipo de horario u otro tiene en la enseñanza, aunque hay algunos estudios "correlacionales" que apuntan a que la jornada partida (también llamada completa) está asociada a mejores resultados. "Existe una evidencia abundante sobre cómo el tiempo que un menor permanece en la escuela supone un impacto positivo en los alumnos, tanto en términos académicos como socioemocionales", advierten los autores.

Los alumnos de un colegio atienden las explicaciones de la maestra de Matemáticas.
Los alumnos de un colegio atienden las explicaciones de la maestra de Matemáticas.

En el plano de las consecuencias familiares, los investigadores han ido más allá. Estos concluyen que la jornada continua se traduce en una pérdida de 8.048 euros anuales para la familia, de los que el 66,4% corresponden a las madres. El estudio asocia la jornada intensiva con una reducción significativa de los ingresos. Así, determina que las madres de hijos en edad escolar que no contratan servicios para cuidar de sus hijos cuyos colegios tienen horario solo de mañana reciben 1.850 euros brutos menos anuales que aquellas cuyos hijos tienen jornada completa. Esta pérdida para los padres se fija en los 970 euros. Por lo tanto, los investigadores determinan que la brecha de género se agrava tanto dentro como fuera de los hogares.

Por otra parte, se indica que los que salen beneficiados con la jornada intensiva son los profesores “tanto en términos de bienestar como en posibilidades de conciliación”. Así, proponen bonificar a los docentes con 2.000 euros más anuales que compensarán el aumento de 35 horas para llegar a la jornada completa. También apunta que el horario intensivo ha dado lugar a una proliferación de las actividades extraescolares, lo que puede contribuir a la segregación social.

Desde Comisiones Obreras consideran que esta polémica ya está más que superada

En la provincia de Málaga todos los colegios públicos -el debate se centra en Infantil y Primaria- llevan años con la jornada continua. Esta opción la estrenó en los 80 el archipiélago canario y luego se fue extendiendo a la península. Los consejos escolares proponen la votación, en la que juega una papel fundamental la opinión del profesorado, la mayoría del cual se ha mostrado proclive al horario intensivo, a excepción del País Vasco, Navarra y Cataluña, donde sigue dominando la jornada partida. En los concertados y privados existe mayor variedad, con modelos híbridos o totalmente completos (mañana y tarde).

Unos 40 años después, el debate vuelve a estar sobre la mesa algo que los sindicatos califican de “innecesario”. Desde Comisiones Obreras sostienen que la jornada continua se instauró en base a criterios pedagógicos. “Escudarse en que volver a la jornada partida elimina la brecha de género me parece del todo inapropiado. Este debate está más que superado, no sé a qué criterios responde el estudio”, indica Yolanda Gamero, Secretaria General del Sindicato de Enseñanza Comisiones Obreras Málaga. Desde el sindicato reiteran que Andalucía dispone de servicios de comedor y actividades bonificadas en los colegios a los que las familias se pueden acoger.

En la otra cara de la moneda se encuentran los colegios que optan por el horario partido. Estos sostienen que uno de los factores principales por el que las familias lo eligen como centro es por tener clases por la tarde. Es el caso del Colegio Concertado León XII. En infantil y primaria el horario es de clase es de 9:00 a 13:00 y hasta las 15:00 van al comedor y realizan actividades extraescolares. Después retoman las clases hasta las 16:30.

Los pediatras consultados por este periódico apoyan la jornada continua

La directora, Mariana Moreno, indica que además de facilitar la organización de las familias con este horario, consideran que el descanso en el centro para retomar la actividad beneficia al desarrollo de los alumnos. “Durante la mañana reciben la materia más gruesa y después del parón tienen asignaturas más sencillas de afrontar como artística o tiempo de lectura. Creo que estas actividades con menor peso completan la formación e incluso diría que son las horas más importante”. En secundaria el horario es intensivo, ya que “los alumnos necesitan más tiempo para estudiar y tienen autonomía para quedarse solos en casa”. Moreno indica que una gran mayoría de las familias matriculan a los hijos en este centro por el horario extendido.

Las AMPAS apoyan esta distribución horaria, ya que sostienen que pedagogicamente es el mejor sistema para el alumnado. "Siempre hemos defendido la jornada partida y nos parece injusto que la reducción de horas atienda únicamente a los derechos laborales de los docentes", explicaba Pilar Triguero, portavoz de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Málaga (FDAPA). Desde este organismo argumentan que la jornada intensiva obliga a las familias a echar mano de extraescolares y otras medidas para conciliar, "esto se ha solventado con el plan de apertura de centros, aunque no es suficiente. El horario partido es el único que pone de manifiesto que las familias necesitan conciliar".

En el centro Concertado Misioneras Cruzadas tienen jornada reducida, aunque por las necesidades de algunas familias ofrecen la posibilidad de que los niños estén en el colegio hasta las 19:30 de la tarde. Este su ubica en la barriada Palma-Palmilla y “algunos alumnos no tienen un lugar de silencio o un escritorio para realizar sus tareas”, indica Carlos Fernández, jefe de estudios. “Con el proyecto Bajar a la Calle se benefician unos 100 de los 300 alumnos que tenemos matriculados. Este surgió porque muchos niños se encuentran en una realidad en la que deben pasar más tiempo en el centro escolar, por lo que tenemos que ofrecer como esta”, relataba.

Laura Baena, fundadora del colectivo Malasmadres, asociación que lucha por la conciliación familiar y especialmente por la de las mujeres, se posiciona junto con el sindicato y califica de innecesario el debate. “No voy a ser yo quien ponga en duda los datos de este estudio, pero sí el enfoque y los objetivos que persigue. No nos hace falta vincular las horas que pasan nuestros hijos e hijas en las escuelas con la brecha de género porque la desigualdad laboral entre hombres y mujeres es un problema muy profundo que afecta a todas las estructuras”. Baena sostiene que “volver a la jornada partida sería poner el foco donde no está la solución de la conciliación, liberando a los verdaderos responsables del compromiso y trabajo que tienen que hacer para que la situación cambie. Y dando por hecho que lo que quieren las mujeres es trabajar más horas, delegar el cuidado y ser cómplices de una sociedad donde lo importante es producir”.

La jornada lectiva en Europa

Respecto a la duración de las jornadas lectivas y del calendario escolar, ha de observarse que en países considerados modelos de éxito educativo (como Alemania y Finlandia), aunque los cursos son más largos, estos incluyen más periodos vacacionales y las jornadas lectivas duran menos. Así, frente a la media española de 792 horas lectivas en 174 días, en el país germánico son 725 horas en 188 jornadas y en Finlandia, 714 horas en 189 días. En definitiva, ejercicios académicos más largos pero con menor carga lectiva diaria.

No debe olvidarse tampoco el clima, que condiciona el desarrollo de las clases, especialmente en Andalucía, donde las altas temperaturas están presentes en buena parte del curso. Cristóbal Coronel es pediatra y presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria de Atención Primaria. En su opinión, "ha sido un gran avance pasar a la jornada intensiva, además de por facilitar la conciliación familiar, por evitar el calor en las aulas". "En esta región hay pocas aulas que amortigüen las altas temperaturas y en tales condiciones resulta complicado que un menor preste la atención adecuada. Fíjese lo ocurrido ahora, en pleno mayo, con máximas que superan los 35 grados en Andalucía. De los nueve meses que tiene el curso, casi cuatro son con calor, lo que hace inviable la jornada partida", expone.

Desde Comisiones Obreras, Yolanda Gamero también apunta a esa idea. La sindicalista declara que es un debate que en Andalucía está más que zanjado debido al clima y a las altas temperaturas que hacen que no sea recomendable que los alumnos estén en clase a partir del medio día.

La opinión de los pediatras

Frente a los supuestos beneficios que la jornada partida posee para el rendimiento académico y que el citado estudio resalta, algunos pediatras consultados por este periódico ponen pie en pared. Defienden el modelo actual que desarrolla la inmensidad de los colegios públicos e, incluso, advierten de las consecuencias poco aconsejables que tendría volver al horario de mañana y tarde, como aplican muchos concertados y privados.

Alfonso Carmona es pediatra y presidente del Colegio de Médicos de Sevilla (Ricoms). Durante años fue entrenador nacional de natación para niños. En esa época comprobó una situación que perdura. "Los niños van a clase durante toda la mañana. Luego, cuando llegan a casa y almuerzan, deben hacer los deberes, por lo que les queda escaso tiempo para estar con sus familias y amigos, ya sea haciendo prácticas deportivas o de ocio. En definitiva, para socializarse", refiere este especialista.

"La jornada partida va contra este principio. Reduciría aún más el poco tiempo libre que ya poseen los niños", insiste Carmona, quien niega que la defensa del horario lectivo de mañana y tarde cuente con base científica. "Hablan de los ritmos biológicos, pero eso sólo lo tienen en cuenta para los estudios. La vida, y especialmente a esas edades, es mucho más que acudir a la escuela, hacer deberes y estudiar", añade.

El clima en Andalucía: un factor determinante

Respecto a la duración de las jornadas lectivas y del calendario escolar, ha de observarse que en países considerados modelos de éxito educativo (como Alemania y Finlandia), aunque los cursos son más largos, estos incluyen más periodos vacacionales y las jornadas lectivas duran menos. Así, frente a la media española de 792 horas lectivas en 174 días, en el país germánico son 725 horas en 188 jornadas y en Finlandia, 714 horas en 189 días. En definitiva, ejercicios académicos más largos pero con menor carga lectiva diaria. No debe olvidarse tampoco el clima, que condiciona el desarrollo de las clases, especialmente en Andalucía, donde las altas temperaturas están presentes en buena parte del curso. Cristóbal Coronel es pediatra y presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria de Atención Primaria. En su opinión, “ha sido un gran avance pasar a la jornada intensiva, además de por facilitar la conciliación familiar, por evitar el calor en las aulas”. “En esta región hay pocas aulas que amortigüen las altas temperaturas y en tales condiciones resulta complicado que un menor preste la atención adecuada. Fíjese lo ocurrido ahora, en pleno mayo, con máximas que superan los 35 grados en Andalucía. De los nueve meses que tiene el curso, casi cuatro son con calor, lo que hace inviable la jornada partida”, expone. Desde Comisiones Obreras, Yolanda Gamero también apunta a esa idea. La sindicalista declara que es un debate que en Andalucía está más que zanjado debido al clima y a las altas temperaturas que hacen que no sea recomendable que los alumnos estén en clase a partir de medio día.

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