Un experto de la UMA asegura que Sierra Bermeja tenía "un caldo de cultivo excelente" para el incendio
Las lluvias serán "clave" para la recuperación de la zona
En directo: la evolución del "incendio más complejo de los últimos tiempos"
El catedrático de la Universidad de Málaga (UMA), José Damián Ruiz Sinoga, ha asegurado que los meses secos pasados, la vegetación mediterránea y la orografía del terreno han supuesto "un caldo de cultivo excelente" para "el incendio más complejo de los últimos tiempos".
El verano seco y los abundantes días de terral en la Costa del Sol han aumentado la superficie combustible en este flanco suroeste de la serranía de Ronda, según ha detallado Ruiz Sinoga en declaraciones a Europa Press.
Además, el tipo de vegetación, "poco resistente al fuego", y el relieve, con escarpadas laderas que dificultan el acceso a los equipos de extinción, han compuesto una "situación excepcional".
Ruiz Sinoga destaca la relación entre velocidad e intensidad del fuego y advierte de la importancia de las diferencias terminológicas entre "calcinar, arder o chamuscar" para hacer una evaluación correcta de la situación.
En este sentido, ha afirmado que, "de momento, debemos abstenernos de hacer valoraciones para no dar informaciones negativas o erróneas", ya que aun estamos viendo imágenes "en caliente" y hay personas "jugándose la vida".
"Me parece frívolo opinar en esta situación. Los agentes del Infoca tienen mucha experiencia y saben lo que hacen. Ya habrá tiempo de evaluar lo sucedido", ha agregado.
Por último, el catedrático de la UMA, que lleva investigando desde el año 2000 los incendios en la provincia de Málaga, ha pronosticado que las "lluvias que se produzcan de aquí a diciembre serán claves en la recuperación de la sierra. Podemos tener en marzo una situación muy diferente en función de las precipitaciones".
"Dejar que la naturaleza haga su papel"
En este punto, ha advertido de que, una vez se haya apagado el fuego, "hay que dejar que la naturaleza haga su papel". "La vegetación mediterránea es muy poco resistente, pero muy resiliente, lo cual implica unos niveles de recuperación mucho más altos de lo que creemos, ya que son incendios de copa en los que las raíces siguen vivas, salvo en las zonas calcinadas, donde habrá que reforestar".
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