El ‘facturón’ que deja el coronavirus en Málaga
Economía
La pandemia cumple nueve meses y la provincia sufre un desplome histórico del PIB, el sector turístico y hostelero están hundidos y hay 41.000 parados más que en febrero
Málaga perderá este año entre 4.515 y 5.490 millones de euros por el Covid-19
Málaga/Han pasado nueve meses desde que el Gobierno central declarara el 14 de marzo el famoso estado de alarma por la llegada del Covid-19 y todo ha cambiado mucho en este corto periodo de tiempo. La factura ha sido y está siendo enorme para Málaga.Primero, lógicamente, en lo personal ya que han fallecido más de 700 personas y se espera que siga perdiendo la vida más gente en las próximas semanas. Segundo, en lo anímico, pues está siendo una travesía muy dura, especialmente para aquellos que han perdido a un ser querido, así como para el resto de la sociedad que no puede hacer vida normal y ver a sus hijos, nietos, amigos, compañeros de trabajo, etcétera. Y tercero, en lo económico, pues este virus está saliendo por una fortuna posiblemente imposible de calcular a escala mundial y por miles de millones de euros en el ámbito puramente malagueño. La factura afecta a muchos más ámbitos (político, demográfico, cultural, etcétera), pero este reportaje se centra en el apartado económico, en el histórico correctivo que el coronavirus está suponiendo para la economía local, marcada especialmente por la debacle del turismo y sus nocivas incidencias en el mundo hotelero, hostelero o comercial, entre otros.
PIB: un descalabro difícil de imaginar
El Producto Interior Bruto (PIB) es el mejor resumen de cómo funciona una economía pues agrega todas las variables. Si crece vamos bien, aunque hay ritmos mejores y peores, y si cae hay que mejorar. Pues en Málaga no ha habido un descalabro tan grande del PIB desde la Guerra Civil, lo cual muestra la crítica situación que atraviesa la provincia. El Colegio de Economistas de Málaga augura un descenso del 12,5% este año. Analistas Económicos de Andalucía, un grupo de estudios dependiente de Unicaja Banco, va más allá y cree que se podría llegar a una merma de hasta el 15,2%. El PIB malagueño ascendió en 2019, según el Instituto de Estadística de Andalucía, a 36.120 millones de euros, por lo que estamos hablando de que el Covid le saldrá a la economía malagueña por entre 4.515 y 5.490 millones de euros. Málaga es una de las provincias españolas que sale peor parada por su alta dependencia del turismo. Se espera un rebote en 2021 en torno al 6%, que sería claramente insuficiente para recuperar todo lo perdido en 2020, aunque también es cierto que son solo estimaciones.
Turismo: falló la apuesta segura
El turismo es la gallina de los huevos de oro de Málaga desde los años 60 del pasado siglo. La provincia tiene un clima privilegiado, un aeropuerto internacional, autovías y autopistas, tren de alta velocidad, hoteles de todas las categorías con numerosos servicios, buenos profesionales y un precio asumible. Parecía que nada podía contra este sector. Incluso en la anterior crisis económica iniciada en 2008 el turismo fue el que resistió mejor el oleaje. Sin embargo, sí había una criptonita: un virus diminuto que ya ha matado a más de medio millón de personas en el mundo y que impide viajar a las personas. Durante el confinamiento cerraron todos los hoteles y no había vuelos. En verano abrieron la mayoría de establecimientos, pero las ocupaciones fueron ridículas. El turista extranjero desapareció por el miedo al contagio y las cuarentenas o reservas emitidas en sus países de origen y el español sí estuvo algo más activo, pero en unos niveles también bajos, impidiendo así la rentabilidad de los establecimientos. En los hoteles malagueños solo se alojaron 605.126 turistas entre julio y agosto, un 54% menos, las pernoctaciones cayeron un 65% y la ocupación media fue 40 puntos inferior al verano anterior. Una ruina en toda regla que se ha ido acentuando conforme entraba la temporada baja. En octubre, por ejemplo, solo estaban abiertos un tercio de los hoteles y perdieron el 80% de los viajeros con una ocupación media del 23%. El aeropuerto está completamente desangelado. En 2020 se esperaba superar por primera vez en la historia los 20 millones de pasajeros y al final no va a llegar ni al 30%.
Al hablar de turismo se suele enfocar en el sector hotelero, pero este año el otro gran castigado está siendo el hostelero, que sigue en pie de guerra por las restricciones impuestas para evitar la propagación del coronavirus y que ha pedido la dimisión del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno. La sombra del Covid-19 está siendo muy alargada para hoteleros y hosteleros.
Vivienda: aguanta el tirón en ventas
Uno de los segmentos que más se han revolucionado con la pandemia es el inmobiliario. En el apartado de nuevas promociones y ventas ha conseguido aguantar el tipo. Las construcciones iniciadas siguen en marcha y el precio se mantiene estable, aunque sí se ha echado un poco el freno de mano en los proyectos como demuestra la reducción de un 32% de los visados entre enero y septiembre. En la vivienda usada sí ha habido un retroceso, provocado en parte por la dificultad para ver las casas durante el confinamiento o por los problemas económicos de las familias. En total, la compraventa de inmuebles se redujo un 25% en los nueve primeros meses del año.
El fenómeno más singular se ha producido en el alquiler. Hace un año era prácticamente imposible alquilar una casa en Málaga. Había listas de espera y precios desorbitados porque había más demanda que oferta ya que muchos propietarios dedicaban sus inmuebles exclusivamente al alquiler turístico. Ahora, al no haber turistas, ha cambiado todo. Hay más oferta que demanda, el precio ha bajado, no hay listas de espera e incluso viviendas que antes se alquilaban en horas o días ahora hay que esperar varias semanas para que el inquilino dé su visto bueno. No obstante, cuando el turismo vuelva, los propietarios regresarán al alquiler turístico y se volverá a la situación anterior, por lo que la pandemia es una oportunidad para intentar cerrar acuerdos de medio y largo plazo si el propietario de la vivienda quiere acceder a ello.
Agricultura: el campo sí crece
Haya virus o no, los ciudadanos tienen que comer todos los días y el sector agroalimentario malagueño se ha mantenido fuerte en esta pandemia tanto en el mercado local como en el exterior. Según los datos de Extenda, Málaga ha sido la provincia andaluza que más aumentó sus ventas agroalimentarias en los nueve primeros meses del año, un 11,1% más, hasta alcanzar los 994 millones de euros en exportaciones protagonizadas sobre todo por la fruta, la carne y las hortalizas. Francia y Estados Unidos son los dos principales mercados.
Finanzas: Unicaja banco sigue creciendo
Málaga tiene la fortuna, por ahora, de ser la sede de uno de los mayores bancos del país y eso es un aporte extra a la economía local. La pandemia afecta a todos y Unicaja Banco ha tenido que provisionar 166 millones de euros para paliar sus posibles efectos. En cualquier caso, el banco malagueño ganó 77 millones de euros entre enero y septiembre y ahora está ultimando su fusión con Liberbank, que le permitirá seguir creciendo y arañando cuota de mercado a escala nacional.
Automoción: un sector en desaceleración
Después de la compra de una vivienda la segunda más importante suele ser la del coche. Y en crisis todo se complica. Entre enero y noviembre las matriculaciones en Málaga se han reducido un 41,8% hasta las 17.282 unidades. La caída ha sido generalizada en todos los segmentos y especialmente significativa entre las empresas de rent a car, pues la falta de turistas ha supuesto un 70% menos de adquisiciones.
Empresas: en el filo de la navaja
El confinamiento fue un mazazo y cerraron 10.000 empresas en Málaga entre marzo y abril. Luego se ha ido recuperando levemente con el paso de los meses pero, a 31 de octubre, había 53.474 empresas dadas de alta en la Seguridad Social en Málaga, 2.000 menos que en el mismo mes del año anterior.
Empleo: 41.093 parados más... y lo que queda
Todos los parámetros reflejados anteriormente tienen una incidencia directa en el mercado laboral. Los números son claros. En noviembre había 194.579 parados en la provincia de Málaga y en febrero, antes del inicio de la pandemia, se contabilizaban 153.486. El virus ha dejado, por tanto, 41.093 desempleados más. También se han perdido 20.000 afiliaciones a la Seguridad Social desde febrero hasta noviembre. Si no hay más parados es por el colchón que han supuesto los Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (Erte), donde ahora hay más de 30.000 personas inscritas en Málaga, pero todo es incertidumbre. Se espera que haya despidos masivos y concursos de acreedores en los primeros meses de 2021, aunque habrá que esperar. Si la vacuna funciona podría mejorar las expectativas.
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