La familia Obama se une a la lista de los veraneantes "vip" en España
Las dos féminas, que dejan al padre en Washington y a la hermana mayor en un campamento de verano, pasarán la semana con un grupo de amigos en un hotel de lujo del municipio malagueño de Benahavís
Málaga/Michelle Obama y su hija Sasha se unirán mañana a la lista de presidentes, ex mandatarios y familiares de líderes políticos de diferentes continentes que han elegido España en las últimas décadas para disfrutar de sus vacaciones.
Las dos Obama, que dejan al padre en Washington y a la hermana mayor en un campamento de verano, pasarán la semana con un grupo de amigos en un hotel de lujo del municipio malagueño de Benahavís, cercano a Marbella, y cerrarán su estancia con una visita a Palma de Mallorca, invitadas por los Reyes.
Otro de los visitantes insignes de este agosto será de nuevo el viceprimer ministro británico Nick Clegg.
Aunque su oficina de prensa no ha querido dar detalles de sus vacaciones por razones de seguridad, sí que ha confirmado que viajará a España, donde su destino durante los últimos años ha sido Olmedo (Valladolid), localidad de origen de su esposa, Miriam González Durántez.
Poco éxito han tenido los destinos turísticos del interior a la hora de atraer a huéspedes ilustres del mundo de la política y en las últimas décadas la competición más reñida la han protagonizado Marbella y Palma de Mallorca.
Uno de los veraneantes más esperados durante años en la localidad malagueña fue el Rey Fahd de Arabia Saudí, quien revolucionaba la ciudad por el gasto que generaba su séquito en alquiler de vehículos de lujo, hoteles, restaurantes y joyerías.
Su última visita tuvo lugar en 2002, tres años antes de fallecer, aunque después su familia se ha mantenido fiel a su palacio marbellí y en julio aterrizó en la Costa del Sol su hermano, el príncipe Salman Bin Abdulaziz Al-Saud.
En la época dorada del turismo árabe en la zona, a principios de los años ochenta, hasta el terrorista Osama bin Laden disfrutó con parte de sus cincuenta hermanos del sol y las fiestas marbellíes, según publicó en su día el diario "Sur" de Málaga, una etapa que debió olvidar cuando se unió a la lucha contra la URSS en Afganistán.
Otros de los invitados ilustres de la ciudad en 1996 fueron el presidente de los Emiratos Árabes Unidos, el jeque Zayed bin Sultán al-Nahayán, y el emir de Barhein, Isa Ben Salmán Aljalifa, quienes compartieron avión privado para llegar a Málaga y contrataron diez camiones para transportar el equipaje y tres autobuses para sus acompañantes.
Con más discreción, en 2003 también veranearon en Marbella los presidentes de Túnez, Zine El Abidin Ben Alí, y de Angola, José Eduardo Dos Santos, a quien se vio disfrutando de uno de los espectáculos que aquel mes de julio ofreció el bailaor Joaquín Cortés en Puerto Banús.
Por su parte, el tunecino eligió los toros y asistió a una corrida en el coso marbellí.
Y no sólo en agosto ha recibido Marbella a mandatarios extranjeros. En 1999 el entonces canciller alemán Gerhard Schroeder eligió la ciudad para sus vacaciones navideñas acompañado de su mujer, su hija y su suegra.
Schroeder se alojó en la casa de un amigo alemán y se declaró encantado con el jamón ibérico, las "tapas", el "pescaíto" frito, el marisco y el vino de Rioja.
También en la costa andaluza, en la localidad granadina de Motril, pasaron buena parte de sus vacaciones los reyes de Bélgica Balduino y Fabiola.
De hecho, fue en Motril, en su residencia de Villa Astrida, donde el 31 de julio de 1993 falleció Balduino.
Su sucesor, Alberto II, y su esposa, Paola, decidieron cambiar de destino y en agosto de 2000 eligieron la isla de Mallorca, acostumbrada a célebres veraneantes.
En 1987 los Príncipes de Gales, Carlos y Diana, fueron invitados por los Reyes y en años posteriores repitieron estancia en el Palacio de Marivent acompañados por sus hijos Guillermo y Enrique.
La presencia de los Reyes en Mallorca ha atraído otras muchas visitas, como la que realizó en 1993 el ex presidente estadounidense George Bush con su esposa Bárbara y sus nietas.
El yate en el que recorrían el Mediterráneo fondeó en las costas de Menorca y de Mallorca, aunque la escala más polémica fue la que realizó en Gibraltar. El Rey trasladó a Bush la "inquietud" española por lo sucedido cuando le invitó a almorzar en Marivent.
Y si es larga la lista mallorquina, que incluye a la presidenta irlandesa Mary Robinson, tampoco se queda corta la de mandatarios que han visitado Canarias, muchos invitados por los Reyes a la residencia de "La Mareta".
El inmueble fue levantado en Lanzarote en los años setenta por el rey Husein de Jordania y el monarca, que nunca se hospedó en él, lo cedió a Don Juan Carlos, con lo que pasó a formar parte de Patrimonio Nacional a finales de los años ochenta.
La finca ha sido frecuentada tanto por la Familia Real como por los presidentes del Gobierno y ha recibido a variados invitados extranjeros.
Entre estos huéspedes destacan el ex presidente de la desaparecida URSS Mijail Gorbachov, y su esposa, Raisa; el presidente checo Vaclav Havel; o el presidente de Kazajstán Nusurtan Nazarabayev.
Lejos de las costas y las islas, el ex primer ministro británico John Major, optó desde 1989 y durante varios años por la localidad abulense de Candeleda para su veraneo.
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