La familia de una joven de Torremolinos que murió ahogada en Ibiza pide investigar el caso

Denuncia la falta de información por parte de la empresa para la que la víctima trabajaba en un barco, del que se precipitó, según la autopsia

Aseguran haber recibido "hasta cinco versiones" sobre cómo ocurrió el accidente

La joven ahogada
La joven ahogada

Diyamis tenía 33 años, un niño de 7 y una vida por delante. Murió ahogada solo un día después de llegar a Ibiza para trabajar como personal de un barco, del que, supuestamente, cayó al mar, según reveló la autopsia que se le practicó al cadáver. No sabía nadar. La familia denuncia la escasa información que ha obtenido por parte de los responsables de la empresa a la que la joven pertenecía y pide que se continúe investigando el caso al considerar que está rodeado de versiones contradictorias sobre cómo se produjo el fatal accidente. Emilio López, padrino del hijo de la víctima, asegura no estar buscando “culpables ni tampoco dinero”, sino “humanidad” porque, recalca, durante estos días se han sentido “desamparados”. El pasado lunes, los familiares regresaron a Benalmádena, donde residen, con las cenizas de la fallecida, que ha recibido un homenaje en la zona de Torremuelle junto a varios amigos.

Eran las 10 de la mañana del día 29 de junio cuando el padre de Diyamis conocía, a través de otro familiar, que su hija había muerto en el puerto deportivo de Sant Antoni de Portmany. El mecánico de una embarcación que se encontraba en la zona había detectado en el agua el cuerpo flotando de la mujer a unos 20 metros del barco en el que ella trabajaba. Según el testimonio de la familia, trataron de reanimarla durante una hora, pero no lo consiguieron. La causa de la muerte, concluye el examen forense, al que ha tenido acceso este periódico, fue “asfixia por sumersión tras caída accidental”. Durante la autopsia no se observaron signos de violencia.

Familiares y amigos recuerdan a la víctima en un acto en Torremuelle, en Benalmádena
Familiares y amigos recuerdan a la víctima en un acto en Torremuelle, en Benalmádena

Los familiares aseguran que seis horas después de la tragedia recibieron la llamada del dueño del barco explicando lo ocurrido. Ellos le indicaron que ya se habían enterado y que tenían un billete para viajar hasta Ibiza con la intención de reconocer el cadáver. “Nos dijo que no hacía falta, que nos enviarían las maletas de Diyamis a Málaga y que él tenía que irse a Madrid”, resalta Emilio, que también es la pareja del padre de la víctima.

La repatriación, 7.000 euros

Sin saber a dónde acudir, contactaron con la Guardia Civil, que aseguró desconocer lo ocurrido. La empresa Pompas Fúnebres confirmó a la familia la muerte de la joven. Emilio apostilla que el coste de la repatriación a Torremolinos, su tierra natal, rondaba los 7.000 euros, una cantidad que, recalca, les resultaba imposible asumir. Solo podían afrontar la factura de la incineración del cuerpo en Ibiza. Una vez llegaron a la isla identificaron el cadáver y, aún en shock, se despidieron de Diyamis. “Solo pudimos verla 20 minutos”, sostiene el hombre entre sollozos.

La fallecida llevaba tres años trabajando para la misma familia. El día 28 viajó desde Marbella a Ibiza. Murió a las 8 de la mañana de la jornada siguiente. “Era una niña. Los accidentes ocurren, pero si alguien se ahoga en un barco habrá que comprobar si estaba contratado y si tenía seguro. Nadie se ha vuelto a poner en contacto con nosotros. Solo queremos saber qué ha pasado. Es desesperante”, se lamenta el familiar, que critica la desinformación sobre si la joven se cayó mientras estaba duchándose a bordo del barco, trabajando o bien en las duchas del puerto.

Según la familia, la Guardia Civil ha revisado las cámaras de seguridad y llamado a declarar a compañeros, pero hasta ahora han recibido “hasta cinco versiones distintas”. “No hemos podido ni siquiera abrir las maletas de Diyamis. Es rocambolesco”, remacha el padrino de su hijo.

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