La familia del malagueño cuyo cadáver incineraron tras confundirlo con otro: "Él no quería estar en una urna"
"Nos pidió que, cuando muriera, le lleváramos flores y no lo quemaran", critica una de las hijas, que denuncia no haber podido cumplir la voluntad de su padre
Antonio pretendía ser enterrado junto a su madre en el cementerio de Rincón de la Victoria
Confunden dos cadáveres y acaba incinerado un hombre de Málaga al que su familia quería enterrar
"La voluntad de mi padre no era estar en una urna. Quería que, cuando muriera, le lleváramos flores". Alba González trata de recomponerse y, a partes iguales, dar respuesta a la equivocación que ha llevado a que su progenitor, fallecido el pasado viernes tras sufrir un infarto, haya sido incinerado en lugar de enterrado tras confundirse su cadáver con el de otra difunta.
Sus restos ahora reposan en el cementerio de Rincón de la Victoria, después de que la familia haya tenido que esperar cinco días para despedirse de Antonio, el fallecido. El caso está en manos del abogado Damián Vázquez, que presentará una denuncia para esclarecer lo ocurrido. Alba y sus allegados buscan respuestas que le lleven a entender “cómo han confundido” el cuerpo sin vida de su padre con el de una mujer. Pero tiene también otros interrogantes pendientes de resolver: por qué el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Cádiz, donde se le practicó la autopsia, “entregó un cuerpo equivocado”, cómo una funeraria no se percata de que el finado “no es una mujer” y "en qué se estaba entreteniendo la persona que tenía que verificar el cadáver que estaban quemando”.
La familia pretende saber también “cuántas personas no han hecho bien su trabajo”. Porque, apostilla, ha habido un cúmulo de errores por los que exigirá responsabilidades. Todavía, denuncia, ni siquiera le han asegurado si el cadáver de Antonio "se llegó a velar en otro entierro o directamente lo quemaron porque la familia de esa mujer no tenía intención de hacerlo".
La Junta abre expediente e investiga la "entrega errónea" del cadáver
Por su parte, desde la Junta de Andalucía, han emitido un comunicado a los medios de comunicación en el que aseguran estar "investigando la entrega errónea" del cadáver y "lamentan profundamente" lo ocurrido. Así, ha abierto un expediente de información previa para esclarecer "dónde se produjo el error o los errores". Asi las cosas, ya ha sido designado un instructor que se está encargando de la investigación y que está recopilando "todos los datos para averiguar las circunstancias acaecidas" en el procedimiento de la entrega de los cadáveres, esto es desde que llega al Instituto de Medicina Legal de Cádiz, dependiente de la Consejería de Justicia, hasta que es entregado por la funeraria a la familia. Las pesquisas están encamiandas a conocer "dónde se ha fallado en la aplicación de los protocolos existentes de comprobación".
La administración "lamenta profundamente" lo ocurrido, y apunta que se trata de una situación "que nunca se debió haber producido". Un "error" por el que piden disculpas a los perjudicados. "Sentimos mucho que este fallo haya impedido dar la sepultura elegida a su familiar", indica.
Alba reconoce que ahora es capaz de reproducir los detalles de su caso "con el piloto automático", pero que la suya "es una historia de película". La secuencia de los hechos da comienzo el pasado fin de semana, cuando ella y su padre se desplazaron junto a otros familiares hasta Jerez de la Frontera para acompañar a un primo de ella que competía como piloto en el Mundial de superbike. La noche del viernes, Antonio dormía en casa de una sobrina, donde habían cenado y pasado un buen rato en familia. Hacia la 1 de la madrugada, el hombre comenzó a sentirse mal. Aunque intentaron reanimarlo, un infarto acabó con su vida. El médico, en palabras de Alba, “no certificó la muerte” y hubo que trasladar el cadáver hasta el Instituto de Medicina Legal de Cádiz para que un equipo de forenses determinara la causa del fallecimiento. “Mi funeraria me recomendó volverme a Málaga y firmar los papeles para el traslado porque allí, en el Instituto, no se podía hacer más. Hasta el lunes, el cadáver no llegaba y, el domingo, me llamaron para decirme que nadie lo había recogido”, relata la hija.
A las 4 de la tarde, una llamada hizo que le diera un vuelco el corazón. “Me dijeron que lo sentían mucho pero que había habido un doble error y habían entregado el cuerpo a otra familia”, rememora. Y no solo eso. El cadáver de Antonio había sido incinerado y no inhumado, como la familia tenía previsto. Alba, recuerda, se quedó “muerta”. Entonces le explicaron que la Guardia Civil “estaba intentando “recuperar los restos” de su progenitor. Más tarde, volvieron a ponerse en contacto con ella, que pidió una sala para velar a su padre y que se pudiera oficiar una misa. Eso al menos lo consiguieron. “Nos hicieron el favor, aunque no había hueco. El martes lo velamos y seguimos haciéndolo hasta la madrugada. Ayer miércoles lo enterramos”, detalla la afectada.
"No quiero que me quemen”
Alba está “mal”, aunque respira más aliviada tras haber podido poner fin a un “proceso largo de cinco días, con mucha incertidumbre”. La familia ha enterrado a Antonio junto a su madre en Rincón de la Victoria. “Es un columbario, son nichos más pequeños, pero al menos está con ella", se consuela. Ahora no solo llora la muerte inesperada de su padre, que el 28 de septiembre sopló 62 velas, sino también lamenta no haber cumplido su deseo. "Él siempre decía: ‘Si me pasa algo, a mí me lleváis flores. No quiero que me quemen”, rememora.
Al dolor por la muerte de su progenitor y el disgusto de estos días por el error cometido se le suma la pena que tiene por que su hermana, que está embarazada y vive en Córdoba, no haya podido despedirse de él. “Yo estuve un rato con mi madre en la habitación mientras llegaba el forense, pero ella no pudo decirle adiós”, asevera.
Antonio regentaba en Málaga capital un negocio de bricolaje que ya había cerrado sus puertas el año pasado. Su intención era la de jubilarse pronto. Su sobrino, el piloto malagueño Julio García, considerada la nueva perla del motociclismo, logró la victoria del campeonato que había llevado a su tío hasta Cádiz para acompañarle en la última prueba de la temporada. "Le dedicó el podio. Ese fue su homenaje", recuerda Alba.
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