¿Por qué los finlandeses llaman a Fuengirola?

Una empresa gestiona desde la Costa los trámites de tráfico o las averías eléctricas. El año pasado recibió 1,5 millones de llamadas desde Finlandia

¿Por qué los finlandeses llaman a Fuengirola?
¿Por qué los finlandeses llaman a Fuengirola?
Encarna Maldonado Málaga

10 de agosto 2015 - 01:00

Cerca del 20% de los finlandeses llamó el año pasado a Fuengirola. ¿El motivo? Una avería en el suministro eléctrico, renovar el permiso de conducir, registrar el coche, pagar el impuesto de circulación, fijar una cita con el oftalmólogo o con el mecánico... Estos son solo algunos de los servicios externalizados por Finlandia que presta Argona Spain desde el corazón de la Costa del Sol, donde emplea a 125 ciudadanos fineses para atender servicios dependientes de Trafi (agencia estatal equivalente a la Dirección General de Tráfico) o uno de las principales eléctricas del país (participada por el Estado), entre otras empresas.

Argona se instaló en Fuengirola en 2008. Entonces solo tenía cuatro trabajadores que se ocupaban del servicio de atención al público de una aseguradora. Poco a poco fue consiguiendo nuevos clientes y contratos más suculentos. El de Trafi, ganado en un concurso público en 2012, es uno de los más significativos. Tan solo el pago de impuestos genera 36.000 llamadas al mes. En conjunto la empresa registró el año pasado 1,5 millones de contactos, una cifra espectacular para un país de 5,4 millones de habitantes.

"Si una tormenta o una nevada provocan un corte de luz nieve el cliente nos llama a nosotros. No sabe que estamos en Fuengirola, pero desde aquí le enviamos un técnico o le informamos del tiempo estimado para la reparación", explica Tarja Laine-Palander, directora de administración de Argona Spain. Igual sucede con el servicio relacionado con el tráfico, las ópticas o los talleres mecánicos. La atención al público se combina, en algunos casos, con la acción comercial no tanto para captar nuevos clientes, como para vender nuevos productos o servicios a los ya existentes.

"Atendemos por teléfono, correo electrónico, web, Twitter y Facebook, depende de la preferencia del cliente", puntualiza mientras pone el acento en la importancia de estar en la cresta de la ola de las últimas prestaciones que ofrecen la tecnología e internet. De hecho, las empresas extranjeras de este perfil no existían hace unos años. Han aparecido durante la travesía de la crisis coincidiendo con la eclosión de la telefonía a través de internet que permite marcar un número finlandés y que responda un interlocutor en otro país situado a 4.000 kilómetros de distancia.

¿Por qué Fuengirola? Las razones económicas son primordiales. El servicio, dada la diversidad de clientes, se presta de forma ininterrumpida 24 horas al día los siete días de la semana. Tanto los sueldos como, sobre todo, los pluses derivados de trabajar en sábado, domingo o en horario nocturno son significativamente más elevados en Finlandia. También los alquileres de los locales.

La facilidad para hallar empleados finlandeses también es un argumento poderoso: Fuengirola es el único municipio español con un colegio finlandés en el que estudian 300 niños de esta nacionalidad, circunstancia que ha permitido fijar en el entorno varios cientos de familias en edad laboral. Además, es muy común entre los finlandeses tomarse un año sabático, "durante el que se cobra el 70% del sueldo". Muchos aprovechan ese año para desplazarse a la Costa del Sol y algunos alargan ese periodo. Ese fue el caso de Tarja Laine-Palander. De aquello hace ya 12 años. Finalmente, personas próximas a la jubilación ya residentes también agradecen un empleo durante esta última etapa laboral, además de algunos jóvenes que buscan una experiencia durante un alto en sus estudios. El resultado es un perfil de empleados muy particular, alejado al clásico del telemárketing español, que comprende trabajadores desde los veinte y pocos hasta los cincuenta y muchos, aunque la edad media se sitúa en los 35.

Argona Spain en la actualidad forma parte del grupo Barona, una compañía finlandesa con 3.500 empleados y facturación anual prevista para 2015 de 220 millones de euros que opera en las áreas de recursos humanos, alojamiento de trabajadores -gestiona 50.000 viviendas-, caza talentos, y servicios de atención al cliente que presta desde Kuusamo y Joensuu (Finlandia), Katowice (Polonia) y Fuengirola. La filial malagueña aporta en torno a cinco millones de euros.

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