La fuga de enfermeros no para: Málaga perdió unos 200 en el primer semestre
El Colegio de Enfermería lo achaca a los contratos “precarios y cortos”, los bajos salarios y la falta de desarrollo profesional
Madrid, Cataluña y Baleares son los principales destinos a los que se marchan
Málaga tiene menos enfermeros por habitante que España y Andalucía
La fuga de enfermeros no para. Málaga, con la penúltima peor ratio de estos profesionales por habitantes de toda España, pierde este capital humano. Es la denuncia que lanza el Colegio de Enfermería de la provincia.
Su presidente, José Miguel Carrasco, precisa que en el primer semestre de este año, unos 200 enfermos tramitaron el expediente para trasladarse a trabajar fuera de Andalucía. Sobre todo, a Madrid, Cataluña y Baleares. El perfil es el de profesionales sin plaza en propiedad. “Se van los que no tienen estabilidad”, resume Carrasco.
Frente a este dato añade otro: entre las escuelas de Enfermería de la Universidad de Málaga y la de Ronda se graduaron algo más de 170 en este curso pasado. “Es decir, perdemos profesionales formados. Nunca se retienen”, lamenta.
Con otros números, también el Consejo Andaluz de Enfermería (CAE) alerta de la “persistente fuga” de efectivos en la comunidad autónoma “pese al déficit de enfermeras en la sanidad andaluza”.
Según las cifras del CAE, a nivel regional cada año se gradúan unos 2.000 profesionales en Andalucía. Pero de estos, apenas 690 permanecen en la comunidad autónoma “a pesar de las enormes necesidades asistenciales y de personal” en el sistema público. Con estos datos, el Consejo denuncia que “sólo un tercio de las enfermeras egresadas trabajan en Andalucía debido, principalmente, a la falta de oportunidades laborales en la comunidad autónoma”.
Carrasco achaca la situación a los bajos salarios, los contratos “precarios y cortos” y la falta de desarrollo profesional. “Es una realidad que se repite año tras año porque no existe una previsión”, opina.
Pone como ejemplo que los hospitales Regional, Clínico y Costa del Sol han sacado ofertas de empleo para esta categoría a mediados de este mes de julio. “Pero para esta fecha, ya la mayoría de los profesionales están fuera; ya se los han llevado”, protesta.
El presidente del Colegio malagueño no sólo arremete contra la precariedad en las contrataciones y la falta de previsión del Servicio Andaluz de Salud (SAS), sino también contra el retraso en la actualización de la Bolsa autonómica.
Debido a esta última circunstancia, los titulados que acabaron la carrera en el último curso no han podido inscribirse para empezar a trabajar en Andalucía. Sí han podido apuntarse una vez que la Bolsa se ha agotado y el SAS ha autorizado una convocatoria extraordinaria.
Pero Carrasco insiste en que cuando por fin la Administración sanitaria ha dado luz verde a la contratación, la mayoría ya está trabajando fuera de la comunidad autónoma.
Desde el Colegio de Enfermería de Málaga se hace hincapié en la problemática que supone esta situación para la provincia, especialmente durante el verano. “Con una de las peores ratios de enfermeras por habitantes de España, con un aumento de la población flotante debido al turismo estival y con muchos profesionales disfrutando de sus vacaciones anuales, el déficit crónico se agudiza”, sostiene Carrasco.
La entidad colegial argumenta que esta realidad no sólo entraña más sobrecarga para los enfermeros, sino también un perjuicio para los enfermos. “Supone una pérdida en la calidad de los cuidados y es peor para la salud de los pacientes”, argumenta el presidente de la institución profesional.
La denuncia de la fuga de enfermeros no es exclusiva de Málaga, ni de ahora. Ya en enero pasado, el CAE hizo balance y advirtió que en 2023 unos 1.200 profesionales en toda la región solicitaron el traslado de su colegiación para trabajar en otras provincias de fuera de la comunidad autónoma andaluza. Una hemorragia que –a tenor de los datos aportados esta pasada semana tanto por el Colegio malagueño como por el Consejo andaluz– no se detiene.
Cuando el CAE dio aquellas cifras de bajas en la colegiación, las atribuyó “en su mayoría a la ausencia de contratos o, en reiteradas ocasiones, por el ofrecimiento de contratos de semanas o días sueltos, que no permiten el desarrollo profesional ni personal de miles de enfermeros”. La realidad laboral –a la luz de los números que vuelven a poner sobre la mesa ambas entidades profesionales– no ha variado.
Precisamente este fue uno de los temas abordados por los representantes del CAE en la reciente reunión que tuvieron con la consejera de Salud, Catalina García. La presidenta del Consejo Andaluz de Enfermerías, María del Mar García, sostuvo tras el encuentro que “sólo ofertando mejores condiciones laborales que reconozcan la profesionalidad y capacidad será posible mitigar la sangría de profesionales, propiciando además que el talento que se ha marchado a desarrollar sus funciones en otras comunidades y países pueda regresar”. Además, reivindicó que la inversión en formación “sea respaldada y protegida por todas las instituciones, condición inexcusable para que que los profesionales no se vean obligados a salir” para poder trabajar.
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