Fin a la fusión del Regional y el Clínico de Málaga con la separación de Oncología Médica

El SAS la divide tras la petición unánime de la junta facultativa del primer hospital hace un mes

Sanitarios prevén que no cambiarán ni la asistencia ni la investigación y que seguirá la colaboración

Dimite el jefe de Oncología Médica del Hospital Regional de Málaga

Tratamientos de quimioterapia listos para su administración.
Tratamientos de quimioterapia listos para su administración. / M. H.

La fusión de los hospitales Regional y Clínico prácticamente ha muerto. El proceso impuesto hace más de una década por la Consejería de Salud en plena época de recortes con el objetivo de ahorrar costes se ha ido disolviendo en silencio y poco a poco como un azucarillo en el café. A finales del mes pasado, la Dirección General de Asistencia del Servicio Andaluz de Salud (SAS) decretó la separación de la unidad intercentros de Oncología Médica de ambos centros sanitarios. En sentido estricto, la fusión no ha muerto del todo porque Anatomía Patológica de ambos centros sanitarios continúa junta; aunque en esta especialidad, bajo el paraguas de una unidad provincial que agrupa a todos los hospitales públicos malagueños. 

Pero la desfusión de Oncología Médica es importante por el peso asistencial e investigador de este área y también porque ya se han dividido lenta y calladamente 16 de las 17 unidades que en su día llegaron a unirse por imposición de la Consejería de Salud.  

La resolución para separar esta especialidad oncológica llegó tres semanas después de que de que el 5 de junio la junta facultativa del Hospital Regional –el estamento de representación profesional de los médicos– aprobara por unanimidad solicitar la desfusión del Clínico. La medida fue comunicada por el SAS a finales del mes pasado con un escrito de unas pocas de líneas. Emilio Alba, director de la unidad intercentros, seguirá como jefe de Oncología Médica del Clínico, como antes de la fusión. Por su parte, Francisco Carabantes está de forma interina al frente de la especialidad en el Regional, tras la dimisión del anterior responsable, Antonio Rueda.  

Fuentes consultadas aseguran que la separación no supondrá grandes cambios ni repercutirá en la asistencia a los pacientes o en los proyectos de investigación.  Oncología Médica es una de las áreas más potentes en esos dos ámbitos en ambos hospitales. “La colaboración continuará, como hasta ahora”, afirman. 

Pero aunque no sea traumático según vaticinan profesionales consultados, como en un divorcio, habrá que hacer el correspondiente reparto. Hay numerosos ensayos clínicos que hasta finales de junio pertenecían a la unidad intercentros y que ahora deberán distribuirse entre el Regional y el Clínico. Esta división se hará en función de a qué hospital pertenezca el investigador principal. Oncología Médica es una de las especialidades con más ensayos clínicos de la sanidad pública malagueña. El hospital de Teatinos tiene su área de ensayos clínicos. De hecho, funcionaba hasta ahora como intercentros. Tras la separación, deberá replicarse en el Regional, según sanitarios consultados.    

También deberá repartirse el centenar de profesionales contratados adscritos a la unidad intercentros y que pasarán a uno u otro hospital. Son médicos, biólogos, enfermeros, técnicos, auxiliares y data manager, entre otros. La Administración sanitaria guarda un absoluto mutismo sobre esta separación.  

La desfusión entre el Regional y el Clínico no es total. En su día, de las 42 unidades que podían fusionarse –porque algunas como Neurocirugía o Maxilofacial son exclusivas del Regional y no cabía unión–, sobre el papel sólo llegaron a fusionarse 17. Un proceso que se hizo a la fuerza tras la decisión de la Consejería de Salud en el otoño de 2012 y que fue a regañadientes porque la mayoría de los profesionales lo rechazaba. Ahora, tras la separación de Oncología Médica, de esas 17 únicamente queda una: Anatomía Patológica. Y esta unidad no es intercentros (Regional-Clínico), sino provincial. 

En estos casi 14 años, a medida que se jubilaban los jefes de las unidades intercentros, éstas se han ido separando. Los hechos demuestran que el proceso –diseñado para ahorrar costes– fracasó. Para colmo, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) sobre dos hospitales sevillanos de finales de 2015 vino a rematar esas uniones ya que falló que la gerencia del SAS –que las impulsó– carecía de competencias para ello. 

El Hospital Costa del Sol, cuya gerencia en su día también se fusionó con la del Hospital de Andújar, ya está separada tras su integración en el SAS. Así que en la provincia, los únicos vestigios que quedan de aquellas fusiones son la gerencia unificada de los distritos Málaga-Guadalhorce y la unidad de Anatomía Patológica. En 2012, cuando se impusieron las fusiones, muchos profesionales auguraron que fracasaría por la falta de consenso en su aplicación, los egos profesionales y las distintas idiosincrasias de cada centro. Los hechos les han dado la razón.

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