La generación 'Sisi': El retrato de siete jóvenes malagueños que estudian y trabajan
Agobios, estrés, cansancio, poco tiempo libre y mucha organización para poder llevar a cabo ambas cosas. No es tarea fácil pero tampoco imposible
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Málaga/Esta semana, en la inauguración del curso escolar, el presidente de la Junta de Andalucía confesaba a los alumnos de un colegio de Jaén que no había terminado la carrera de Magisterio. “Trabajar y estudiar no siempre es fácil. Cuando tienes dobles obligaciones en ese momento, pues a veces no terminas los estudios…”, dijo Juanma Moreno en una entrevista ante los jovencísimos periodistas. Pero para muchos, o no hay otra opción porque los gastos son excesivos para la economía familiar o consideran un reto poder hacer compatibles sus estudios universitarios o de FP con un trabajo que, en algunos casos, pueda ir aportándoles experiencia en su sector profesional. Ellos son los denominados sisis, lo contrario a los ninis.
Esta decisión se puede deber a la subida de los precios de los últimos años. Muchos necesitan venir a la ciudad para estudiar y hay veces que los gastos que conlleva no pueden ser costeados por los padres, por lo que tienen que ponerse a trabajar. También, muchos de ellos buscan empleo para coger experiencia en el ámbito al que dedican sus estudios y esperan dedicar por entero su vida laboral y otros lo hacen en hostelería, tiendas de ropa o incluso dando clases particulares a niños para pagarse sus propias cosas o conseguir ahorrar.
Estudiar una carrera o cualquier oposición o formación profesional ya de por sí resulta complicado porque a parte de tener que asistir a clase unas horas del día. También, necesitan estudiar para los exámenes que vayas teniendo a lo largo del curso y hacer los trabajos que muchos de ellos son en grupo. Tener que dejar cosas atrás para poder llevar a cabo estas responsabilidades, a veces, es duro para muchos de estos jóvenes porque no cuentan con el tiempo libre que tienen otros, que solo trabajan o solo estudian. Por ello, este periódico ha contactado con varios de ellos para ver cómo son sus vidas al llevar varias cosas y cómo se organizan para poder llevarlo a cabo. Estos son algunos de los jóvenes malagueños que estudian y trabajan:
Martha Montero
Tiene 30 años, actualmente estudia Derecho en la Universidad de Málaga y a la vez trabaja en marketing digital y en una zapatería de su pareja. Desde siempre ha tenido que trabajar para poder pagar sus cosas, ya que esta independizada. "Tengo que pagar para sobrevivir. Tengo que trabajar para sobrevivir mi día a día, para mi casa, para mis cosas". Sus estudios pasan a un segundo plano ya que la necesidad hace que tenga que trabajar. "Mis estudios se han dilatado en el tiempo más de lo normal, porque claro, siempre he tenido que juntar dinero para sobrevivir y después volver a estudiar".
Pilar Romero
Con 21 años estudia el grado infantil en la Universidad de Málaga, también trabaja en la escuela infantil ‘Wake Up Baby School’.En esta entró gracias a unas prácticas que hizo durante su etapa en el grado superior en educación infantil, entonces concilia trabajo con los estudios.
Lo que le supone un gran esfuerzo ya que tiene poco tiempo libre. "Yo me levanto, entro a trabajar a las nueve, de nueve a una y media. Salgo de trabajar y como todavía no tengo el carnet de coche, pues me tengo que quedar allí a comer todos los días, o bien en la en la escuela o bien en la universidad. Porque empiezo las clases a las 03:30 y de 03:30 o a 06:30 o a 07:30, aunque hay algunos días que depende la asignatura, pues puedo acabar hasta las nueve de la noche"
Además, su idea de futuro es tras finalizar la carrera, opositar.
Beatriz Toledano
A sus 21 años estudia Ingeniería Industrial en la Universidad de Málaga y ahora ha tenido la oportunidad de trabajar de delineante en la empresa que hizo las prácticas. Decidió trabajar porque asegura que en la carrera realmente no le enseñan lo que hace un ingeniero.
No es fácil poder alcanzarlo todo cuando el tiempo es limitado." Hay días que te cuesta llegar a todo. Pero bueno, tienes que dejar algo en algún momento de lado. Tu vida se centra solo en estudiar y trabajar. Son muchas horas".
Susana Benítez
Tiene 22 años y estudia Educación Infantil en la Universidad de Málaga y a su vez trabaja en un aula matinal en un colegio. Además, de ser voluntaria de asistente en un aula. Conciliar el trabajo y los estudios para ella es agobiante ya que como argumenta a la hora de que sus compañeras quieran adelantar trabajo por la mañana, ella no puede ya que está trabajando, por lo tanto lo tiene que hacer por la noche cuando llega a casa.
A parte de que trabaja porque le gusta su profesión, también lo hace porque a nivel económico lo necesita, además de conseguir experiencia para un futuro.
María Vargas
Actualmente tiene 21 años y va a estudiar el segundo curso del Grado de Educación Infantil, a la vez que trabaja en una escuela infantil, en un aula de niños de 2 a 3 años. " Antes de empezar la carrera estaba en el verano buscando trabajo y me salió justamente este trabajo en lo que más me gusta y entonces no dudé en cogerlo y probar si podía llevar las dos cosas a la vez", argumenta.
"La verdad que si llevas las cosas al día y tal, no es difícil".Pero, cuando llega la época de exámenes y el trabajo acumulado, para María se le hace un poco más cuesta arriba.
Su empresa no le da flexibilidad porque por ser estudiante, algunas si son más comprensibles que otras. Pero tras tener una jornada por la mañana, puede llegar a dar clases por la tarde sin ningún problema. " La única facilidad que me pueden llegar a dar es salir a lo mejor quince minutos antes, pero facilidades específicas no me ofrecieron".
Ana Bernal
Con 21 años decidió trabajar para poder sacar su dinero y poder ahorrarle dinero a sus padres ya que en su casa son muchos. Estudia Derecho en la Universidad de Málaga en horario de tarde y trabaja en el Zara Home. El hacer las dos cosas a la vez le supone algunas veces agobio y estrés." A veces no te da la vida para nada", aclara Bernal.
Su empresa le da muchas facilidades para que pueda estudiar e ir a las clases. " Yo voy a la universidad de tarde y ella pues me facilita los horarios para que yo me organice bien. Son muy apañados", argumenta. Por ello, sus horarios durante la semana son muy diferente y van cambiando.
Andrés Romero
Estudia Ingeniería de Sistemas de Telecomunicaciones y trabaja en McDonald´s. Para Andrés al principio le resultó agobiante, ya que no se sabía organizar. " Es bastante agobiante y se hace un poco difícil. Además, te ayuda a ser más responsable y a gestionarte todo mucho mejor", asegura.
El conciliar trabajo con estudios lo hace para no depender de su familia y pagarse sus estudios. Además, de cubrir sus propios gastos de ocio u otras cosas.
Su empresa si es flexible a la hora de ponerle los horarios. "Me facilitan todo, el horario que complementa mi estudio y el fin de semana pues sí que hecho más horas, pero no está mal", concluye.
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