Una generación en crisis

Los jóvenes ven su futuro cada vez con más incertidumbre y menos esperanza · Las empresas de recursos humanos señalan que los perfiles de personas cualificadas que demandan empleo aumentan.

Redacción

28 de agosto 2011 - 08:40

Aunque no fuera escrita con ese propósito, la canción Désenchantée de la francesa Mylène Farmer bien puede asociarse a la situación que está viviendo la actual generación de jóvenes -y no tan jóvenes-. Todo es caos / Todos mis ideales: palabras estropeadas/ Soy de una generación desencantada. Así reza el estribillo de este tema y así es como se sienten los jóvenes. Y con razón. La mayoría de ellos tienen una carrera -o incluso dos-, un máster, idiomas, han realizado prácticas en varias empresas y a lo único que pueden aspirar -para trabajar en un sector relacionado con sus estudios- es a un puesto como becario. No llevan cafés; trabajan como el resto de la plantilla, pero cobran mucho menos y sin reconocimiento laboral alguno.

El paro azota sin piedad a estos jóvenes, miembros de la generación en teoría mejor preparada de la historia, que un día eligieron un futuro y decidieron luchar por él. Quizá lo peor de todo sea que muchos miran al frente cada vez con más incertidumbre y menos esperanzas. Una parte de ellos es carne del desempleo, la otra de la precariedad y dará gracias si recibe un ínfimo sueldo. El resto decidirá un día hacer las maletas, sacar un billete de ida y salir de España para probar suerte. La mayoría ni siquiera encontrará una oportunidad para trabajar en aquello para lo que se formó y tendrá que guardar sus ilusiones junto a los títulos y notables expedientes académicos logrados tras años de estudio y esfuerzo, cuya recompensa se hace esperar más de lo prometido.

La idea que se desprende de esta realidad es que algo falla para que los titulados superiores menores de 30 años no encuentren un trabajo acorde a su formación. Al día, la Empresa de Trabajo Temporal (ETT) Adecco recibe como mínimo una media de 20 ó 25 demandas de empleo de forma presencial, pero a esto hay que añadir la multitud que se reciben a través de la página web. "Han aumentado todos los perfiles, desde los más cualificados hasta los menos, pero es cierto que se ha notado mucho la subida del desempleo entre los jóvenes muy bien formados", declara Cinta Bellerín, adjunta de selección de la organización en Andalucía Oriental. A esto se suman los despidos de "personas válidas" que se han producido en muchas empresas.

La empresas de recursos humanos coinciden en indicar que como primera opción los jóvenes, cuando finalizan sus estudios universitarios, tratan de buscar un trabajo en su sector, acorde a su formación, "incluso barajan la posibilidad de realizar prácticas", pero pasado algún tiempo "la necesidad hace que se conformen" con cualquier cosa. "Cuando ven que están desempleados y que no encuentran nada, piden lo que sea", indicaron en Adecco. Aunque también se percibe que cada vez más buscan su primer empleo con menores expectativas. Las ofertas de trabajo habituales en la provincia están relacionadas con la hostelería -camarero, recepcionista o administrativo- o con el sector industrial -operario y mozo-. "De todas formas, aún hay algunas ofertas de perfiles cualificados, pero en menor volumen que en otros años", aseguró Bellerín.

Ante lo imposible que puede resultar encontrar un trabajo, los jóvenes intentan optar a puestos para los que se requiere una preparación más baja. Para conseguirlo, la alta cualificación, lejos de convertirse en una ventaja, puede suponer un problema. Por ello no son pocos los que deciden maquillar su currículum con el fin de adaptarlo a las ofertas y no ser descartados para el puesto. "Se hace mucho ante la necesidad de trabajar, cuando hay perfiles tan formados rebajan su currículum para poder optar a algo", explicó Bellerín. Esto, a juicio de Pedro García, director de Standby Consultores, es un error. "Los jóvenes no deben ocultar nada, sino decir todo lo que son capaces de hacer, toda la ilusión con la que lo harían y la pasión que pondrían en ello", defiende. Asimismo, afirma que actualmente reciben en Standby el currículum de todo tipo de perfiles, incluso aquellos que hace unos años "escaseaban", como los ingenieros de caminos o los técnicos. A la vez, señala que a los jóvenes ahora no les importa cambiar de residencia con tal de trabajar. "Somos más prácticos", apostilló.

Nadie se atreve a desvelar la receta para salir del túnel, pero según García, la paciencia y la perseverancia son las claves, ya que es posible que a corto plazo una persona poco preparada encuentre antes un trabajo temporal, pero aquella que tenga una formación de posgrado consigue, "con el tiempo", mejores empleos y más estables. La razón según dijo: "Es más difícil sustituirlos". "Los jóvenes deberían ver eso como una acción a largo plazo. No deben dejar de moverse, y tienen que tener la mente abierta para buscar en cualquier parte del país o del mundo", recomienda.

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