"Las máquinas harán que los idiomas no sean una barrera en breve; ahora toca vigilar que no nos controlen"

Gloria Corpas | Premio Nacional de Investigación 2024

La catedrática del departamento de Traducción e Interpretación de la UMA acaba de ser reconocida con el galardón considerado como más importante en el ámbito de la I+D por su trayectoria

Gloria Corpas, filóloga de la Universidad de Málaga, Premio Nacional de Investigación

Corpas, este jueves, posando en La Malagueta. / JAVIER ALBIÑANA

El de Gloria Corpas es uno de esos currículums que parecen no tener fin. Y, desde este jueves, engrosa una línea más tras ser galardonada con uno de los Premios Nacionales de Investigación 2024, dotado con 30.000 euros, en la categoría Ramón Menéndez Pidal, y considerado el más importante de España en el ámbito de la I+D. Algunos de los motivos que han dado pie a este designio son, en palabras del jurado, su trayectoria científica en el campo de la Filología o sus aportaciones al trabajo práctico. Un galardón ante el que la catedrática del departamento de Traducción e Interpretación de la Universidad de Málaga y responsable del Instituto Universitario de Investigación de Tecnologías Lingüísticas Multilingües se reconoce "sorprendida, contenta y abrumada a partes iguales" a pesar de ser una reconocida pionera en su campo al hibridar Ciencias y Letras o utilizar tecnologías de vanguardia desde el minuto uno. Antes que éste, Corpas ya recibió otros como el premio Internacional en Tecno-Humanidades del Instituto Caritas de Educación Superior de Hong Kong, el premio a la Transferencia del Conocimiento de la UMA, el premio de Investigación Carlomagno-UMA, el premio Doctora de Alcalá a la excelencia investigadora o la Bandera de Andalucía de la Investigación, la Ciencia y la Salud.

Pregunta.Se interesó muy pronto por la automatización de la traducción y la interpretación, pero me consta que algunos de sus colegas no recibieron aquello precisamente con los brazos abiertos por la idea, que a día de hoy sigue resonando con fuerza en muchos sectores, de que acabaría con sus empleos

Respuesta.Los patrones se repiten. En su momento, hace 20 o 30 años, cuando aparecieron las primeras traducciones automáticas, hubo muchas reticencias. Se temía que los resultados fueran de mala calidad y que se pudieran perder empleos. Con el tiempo, la traducción automática ha avanzado, se usa para casi todo y funciona a la perfección. Incluso dentro del ámbito literario, que sobre el papel debería corresponder al humano porque es una labor creativa, brinda ayuda al traductor al ofrecerle sugerencias e inspirándolo. Para nada era esa especie de demonio que algunos creían ver. Esto mismo es lo que está pasando en la actualidad con la interpretación, a la que el avance tecnológico le está llegando más ahora. Y en ambos casos, además, se están creando nuevos perfiles profesionales como los poseditores, los respeakers, o más lingüistas en general, que suponen un nicho de trabajo muy importante. De todas maneras siempre va a haber contextos en los que la presencia humana sea indispensable como las reuniones de altos mandatarios.

P.La simplificación de procesos es un objetivo que parece reciente, pero usted ya se enfocaba en ello con su grupo, Lexytrad, en 1997

R.Sí, desde muy pronto. Empezamos trabajando con corpus, lo que hoy es el big data, es decir, grandes colecciones de textos u otros archivos. A partir de ahí, logramos desarrollar nuestros propios sistemas de aprendizaje automático y utilizamos nuestras propias técnicas de IA desde un principio. No son las mismas que ahora: éstas han ido evolucionando y nuestro sistema ha ido asimilando aquello que resultaba útil. Otra cosa en la que nos hemos diferenciado del resto es en lo multidisciplinar. En mi equipo hay de todo: también ingenieros informáticos o, cuando los precisamos, investigadores sanitarios.

P.¿Qué proyectos está desarrollando el grupo en este momento?

R.Ahora estamos rematando una plataforma de ayuda al intérprete que incluye todo aquello que éste puede necesitar en todas las fases. Funciona para español, inglés, italiano, francés, alemán y estamos terminando los módulos de chino y árabe. Además, estamos empezando otros tres: uno es un sistema de información integral enfocado al covid persistente, tanto para pacientes y sanitarios como para mediadores lingüísticos y acompañantes; el segundo es un sistema específico para farmacología y el tercero para medicina de urgencia. Siempre tenemos muchos proyectos pese a ser un equipo pequeño dentro de lo que cabe.

Corpas, en el paseo marítimo. / JAVIER ALBIÑANA

P.En 2010 creó la patente 'NCor' y todavía sigue siendo una de las más demandadas dentro de la Universidad de Málaga

R.Sí, entonces patentamos ese algoritmo y a su vez creamos un programa para mejorar la experiencia del usuario. La idea es que éste pueda determinar cuando un corpus, el total de datos, es suficiente bueno para extraer lo que necesita de él. Eso se puede hacer en una hora o dos pero cambia todo. Tiene múltiples aplicaciones, pero esa es una de ellas.

P.Lo comentábamos por encima antes: la Inteligencia Artificial ha puesto patas arriba la idea que teníamos del mundo. ¿Cómo ha calado en su disciplina?

R.Se está utilizando sobre todo como herramienta en los sistemas generativos, para crear. Pero todavía hay que tener cierto cuidado porque, aunque funcionan muy bien, son imperfectos y tienen muchas falacias. Nosotros siempre la hemos tenido presente, la mayoría de los usos por parte de traductores, intérpretes e investigadores son todavía a nivel usuario: utilizan herramientas como ChatGPT o Gemini. En cuanto a la investigación, está obligando, entre comillas, a muchos equipos que eran muy tradicionales a interesarse por sus posibilidades y a colaborar con ingenieros, que es lo que hay que hacer hoy: tener una visión multidisciplinar ante un mundo crecientemente complejo. Se está logrando una cierta hibridación a la hora de trabajar entre todos los planos: texto escrito y discurso oral, traducción e interpretación y humanidades e ingenierías. Tengo la sensación de que presenciamos la aparición de un nuevo orden en que habrá otras reglas del juego y nuevas divisiones.

P.¿Se podrá acabar algún día con las barreras de los idiomas?

R.Estoy convencida. Vamos hacia la accesibilidad, hacia permitir la comunicación en cualquier idioma. Sería un paso importantísimo para la humanidad: comunicarse con cualquier ser humano y en cualquier lengua. Y ocurrirá dentro de no tanto tiempo; de hecho, ya está muy avanzado. Lo que pienso que hay que plantearse ahora son las relaciones humano-máquina y máquina-máquina. Ya hay muchos estudios que miden cómo las máquinas nos ayudan, pero también nos pueden perjudicar. Se revisan parámetros como la subida del nivel de estrés al usarlas, lo que somatiza el cuerpo, el pulso cardiaco o la sudoración. Y lo mismo en sentido contrario: cómo asimilan las máquinas la información de los humanos. Además de la comunicación entre ellas. Vamos hacia un modelo que nos saca a todos de la zona de confort, produce hasta un poco de escalofríos, pero hay que verlo como lo que es: una revolución tecnológica como ninguna otra. Porque el ser humano deja de tener todo el control, la máquina empieza a tener parte y no sabemos a donde vamos a ir a parar. Llegará un momento en que será muy difícil distinguir una creación de unos u otros. Con las traducciones ya ocurre.

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