75 años de Gracia y Esperanza: la Virgen de los Estudiantes sale en procesión extraordinaria por las calles de Málaga

Eran las seis y dos minutos de la tarde cuando se abrieron las puertas de la Casa Hermandad de los Estudiantes para ver salir a la Virgen de Gracia y Esperanza en su 75 aniversario. En el entorno de calle Alcazabilla, con el palio antiguo y flores adornando la fachada, el público, aún no agobiante, se conformaba entre cofrades y extranjeros que exclamaron “wow” o “très magnifique” al ver asomar los varales. Por delante, 200 hermanos con velas formaban el cortejo. Los hombres de trono no vistieron traje oscuro como viene siendo habitual ahora, sino túnica blanca y faraona verde como antaño. También, las cabezas de varal se modificaron usando las cedidas por la Archicofradía de la Expiración para poder pasar por calles nunca antes transitadas por esta cofradía, como Calle Nueva. 

Más de los estrenos a resaltar en esta fecha conmemorativa fueron un encaje del siglo XIX donado por hermanos y devotos, un rosario donado por la Hermandad del Santo Rosario de Nuestra Señora de los Remedios y broches donados por hermanos y uno de ellos por la Hermandad del Sepulcro, vecina puerta con puerta de la Virgen de Gracia y Esperanza. Ella, con su policromía reformada en 2021 para recuperar sus valores originales; su trono, adornado con una variedad de flores de color rosa, y su manto de terciopelo verde bordado en oro recorrieron las calles de la ciudad vestidas con banderolas, farolillos y el escudo en balcones, en una tarde-noche fresca y en competencia de interés cofrade con la Magna Mariana de Jerez, que por la lluvia se tuvo que posponer para hacerlas coincidir. 

Desde primeras horas, la juventud estuvo presente, como siempre que se acompaña a Estudiantes, y cobrando protagonismo en el primer acto o punto de interés con la Escolanía Pueri Cantores en Calle Echegaray, aunque estaba previsto que fuera en el Patio de los Naranjos. Ese recorrido especial contó con la primera gran petalada en la Plaza del Carbón organizada por la Hermandad de Monte Calvario y precedida por cohetes y aleluyas. Para entonces ya se habían incorporado los futboleros, una vez finalizado el partido del Málaga, y entre el gentío se veían las camisetas del equipo local, las sudaderas típicas del otoño, los jerséis sobre los hombros o las chaquetas en los más elegantes. 

Ya en la plaza de la Constitución el joven grupo Hakuna le cantó a la Virgen un par de canciones, volviendo a incidir en el carácter menos sobrio de esta cofradía. Tampoco faltó a la cita la Tuna de Medicina de la Universidad de Málaga, institución ligada a Estudiantes como Hermano Mayor Honorario, si bien el protagonismo musical se lo llevó la Banda de Música de Nuestra Señora de la Paz. Teniendo en cuenta las doce marchas propias de la Hermandad de Estudiantes y el Himno Académico Gaudeamus Igitur, acompañamiento tan característico de la misma, era casi de esperar que los puntos de interés fueran más anecdóticos y que el peso musical fueran los acordes tradicionales. Precisamente esta banda iba a participar en la Magna Mariana de Jerez y con la coincidencia de ambas procesiones se quedó en Málaga. 

Estaba previsto que el recorrido finalizara en torno a las 01.25h de la madrugada antes del cierre de estas líneas tras haber celebrado con emoción y devoción una cita histórica, recuperando enclaves y detalles anteriores e incorporando elementos novedosos.