"El gran problema de España es la impunidad; que casi nunca pasa nada"

El cirujano aboga por campañas que promuevan la actividad física porque sostiene que más que instalaciones deportivas, hace falta una cultura del ejercicio para combatir la creciente epidemia de obesidad y sobrepeso

Miguel Such es jefe de Cirugía Cardiaca del Hospital Clínico y también de Xanit Hospital Internacional.

07 de octubre 2012 - 01:00

-Usted es el impulsor de la recién creada Fundación Málaga Health. ¿Podría explicar cuáles son sus objetivos?

-Es atraer pacientes de todo el mundo para tratamientos médicos en la provincia de Málaga. Serían todo tipo de pacientes. Porque uno de los objetivos es hacer conciertos con la Seguridad Social de otros países europeos para que pacientes franceses, noruegos o suecos se traten en hospitales de la Costa. Pero también para pacientes privados de alto poder adquisitivo, entre ellos pacientes del norte de África y que habitualmente van a hospitales privados de Francia. La idea es crear la marca Málaga Health para atraer pacientes del mundo y una fundación cuyo objetivo principal es promocionar esa marca. El viernes fue la constitución.

-¿Por qué veis la necesidad de poner en marcha este proyecto?

-Por varios motivos. El más importante es que España es un país de servicios y el más apreciado que es el sanitario nunca lo hemos puesto en valor. Creemos que es una fuente de riqueza muy importante, que da lugar a un turismo sostenible, no estacionalizado y que le da prestigio al país. España ha invertido mucho para crear la sanidad con el prestigio que tiene y probablemente sea el momento de rentabilizar esa inversión creando riqueza, que además en este momento es muy importante para mantener nuestro estado del bienestar.

-¿Y cómo trabajaría la Fundación?

-El siguiente paso es nombrar un director general que tiene que desarrollar los mecanismos de la Fundación. A partir de ahí hay que crear una página web multilingüe en la que habrá una base de datos con la cartera de servicios de los miembros, patronos y asociados cuya única condición son criterios de calidad. Los fundadores por lo que queremos velar es por la calidad de la oferta sanitaria. Luego habría que establecer una red de corresponsales para conseguir acuerdos con compañías de seguro y la Seguridad Social de otros países para que los pacientes puedan venir aquí. Hay que crear unos comités de calidad para objetivar quién puede y quién no puede estar dentro de la Fundación. También hay que hacer acuerdos con instituciones públicas y privadas que puedan ayudar a la Fundación. Hay un detalle que es importante. Este año organizamos un congreso e invitamos a unos cardiólogos marroquíes que tuvieron problemas para conseguir visados. Cuando alguien de Marruecos quiere ir a Francia para ser atendido, en 24 horas tiene un visado. España no tiene nada de eso. Tenemos que impulsar cambios, aquí no existe un visado sanitario. Hay muchos pacientes que podrían venir aquí, pero que se van a Francia porque no pueden conseguir un visado en un tiempo razonable.

-¿Como va la sanidad pública en estos tiempos de recortes?

-La sanidad pública tiene que reestructurarse completamente. No creo que los recortes sean la solución. Ya Felipe González encargó el Informe Abril que decía que el modelo de sanidad no era viable a largo plazo. La gran inyección de fondos europeos ha permitido que se mantenga, pero en cuanto la economía ha fallado se han visto las carencias que en gran parte son estructurales. Los recortes están creando dificultades para el tratamiento de los enfermos. Las autoridades deberían reunirse para buscar un modelo sostenible y consensuado para todo el Estado español. Hace falta un pacto por la sanidad a nivel estatal donde realmente se sepa cuánto nos cuesta la sanidad. No hace muchos años ya hubo que hacer una inyección económica para tapar un agujero financiero. Ahora se habla de un déficit a final del año pasado en sanidad de 16.000 millones de euros. Si esto es real, estamos hablando de cantidades que exigirían otro rescate parecido al de la banca. Pero como todos los rescates tendría que hacerse bajo la base de que no se iba a generar un nuevo agujero financiero.

-¿Y los recortes están influyendo en las listas de espera?

-La actividad que yo conozco [Cardiología] no ha disminuido, de momento. Pero las restricciones de personal están ocasionando una sobrecarga de trabajo que sí puede repercutir en la calidad del trabajo y si se mantiene en el tiempo, me temo que sí puede afectar a las listas de espera.

-¿Qué le parece que el Hospital del Guadalhorce esté acabado y no se abra como se prometió?

-Necesitamos recursos para mantener el nivel de calidad que hemos tenido durante todos estos años. Aparentemente, en este momento no existen esos recursos. El hospital está acabado, pero no hay recursos para abrirlo. Incluso en nuestros hospitales hay unidades cerradas o plantas cerradas porque faltan recursos en estos momentos. Yo veo difícil que haya una dotación de personal [para el hospital del Guadalhorce] en momentos en los que está habiendo unos recortes terribles de plantilla en los hospitales ya establecidos.

-¿Cómo ve que haya médicos que tengan que emigrar?

-Se habla de que hay más de 6.000 médicos que han salido de España para ejercer en otros países. Ahora son muchísimos más. Incluso el Colegio de Médicos de Málaga ha puesto una oficina específica para asesorar a los médicos que emigran. Esa es otra de las ilusiones de la Fundación: conseguir que esos médicos que se han formado en España con recursos públicos vuelvan a ejercer en España y que en vez de tratar a los pacientes en sus países creando riqueza en esos países, que sean los pacientes los que vengan aquí generando recursos en nuestro país.

-¿Cree que el Metro se puede empantanar?

-Yo lo veo un poco empantanado. En momentos de crisis hay que utilizar la imaginación para obtener recursos para cosas tan importantes como la de permitir la movilidad con transporte público. Debería ser una prioridad. No soy experto en asuntos económicos, pero hay convenios público-privados que podrían ser una solución alternativa.

-¿Qué opina de Isabel Pantoja sentada en el banquillo?

-En una conferencia que di, definí a España como el país de las tres culturas. La del pelotazo que acabó con banqueros y empresarios en la cárcel, la de la subvención que llevó a estafas con fondos europeos en el algodón y la de la especulación que hizo que pudiéramos comprar un piso y venderlo al día siguiente por el doble. Las tres culturas se añadieron una a la otra. Ahora estamos en el fin del sueño. La imagen de famosos o políticos en el banquillo desgraciadamente la llevamos viendo muchos años, desde que empezó en la época de Felipe González, cuando el director de la Guardia Civil se iba con el dinero de los huérfanos. Esta imagen [la de Isabel Pantoja] es una más. El gran problema de este país es la impunidad, que casi nunca pasa nada. Me refiero al que se salta un semáforo en rojo, al que coge el coche sabiendo que ha bebido, a las mil y una trampas con Hacienda. En la mayoría de esos escándalos nunca leemos que han devuelto el dinero que se han llevado.

-¿Cree que son suficientes las infraestructuras deportivas que hay en Málaga?

-Creo que Málaga no está mal de infraestructuras deportivas. Pero más importante que las instalaciones es la cultura del ejercicio. No necesitamos instalaciones para correr o pasear por el magnífico paseo marítimo que tenemos por los dos lados. Quizás harían falta más instalaciones para promover el deporte de élite. Pero tenemos un clima excelente y unos sitios para hacer deporte al aire libre fantásticos que deberíamos aprovechar. A mí me gusta más que se cree la necesidad antes que las instalaciones. Muchas veces hay instalaciones que se quedan vacías. No creo que la gente no corra porque no tenga un polideportivo.

-¿Habría que hacer campañas para promover el ejercicio?

-Eso sí sería fundamental. La epidemia del sobrepeso y la obesidad tiene un coste en salud incalculable. Es la epidemia de nuestro siglo.

-¿Cuando opera un corazón sabe cómo ha vivido esa persona?

-La mayoría de las enfermedades vienen con nuestros genes, pero nuestro estilo de vida hace que se manifieste nuestra predisposición genética. Que se estropeen las coronarias está muy influido por nuestro estilo de vida, pero en que se estropeen las válvulas no influye mucho ese estilo de vida. Lo que más influye en el riesgo de las operaciones de corazón son las enfermedades asociadas como la hipertensión, la diabetes, el colesterol y eso sí que está relacionado muy directamente con el estilo de vida.

-¿Por qué se asocia el corazón a los afectos?

-El conocimiento del cuerpo humano es muy reciente y sin embargo de muy antiguo la gente sabía que aparentemente lo único vivo desde fuera era el corazón. Es fácil asociar lo mejor de la persona a esa parte que se veía viva y que se relacionaba con la muerte. En el momento que el corazón se paraba se sabía que una persona estaba muerta. El conocimiento del cerebro, en cambio, apenas tiene 100 años. Al corazón se le llama el motor del cuerpo, pero es solo la bomba de gasolina. Lleva el alimento y el oxígeno a los músculos, al cerebro. Es fundamental, sin bomba de gasolina un coche no anda, pero no es tan importante. Yo quizás por mi profesión no tengo mitificado el corazón.

-¿Alguna vez le ha temblado la mano al operar?

-El estrés que pasamos en quirófano es muy importante. Lo fundamental en la cirugía es controlar tus sentimientos y tus impulsos a lo largo de la operación. Una operación no es más que la suma de pequeñas decisiones que si son adecuadas la van facilitando y si alguna es inadecuada, la va complicando. Al final la cirugía no está en las manos, sino en tus decisiones.

-Participa en proyectos de investigación ¿Cómo ve la investigación en estos tiempos?

-Sigue estando muy bien y sigue mejorando. Muchos profesionales en los hospitales públicos están siendo pagados por becas de investigación; además de investigar realizan labores asistenciales. Tenemos un nivel científico excelente. Hemos conseguido una sanidad fuera de serie y está dando todos sus frutos.

-Me refería a las subvenciones y los recortes debido a las restricciones presupuestarias.

-Hay recursos públicos que empiezan a recortarse, pero afortunadamente utilizamos muchos recursos de empresas privadas, multinacionales y fondos europeos que son los que de momento van a permitir que continúen nuestros proyectos de investigación.

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