Tribuna Económica
Carmen Pérez
Un bitcoin institucionalizado
El doctor Guillermo Caleffa, jefe de servicio de Otorrinolaringología (ORL) de HM Hospitales en la provincia de Málaga, ha participado en una expedición médico-quirúrgica solidaria junto a Cooperación Sanitaria (COSA) en Khulna, Bangladesh. Durante 15 días han realizado más de 50 intervenciones y 500 consultas a personas con escasos recursos económicos, tratándose en estas todo tipo de patologías, desde grandes traumatismos nasales, rinoplastias, cirugías endoscópicas a limpieza del seno maxilar, cirugía polipoidea, amigdalectomía, septoplastias y quistes cervicales, entre otros.
Durante 12 horas diarias Guillermo Caleffa ha trabajado sobre el terreno, destacando que las patologías no son extrapolables a las que se presentan en nuestro medio, ni la percepción por parte de los enfermos es la misma. “La patología faríngea y la respiratoria nasal es muy prevalente por la importante contaminación atmosférica y la relación con la dieta, excesivamente picante. Existe un alto índice de patología infecciosa pediátrica, amigdalitis de repetición y obstructiva adenoidea, muchas de las cuales subsidiarias de cirugía”, matiza el otorrino. “La patología otológica con perforaciones residuales por otitis, muchas de ellas de origen en la infancia y subsanables en esa edad con tratamiento médico-quirúrgico adecuado, conllevan en la edad adulta a un alto índice de perforaciones residuales. De hecho, hemos creado una lista de espera, para futuras campañas de cirugía otológica”, añade el doctor Caleffa.
Este tipo de intervenciones requiere casi siempre revisión y curas postoperatorias en planta o diferidas en el tiempo, por lo que han tenido que contemplar periodos de tiempo para revisar las cirugías, intercalándolas con las consultas diarias. “Solo teníamos dos semanas, con lo que casos complejos solo se pueden aceptar en los primeros días. Los límites los ha marcado la lógica y los servicios postoperatorios”, explica el especialista de HM Hospitales en Málaga. En palabras del médico, “el día que comenzamos nuestro trabajo allí, la calle estaba llena de gente esperándonos. Recuerdo que tuvimos ciertas complicaciones, una de ellas con un adolescente de 14 años que fue intervenido por un tumor de cuello. Esta es mi primera expedición y me ha sorprendido la sonrisa de agradecimiento de los niños tras realizar una cirugía”.
Junto a Guillermo Calefa ha participado también el doctor Ceballos. Con ellos un equipo formado por dos cirujanos, una internista, dos anestesistas y una enfermera.
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