Un hombre al que le negaron una pensión no contributiva se quema a lo bonzo

Un hombre de 36 años, con una discapacidad, acuciado por la situación económica tras la muerte de su madre con la que vivía, que estaba cobrando 420 euros al mes de la Renta Activa de Inserción, al que alguna vez el Ayuntamiento tuvo que ayudar para que pagara recibos pendientes y al que la Junta denegó una prestación no contributiva se quemó ayer a lo bonzo en la sede de la Delegación de Bienestar Social de la Junta. Entró ya envuelto en llamas desde la calle. Su estado es grave. Según informó la Administración autonómica, el hombre solicitó una pensión no contributiva, pero se le denegó porque no reunía los requisitos. Las diferencias llegaron al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que dio la razón a la Junta y desestimó la petición del hombre.

Según ha podido saber Málaga Hoy, L.C.M.G tenía una discapacidad, pero no superaba el 65% exigido por la legislación para una prestación no contributiva. El hombre, soltero y sin hijos, recibía la Renta Activa de Inserción, pero se le acababa en octubre. Ya en febrero pasado obtuvo una ayuda de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Málaga de 400 euros para abonar gastos que debía. No tenía trastornos psiquiátricos, aunque sí ansiedad leve. Vivía con su madre, que falleció en marzo de 2011.

La Delegación de Salud y Bienestar Social informó a primera hora de la tarde que no existía ningún expediente abierto pendiente de resolución ni del hombre ni de otra persona asociada a él. Un par de horas después, la Administración autonómica precisó que L.C.M.G había solicitado una prestación no contributiva, que se le había denegado por no reunir los requisitos y que el TSJA respaldó posteriormente la postura de la Junta. El delegado de Salud y Bienestar Social, Daniel Pérez, aclaró que en 2008, la Delegación reconoció a su madre el grado 2 de dependencia severa. Sin embargo, precisó que el plan individual de atención no llegó a resolverse favorablemente porque en dos ocasiones se le requirió que aportara la documentación necesaria para el procedimiento, pero no la presentó. Finalmente, el expediente fue archivado en marzo de 2011 tras el fallecimiento de la madre.

El incidente conmocionó a los trabajadores y a los usuarios que estaban ayer en la Delegación. "Vino un olor terrible a gasolina y de repente un hombre entró envuelto en llamas. Ya venía ardiendo desde fuera". Así relató Manuel, un testigo, el incidente ocurrido ayer poco antes de las 13:00 en el edificio de Muelle de Heredia y Alameda de Colón. L.C.M.G. tiene el 63% de la superficie de su cuerpo quemada, heridas de segundo y tercer grado en tórax, brazos, cara y espalda y ha sido trasladado a la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

Según testigos, el hombre se roció de líquido inflamable con una garrafa fuera del edificio Muelle de Heredia y Alameda de Colón. Luego se prendió fuego y entró en el hall de la Delegación casi hasta las escaleras. Según testigos, entre gritos de dolor y frases inconexas, hizo referencia a su madre y la Ley de Dependencia. Se quitó la camiseta que estaba ardiendo, intentó tirársela a un vigilante y se arrojó al suelo.

"Los dos vigilantes de seguridad fueron rapidísimos y lo rociaron con el extintor", explicó Manuel. El 061 recibió la llamada a las 12:47. De inmediato se desplazaron al lugar los servicios sanitarios, Bomberos, Policía Local y Nacional. El público que había en ese momento en el hall salió a la calle. Trabajadores de UGT del edificio contiguo acudieron alertados por el humo, los gritos y las sirenas. Marisa Rodríguez, del sindicato, apuntó: "Las funcionarias de la entrada se llevaron un susto tremendo. Menos mal que a esa hora ya casi no había colas y que los vigilantes mantuvieron la calma y actuaron muy rápido". El personal de CCOO, que está al otro lado de la Delegación, abandonó su sede porque saltaron las alarmas de incendio. "Se evacuó al personal porque no sabíamos ni las causas ni el alcance", explicó el secretario provincial, Antonio Herrera.

El hombre fue trasladado por el 061 al Carlos Haya, donde poco después de su ingreso se le tuvo que poner ventilación mecánica. Pasadas las 17:00 fue trasladado en helicóptero al hospital sevillano. Los agentes de la Policía Científica de la Policía Nacional acudieron para tomar las correspondientes muestras. Además, la Administración facilitó a la Policía las imágenes de las cámaras de seguridad que registraron el incidente. Fuentes policiales indicaron que los hechos están claros según los relatos de los testigos y que se trata de una "tentativa de suicidio".