Los hospitales de Málaga cerrarán unas 300 camas durante este verano
Sanitarios advierten que las listas de espera se incrementarán aún más
Sindicatos achacan la merma en hospitalización, consultas y quirófanos a la “imposición del SAS para ahorrar contratos”
Málaga/Los hospitales de la provincia de Málaga cerrarán este verano unas 300 camas además de numerosas consultas y quirófanos. No es fácil precisar cifras porque la Junta de Andalucía no facilita los datos y los sindicatos manejan retazos de información no siempre comparable. La disminución de la actividad asistencial comienza en julio, se acentúa en agosto y se prolonga, aunque ya con menos intensidad, hasta finales de septiembre.
El Clínico cierra casi un centenar de camas, según las organizaciones sindicales; aunque el hospital asegura que su actividad será casi normal. En los pabellones A y B del Regional se dejan en reserva –que es el eufemismo con el que la Administración alude al cierre de camas– en torno a 60, con posibilidad de que sean otras 30 más y a las que debe añadirse una quincena en el Civil por obras. En el comarcal de Antequera se cierran casi medio centenar y en el de Vélez en torno a 40. En el de Ronda se cierra el 50% de las plantas quirúrgicas.
Estos números resumen a grosso modo la información aportada por el Sindicato de Enfermería (Satse), UGT y CCOO. Desde la Junta se indicó que, a 9 de julio, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) todavía estaba “cerrando el Plan de Verano” por lo que no habría datos hasta la semana próxima.
Un representante de CCOO aseguró que este verano “se cierran más camas de hospital en Málaga capital que el verano pasado”. El secretario provincial del Sindicato de Enfermería, Juan José Sánchez, también coincidió en que esta temporada estival hay “un cierre mayor que otros años”.
Y no sólo se cierran camas, sino también quirófanos y consultas. “Nuestra consulta en agosto está cerrada. No son estudios urgentes, así que no se hacen en agosto, lo que retrasa los diagnósticos y los tratamientos” apuntó una sanitaria.
Un facultativo –que estima que este verano será “bastante peor que el de 2019”– apuntaba que detrás de los cierres estivales hay una problemática “multifactorial”. Y enumeraba varios aspectos. Primero que durante julio, agosto y septiembre, un tercio de la plantilla está de vacaciones. Segundo que no hay enfermeros ni anestesistas en bolsa para sustituciones y sin los cuales no pueden funcionar los equipos quirúrgicos. Tercero que muchos pacientes que sufren patologías no urgentes no quieren operarse en verano.
El delegado de Satse en el Regional Ignacio Anguita apuntaba otro elemento que está detrás del tradicional cierre estival de camas, consultas y quirófanos:“La imposición del SAS para ahorrar en contratos y personal, haya Covid o no haya Covid. Se cierran camas y no es lógico porque en Málaga se incrementa la población en verano”.
El secretario provincial de Satse reprobaba estos cierres. “La Consejería de Salud considera este verano como uno más cuando era una oportunidad para recuperar actividad quirúrgica que se dejó por la pandemia”. E ironizó:“No sé si es que piensan derivar luego a la privada”.
Por su parte, la secretaria de Sanidad de UGT,Carmen Gaona, criticaba la falta de información y transparencia por parte del SAS. Explicaba que los datos sobre los cierres se los facilitaron de forma verbal. “Pero por escrito todavía no los han mandado. Tenemos que apretar para que nos den información”, aseguró.
También el presidente del Sindicato Médico de Málaga, Antonio Martín, reprochó que desde la Administración sean “cicateros” a la hora de dar información sobre el cierre de camas y consultas. Pero resaltó el esfuerzo de los profesionales para arrancar a los gestores el mayor número de contratos, quirófanos y consultas para que las listas de espera no se desboquen.
“Los médicos también somos víctimas de estos cierres”
Un cirujano que prefería permanecer en el anonimato contaba que hace unos días, cuando llegó el hospital, estaba aguardándole la mujer de un paciente que está en lista de espera para una operación. Quería saber cuándo lo iban a intervenir. Pero no había hueco y no sabía qué decirle.
“Los médicos aguantamos. Los pacientes son las víctimas principales. Pero también nosotros somos víctimas de estos cierres. Porque nosotros queremos sacar adelante a nuestros pacientes y el sistema no nos deja”, reflexionaba. Aludía a la falta de recursos materiales o humanos. Porque a veces no hay suficientes quirófanos, o enfermeros o anestesistas. Y puntualizaba que por más que haya cirujanos, si faltan estos otros profesionales sanitarios por escasa contratación o porque no hay en bolsa, el equipo quirúrgico no está completo y no puede acometerse la operación.
Acotaba que debido a las demoras, “tenemos reclamaciones y sobre todo quejas verbales de pacientes o de familiares”. Y aseguraba que las listas de espera están “empeorando de forma manifiesta con la pandemia” porque ahora muchos de los recursos se destinan a la atención del Covid. “Pero los pacientes de toda la vida siguen existiendo y debido a las demoras llegan en peor situación que antes”, señalaba.
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