Los hosteleros de Málaga buscan retener talento ante la falta de mano de obra: "Una asignatura pendiente es hacer más atractiva la profesión"
La patronal asegura que tiene uno de los mejores convenios de España
La conciliación es el factor con el que ahora compite esta actividad económica
El acceso a la vivienda complica la llegada de trabajadores para la hostelería
La falta de empleo cualificado es un problema generalizado en todas las actividades profesionales de Málaga. Y la hostelería de la provincia no queda excluida a esta particular pandemia. A pesar de los récords de empleo en el sector –"se van a superar los 115.000 trabajadores directos", según la patronal–, sigue habiendo falta de empleados. Eso sí, "hablamos de mano de obra cualificada".
Es una necesidad que visualiza la Asociación de Empresarios Hosteleros de Málaga (Mahos), que admite que tras 19 meses seguidos de aumentos consecutivos de empleo directo en el sector en Málaga, el empleo de calidad sigue centrando sus esfuerzos. "Tenemos una asignatura pendiente que es hacer más atractiva la profesión", afirma su presidente, Javier Frutos.
La bajada de la estacionalidad consolida las plantillas
La atracción del talento se ha convertido en una de las prioridades de la profesión con el objetivo, entre otros, de evitar la elevada rotación de empleados, que también caracteriza el mercado laboral nacional en los últimos meses. "Lo hacemos para retener el talento, que parece que es sólo de las empresas digitales, pero dentro de la hostelería hay mucho talento y se tiene que mantener", asegura Frutos en conversación con este periódico.
La reducción de la estacionalidad del sector en Málaga –"sobre todo en la ciudad"–, asegura el también presidente de la patronal regional, ha contribuido a que las plantillas sean cada vez más estables a lo largo del año, pero hay otras variables que los empresarios comienzan a tener en cuenta: "La conciliación es una cosa básica", asegura.
Uno de los mejores convenios de España
Superada, según la patronal, la cuestión económica –"tenemos uno de los convenios más altos que hay a nivel nacional en materia de salario"– la conciliación y el tiempo libre del trabajador son algunas de las variables con las que el sector compite con otras actividades. "El problema ya no está tanto en trabajar los fines de semana, sino el hándicap del turno partido", ejemplifica Frutos.
La mejora de las condiciones laborales también es también responde a la aspiración por parte de la patronal a que la sociedad vea la profesión como una más para hacer "carrera". "Es uno de los sectores principales donde una persona con buena actitud se puede desarrollar profesionalmente para ser emprendedores de nuevos negocios", asegura Frutos, quien reitera la parte económica: "Se está pagando mejor".
Y eso también repercute en una cuenta de resultados ya mermada por la inflación. "Crece la facturación, pero la rentabilidad no llega a ser la de 2019, que fue un año de récord", recuerda el presidente de la patronal de empresarios hosteleros de Málaga, quien pone en valor el tejido empresarial del sector por su importancia en el ecosistema laboral malagueño a pesar de las dificultades.
Escépticos ante la reducción de la jornada laboral
Al incremento progresivo de los salarios y el aumento de los precios de las materias primas también se le une la presión impositiva. "Estamos demasiados exprimidos y el empresario necesidad verse más libre para poder pagar más a sus empleados y contratar más trabajadores", dice la misma fuente.
En este sentido, la patronal también se muestra escéptica con la entrada en vigor de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. "Es otro hándicap que va a repercutir en los costes", dice Frutos, quien sostiene que la administración se centra en la sostenibilidad medioambiental, pero olvida la "sostenibilidad económica" de las empresas.
La inflación también perjudica al cliente
La de los clientes también se ha visto mermada. A pesar de que las previsiones para el último mes del verano –con Feria incluida– son halagüeñas, la patronal reconoce que durante la primera quincena de julio hubo un ligero descenso en la facturación. La Eurocopa, celebrada en Alemania y con Inglaterra en la final –principales clientes extranjeros en Málaga– es uno de los argumentos.
El otro es el del cliente nacional, que ha perdido poder adquisitivo con la creciente subida de los precios por la inflación y cuyo hábito de ocio deja de observarse en la hostelería malagueña. "El consumo del turista nacional se está viendo perjudicado, la inflación afecta al bolsillo y la prioridad es tener las necesidades cubiertas", concluye Frutos.
La suya y la de los empresarios a los que representa es satisfacer los números de empleo cualificado que demanda el sector en la provincia. La mejora de la calidad de las condiciones, que hagan atractivo el sector, es una de las soluciones que se plantean. El incremento y fomento de itinerarios formativos, también.
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