Los hosteleros de Málaga tendrán canal directo en Semana Santa con cofradías y Policía para evitar problemas con las terrazas

"Sabemos que hay puntos en los que tenemos que ceder la ocupación", dice Javier Frutos

Vuelve la tensión entre terrazas y tronos antes de la Semana Santa de Málaga: el alcalde promete flexibilidad "mínima"

Trono pasa por Alcazabilla, dejando terrazas a ambos costados.
Trono pasa por Alcazabilla, dejando terrazas a ambos costados. / Javier Albiñana

Málaga/Si el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, decía este miércoles que habrá "mínima" flexibilidad con las terrazas esta Semana Santa, los hosteleros parecen tener la mejor de las voluntades para cooperar. La intención, en principio, es que no se vuelvan a ver imágenes como las de 2023, con tronos y terrazas intentando ocupar el mismo espacio y problemas para pasar junto a comensales. Javier Frutos, presidente de Mahos, reconoce que el diálogo con la Agrupación de Cofradías y el Ayuntamiento está siendo muy fluida y que tendrán un canal de comunicación directo con el puesto de mando en el que están presentes los cuerpos de seguridad y las hermandades para prevenir y evitar cualquier tipo de problema que pueda preverse.

Frutos afirma que son varios años de comunicación más fluida tanto con el área de Comercio como con la de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Málaga (cabe recordar que en 2022 hubo un encontronazo entre empresarios y administración por la poca falta de antelación con la que se les avisó de la retirada de terrazas). Se está trabajando "conjuntamente", asegura, y cada vez los hosteleros están "más hechos al recorrido nuevo, la Semana Santa ya cada vez va más rodada".

También, claro, ellos deben hacer concesiones, "sabemos que hay ciertos puntos en cuanto a ocpuación en los que hay que ceder, pero esperamos una Semana Santa como la del año pasado". La del año pasado fue, después de un 2023 bastante problemático en este sentido, una balsa de agua. Ni un sólo problema grave se registró entre los comercios y los tronos, bien es cierto que también estuvo marcada por la lluvia, que dejó sin salir a un gran número de Cofradías.

"Somos una parte importante de la Semana Santa y lo que queremos es que Málaga tenga la mejor Semana Santa, para eso se trata de hablar, comunicarnos y colaborar con lo que esté en nuestras manos", afirma el presidente de los hosteleros. Frutos también mira al cielo y espera que "no llueva, el año pasado que lloviera era necesario, este año ya ha habido bastantes, así que a disfrutar de una buena Semana Santa, con buen tiempo y todos en la calle".

De la Torre recordó el martes que la relación entre terrazas y tronos deberá verse en "términos de seguridad y movilidad", apuntando que "es difícil que haya gente de pie entre las terrazas y el desfile procesional". Además, de prometer "flexibilidad, pero la mínima". Por lo que aseguró que la Policía Local estaría pendiente de mantener la normalidad en los desfiles procesionales.

En definitiva todos, parece, están por evitar los episodios de 2023, que supusieron un cisma entre hosteleros y cofrades. Con los vecinos azuzando y denunciando el exceso de ocupación de los bares y restaurantes. Entonces, los hosteleros que se defendían argumentando que intentan cumplir con las exigencias y crean empleo. El Consistorio ante esta ola de opinión pública compartió diariamente durante la Semana Santa el número de actas levantadas contra terrazas incumplidoras. Balance que se mantiene, semanalmente, a día de hoy.

El balance final tras ocho días de procesiones en 2023 fue claro: 178 actas levantadas entre el Área de Vía Pública y la Policía Municipal entre exceso de ocupación y la carencia total de autorización –si bien es cierto que no todas ellas fueron de espacios hosteleros–. Es decir, cada uno de los ocho días en los que los tronos han estado saliendo por el Recorrido Oficial de las calles de Málaga se detectaron más de 22 infracciones.

Pero no sólo entre el Domingo de Ramos y el de Resurrección hubieron problemas. Una semana antes de que empezase, el viernes 23 de marzo, durante el traslado de Estudiantes, se produjo el primer encontronazo. l restaurante El Gallo, de calle San Agustín, no retiró su terraza al paso del trono, levantando las criticas de la opinión pública y causando que la Agrupación de Cofradías emitiese un comunicado en el que lamentaba de la "falta de sensibilidad y responsabilidad por parte de algún negocio" y pidiendo que se "respete el paso de las procesiones".

Este mismo negoció fue sancionado por apilar sus sillas y mesas recogidas junto al Museo Picasso, un palacio renacentista del Siglo XVI con protección arquitectónica. Esto sucedió sólo unas horas después de que otro establecimiento, Canela Fina, colocase tres mesas, con su cubitera para el vino, en el umbral de otro museo, el Carmen Thyssen. En este caso "momentáneamente" debido al traslado del Mutilado y por orden de un agente de Policía Local que no consultó con sus superiores. A esto se suma el uso como barra que algunos clientes de los negocios de la Alameda Principal le dieron a la recién estrenada boca del metro.

Al final de la Semana Santa, el entonces presidente de la Agrupación, Pablo Atencia, quiso enfriar el debate: "Los hosteleros son cofrades y son sensibles. Se ha mejorado mucho, salvo algún incidente puntual”.

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